El diario afirma que esa ampliación de poderes incluye “disposiciones para flexibilizar los estándares de la vigilancia de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y permitir que el Departamento de Justicia detenga sin fianza con más facilidad a los sospechosos”.
Según el diario, otras medidas de la legislación que se espera que el presidente George W. Bush firme la semana entrante, incluyen “ampliar la definición de lo que constituye prestar apoyo material a grupos terroristas y la capacidad para compartir con otros gobiernos la información aportada por el sistema de Gran Jurado Federal de Instrucción de Cargos (Grand Jury) en casos urgentes de terrorismo”.
“Estos y otros cambios destinados a fortalecer los programas federales de contraterrorismo eran deseados desde hace tiempo por el gobierno de Bush y el Departamento de Justicia, pero habían languidecido hasta ahora en el Congreso, en parte a causa de la oposición de los defensores de las libertades civiles”, dice el reportaje del Post.
El portavoz del Departamento de Justicia, Mark Corallo, dijo al diario que esas medidas son “reformas de sentido común para prevenir los ataques terroristas”.
“Nos complace que el Congreso haya estado de acuerdo con nosotros, de que a pesar de haber aprobado la Ley Patriótica después del 11 de septiembre, todavía nos quedaba una tarea por hacer”, dijo Corallo refiriéndose a la legislación antiterrorista que se aprobó en octubre del 2001. “Constantemente hemos tenido que estudiar la ley... para asegurarnos de que hacíamos legalmente todo lo que podíamos para proteger a las personas atrapadas en las investigaciones”.
Sin embargo, algunos defensores de las libertades civiles y algunos demócratas dicen que las nuevas disposiciones poco lograrán para proteger al público y que, por el contrario, contribuirán a debilitar aún más las protecciones constitucionales de personas inocentes atrapadas en las redes de las investigaciones.