El mal estado de las calles en todos los municipios del país es frecuente. Y Quivicán, municipio de la provincia Mayabeque, una de las primeras veinte villas fundadas en Cuba, es un ejemplo extremo de ese desastre según reporta Misael Aguilar Hernández.
Además de que las calles de este municipio en su mayoría carecen de número y señalizaciones, está el problema de ser casi intransitables.
Parecen callejones de campo adentro y cuando llueve se acumulan -en sus enormes huecos- todo tipo de deshechos informa este reportero ciudadano
Es muy difícil que en estas calles transiten los camiones o los automóviles y cualquier situación climática se convierte en adversa.
Si llueve son grandes tropezaderos inundados; si hay sequía son almacenes de tierra y polvo, desde donde lo expanden por todo el pueblo, cubriendo ventanas, puertas y cristales de comercios de una espesa capa, que aunque retiren varias veces al día, retorna obstinadamente una y otra vez.
Para los que viven en este municipio la indiferencia de las autoridades es una verdadera tragedia. Según cuentan, una imagen aérea de la parte urbana de Quivicán no tendría de forma prevaleciente el gris del asfalto, sino una enorme mancha rojiza de fango o polvo.