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Jugadores de las Ligas Negras de EE UU y su actuación en el béisbol cubano.


Ligras Negras en EE UU
Ligras Negras en EE UU

Segunda parte de la serie sobre la "Historia de las Ligas Negras de béisbol en Estados Unidos".

Hace unos días, escribimos el primer artículo de una serie sobre la historia de las Ligas Negras del béisbol de EE UU donde reseñábamos las dos boletas que el Salón de la Fama del béisbol en Cooperstown había dado a la luz pública en el año 2006. Ambas boletas están compuestas de personas que pertenecieron a las llamadas Ligas Negras de la pelota de EE UU así como por jugadores negros que funcionaron antes de que las reconocidas Ligas Negras fueran organizadas.

Como informamos en ese trabajo, la lista, o boleta de las Ligas Negras tenía 30 integrantes y la que se le llamaba Pre Ligas Negras, tenía 9. De los 30 de la primera lista, 4 eran cubanos. Orestes Miñoso, Alejandro Oms, Alejandro Pompez y Cristóbal Torriente.

En la segunda lista de 9, había un cubano. José de la Caridad Méndez.

Pero también dijimos que, de los 39 jugadores nombrados en las dos listas, 26 habían jugado en Cuba. O sea, casi el 70%. Y, además dijimos y, esto es mucho más importante, que los 18 jugadores que ya estaban en el Salón de la Fama y que, habían entrado a través de las Ligas Negras, todos habían jugado en Cuba.

También dijimos que haríamos varios artículos sobre el tema de las Ligas Negras de EE UU y sus vasos comunicantes con nuestro béisbol y, este es el segundo escrito de la serie y hoy vamos a tratar de los jugadores de EE UU, pertenecientes al béisbol negro de este país que jugaron en Cuba y como veremos, algunos son tan parte de nuestra pelota como de las Ligas Negras de su nación de origen.

En realidad, el béisbol cubano está tan conectado con el desarrollo del béisbol negro en EE UU o sea, la Liga Cubana y las Ligas Negras que cada una ocupa un importante capítulo en la historia de la otra.

La corriente de jugadores negros entre EE UU y Cuba no corría solamente en dirección a la isla. La influencia y afluencia de peloteros cubanos en EE UU fue tan importante como la de sus colegas norteños. Es más, es un hecho que, aunque curioso, está bien documentado, de que el primer equipo de béisbol profesional de jugadores negros, organizado en EE UU fue el de los Cuban Giants, creado en Long Island por Frank Thompson en 1885, 35 años antes de la formación de la llamada Nacional Negro League. Pero eso es para otro programa, el de los cubanos en EE UU.

Como siempre, no hay nada más esclarecedor del presente como irse a estudiar el pasado.

Aunque el primer equipo de béisbol de EE UU que encuentro que visitó la isla, fueron los All American, dirigidos por John McGraw, en 1891, los primeros jugadores de pelota, de la raza negra, provenientes de EE UU que jugaron en Cuba deben haber sido los integrantes de las fuerzas armadas durante la ocupación de la isla después de 1998.

Sabemos que los cubanos estaban ya jugando pelota 30 años antes de que el Maine volara en la bahía de La Habana. Por otra parte, los soldados americanos estaban practicando el deporte desde la Guerra Civil. Así que es seguro que esos soldados jugaran béisbol en Cuba y que gran parte de esos jugadores fueran de la raza negra ya que, un gran número de las tropas enviadas a Cuba eran de esa raza. Esto basado en las creencias, en el Siglo XIX, de las autoridades de ocupación, de que soportaban mejor el calor tropical.

El equipo Cuban Giants fue tan exitoso en EE UU, que varios equipos se formaron, imitando el nombre de los Cuban Giants. Uno de los más exitosos fue el de Cuban X Giants que visitó la isla en la primavera de 1900.

Hay que aclarar que ninguno de los jugadores o ejecutivos de los Giants o X Giants eran cubanos o tenían nada que ver con Cuba. Usaban el nombre como un arma de mercadeo. Esto demuestra que la palabra Cuba ya se asociaba con béisbol, a finales del Siglo XIX y rendía dividendos.

El Diario de la Marina anunció el 6 de Febrero. “La famosa novena de los Cuban Giants zarpará de New York hacia La Habana, el sábado, para medirse a las novenas de Habana, San Francisco, Almendares y Cuba”. Ya en 1907, los jugadores negros de EE UU y sus agentes habían descubierto la bonanza de jugar en Cuba, particularmente en la liga de invierno en La Habana. Los equipos cubanos tenían limitado el número de jugadores que podían importar, así que, solo los mejores eran contratados. La oportunidad de ganar dinero extra, lo relajado del itinerario de juego, la ausencia de viajes entre juegos y el respeto que sentían los cubanos hacia los jugadores de béisbol, sin importar raza o nacionalidad, trajo numerosas estrellas a Cuba.

Desde el viaje de los Cuban X Giants, otros equipos, particularmente los Gigantes de Philadelphia habían viajado a Cuba pero, en esa época los jugadores comenzaron a venir a Cuba no para jugar en contra de los cubanos sino para jugar con los equipos cubanos y quedarse en Cuba, durante la temporada de invierno, cada año.

Al año siguiente, en 1908, visitó la isla el primer equipo de Grandes Ligas, los Rojos del Cincinnati para jugar un torneo de 4 equipos. También vino el equipo Brooklyn Royal Giants, un poderoso equipo de las Ligas Negras. Y, ese fue el torneo donde José de la Caridad Méndez le propinó 25 escones seguidos al Cincinnati, eso, como parte de 44 innings consecutivos en el torneo, sin permitir carreras.

Esos años echaron los cimientos de una simbiosis entre las Ligas Cubanas y las Ligas Negras de EE UU que le abrió las puertas de nuestro béisbol a una serie de jugadores que reforzaron cada uno de nuestros equipos, cada año, ayudando nuestro pasatiempo a elevarse para ocupar un nivel, en todo el mundo, segundo solo del de Grandes Ligas.

Quizás esa alianza de jugadores alcanzaría su cúspide en los equipos que presentó el club Santa Clara, en los campeonatos de 1923-24, 1924-25 y 1936 al 39. Esos equipos, especialmente el del 1923-24 se le comparan con los Yankees del 27 y la gran maquinaria roja de los 70. Y, esto luce una exageración, hasta que Ud, ve quienes jugaron en ese equipo.

Pero, no podemos detallar toda la historia de este proceso en el espacio limitado que tenemos. Veamos los jugadores de las Ligas Negras que jugaron en Cuba y, comencemos por los que están en el Salón de la Fama por vía de las Ligas Negras. Dijimos que eran 18 y que todos habían jugado en Cuba. Veamos.

Satchel Paige. 1971. Lanzó para el Marianao 1 temporada.

Josh Gibson. 1972. Jugó para el Santa Clara y bateó 353 en 2 temporadas.

Buck Leonard. 1972. Jugó para el Marianao en 1948-49

Monte Irvin. 1973. Jugó para el Almendares de 1947 al 49.

Cool Papa Bell. 1974. Jugó en Cuba 4 años.

Judy Johnson. 1975. Tuvo un promedio de 334 en su carrera en Cuba.

Oscar Charleston. 1976. Jugó 9 temporadas en Cuba. Bateó para 361. Santa Clara 1920s.

Martín Dihigo. 1977. Toda su vida.

Pop Lloyd. 1977. Jugó 12 temporadas con un promedio de 321.

Rube Foster. 1981. Manager del equipo Fe en temporada de 1907.

Ray (Talúa) Dandridge. 1987. Varios años con el Marianao.

Leon Day. 1995. Jugó en 1937 y 1947.

Bill Foster. 1996. Jugó en 1926.

Willie Wells. 1997. Promedio de 320 de por vida jugando en Cuba.

Joe Rogan. 1998. Lanzó para el Almendares en 1924.

Joe Williams. 1999. Jugó en 1946-47.

Turkey Stearns. 2000. Jugó. Gran poder.

Hilton Smith. 2001. Lanzó por 2 temporadas en la isla.

Esos son jugadores escogidos para el Salón de la Fama por la vía de su actuación en las Ligas Negras de EE UU, pero eso no quiere decir que otros peloteros de raza negra, escogidos por su trayectoria en las Grandes Ligas y no en la Ligas Negras, no hayan jugado en Cuba.

Podemos poner el ejemplo de Roy Campanella, el gran receptor de los Dodgers, que fue exaltado al Templo de Coopertown en 1969 y jugó en Cuba en la temporada de 1943-44.

Willie Mays. Subido en 1979, que firmó con el Almendares, se lesionó un tobillo y tuvo que ver los juegos desde la barrera con el uniforme de los alacranes. Y el lanzador Bullet Rogan, escogido en 1998 que lanzó para el Almendares en 1924 con un promedio de 9-4 a pesar que ese año le tenía que haber lanzado a la toletería del Santa Clara.

Y, para nuestros oyentes jóvenes, no crean que los únicos peloteros de EE UU, que iban a jugar con equipos cubanos eran los de raza negra, tantos o más peloteros de la raza blanca, procedentes de EE UU fueron a reforzar las novenas cubanas. Y, también varios de ellos, llegaron al Salón de la Fama.

Como es el caso del mago de la 3ra. Base, Brooks Robinson, escogido para Cooperstown en 1983; que jugó con el Cienfuegos, 2ª base en 1954, el nudillista de los Rojos del Habana, Hoyt Wilhelm subido al Salón en 1985; el lanzador de los Tigres del Marianao, Jim Bunning, elevado en 1996 y hoy Senador de EE UU y además, el popular manager de los Dodgers Tom Lasorda inmortalizado en 1997 y que fuera lanzador del Almendares y del Marianao.

Esos fueron algunos de los jugadores blancos estadounidenses que jugaron en Cuba en los primeros 60 años del Siglo XX. Hay cientos de ellos.

Pero este artículo está dedicado a los jugadores de raza negra, procedente de este país que jugaron en Cuba en ese período y, también hay cientos de ellos. Y, aunque no es fácil catalogarlos a todos por lo incompleto de las estadísticas, ya yo tengo identificados a mas de 200, la mayoría de ellos con sus años de servicio en nuestra patria, numeritos y equipos en que militaban y, seguiré buscando.

El próximo artículo tratará de los jugadores cubanos que se desempeñaron en las Ligas Negras de EE UU durante el mismo período en que los americanos nos visitaron, amalgamando su juego veloz, sorpresivo y alegre con el de los nuestros, que tenía características similares.

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    Rafael García-Toledo

    Rafael Garcia-Toledo estuvo por décadas vinculado al Movimiento Olímpico. Cooperó con el Comité Olímpico Internacional, y con diferentes comités olímpicos nacionales y el Comité Olímpico de EEUU del cual formó parte. En ocho JJ OO de verano fue Huésped Distinguido, único caso de alguien nacido en Cuba. En el año 2006 comenzó a trabajar en Radio Martí,  integrando la unidad de deportes. Es co-presentador del programa Al Duro y Sin Guantes. Ha cubierto eventos deportivos olímpicos y mundiales para Radio y TV Martí.  Ha recibido diplomas de reconocimiento de comités olímpicos y ministerios del deporte de ocho países iberoamericanos y ha sido condecorado por Ecuador, Israel y Venezuela.
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