La ceremonia se efectuó en el Centro de Convenciones Atlapa, en la capital panameña, después que se instaló la nueva Asamblea Legislativa de 77 miembros que eligieron Jerry Wilson, del Partido Revolucionario Democrático (PRD), como presidente del parlamento para un período de un año.
La elección de Wilson, que obtuvo 46 votos, se registró pocas horas antes de que Martín Torrijos, del PRD, fuera investido como Presidente de Panamá para un mandato de cinco años. En esta ceremonia prestaron también juramento los vicepresidentes primero y segundo: Samuel Lewis Navarro y Rubén Arosemena.
Torrijos recibió la banda presidencial de manos de Wilson. Por primera vez en la historia de Panamá se celebra un traspaso de poderes sin la presencia en su territorio de tropas de Estados Unidos.
El martes rindió su último informe al Congreso la presidenta saliente Mireya Moscoso, quien dijo que durante su mandato concretó "grandes logros" en materia de seguridad, educación, salud, comercio, lucha contra a pobreza, política internacional y justicia.
El presidente Torrijos tiene por delante la tarea de modernizar el Canal de Panamá, misión que él mismo ha calificado como "la decisión del siglo". Desde luego, aún no ha tomado decisión alguna, pero se dispone a estudiar minuciosamente el asunto.
El general Omar Torrijos, su padre, fue quien suscribió en 1977un acuerdo con el presidente Jimmy Carter, para que Estados Unidos entregara el Canal a Panamá. Omar Torrijos fue el jefe del gobierno entre 1968 y 1978. Torrijos murió en 1981 en un accidente aéreo.
Cuando ganó la elección presidencial en mayo pasado, su hijo Martín Torrijos dijo que su padre tuvo que invertir "mucha prudencia y cautela" en ese asunto del Canal, el cual fue entregado a Panamá en 1999.
Muchos panameños ven en Martín Torrijos a otro gobernante como su padre, a quien algunos consideraban un dictador benévolo amigo de Fidel Castro.
El nuevo Presidente llega al cargo cuando la economía del país ha crecido 7 por ciento en año y medio, pero los ingresos del gobierno no han aumentado y esto ha limitado el desarrollo de programas sociales.
El desempleo es 14 por ciento, el gobierno tiene problemas para pagar sus nóminas y su generoso sistema de seguridad social y pensiones se encamina a la bancarrota. Se estima que 40 por ciento de los panameños viven por debajo del nivel de pobreza.
Torrijos, que tiene título de economista de la Universidad A&M de Texas, Estados Unidos, ha prometido luchar contra la corrupción y crear fuentes de trabajo.