La Dama de Blanco, Berta Soler, afirmó que su esposo, Angel Moya Acosta, no pudo asistir a la misa -tras haber hecho la solicitud que impone el reglamento penitenciario- debido a que la policía política usó como artimaña obligarlo a vestir el uniforme de preso común, lo que él no aceptó.
En declaraciones a Radio Martí, Soler explicó que el gobierno lo que hace es elegir a uno o dos presos por cada edificio de la penitenciaría para que participen, porque el evento tiene un carácter selectivo.
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