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La Habana debate limitar tiempo en cargos y eliminar discriminación a homosexuales


El Gobierno dice que ha habido "poca sistematicidad y voluntad política para asegurar la promoción de mujeres, negros, mestizos y jóvenes a cargos principales" en el Partido

El Partido Comunista de Cuba (PCC) culminará este domingo un cónclave en el que debate limitar el tiempo para ocupar un cargo de poder, dar espacio político a los jóvenes y eliminar la discriminación a los homosexuales.

Un despacho de la agencia AFP señala que estas propuestas del gobernante Raúl Castro implican una pequeña revolución en el único país comunista de Occidente, donde los dirigentes se eternizan en sus puestos, la cúpula está dominada por la vieja guardia y en el que décadas atrás los homosexuales eran enviados a campos de trabajo.

"Esta reunión no va a introducir nuevos cambios, sino a ratificar lo que ha hecho el general Raúl Castro", dijo a la AFP el analista Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos de la Universidad de Florida (EEUU).

Los 811 delegados que asisten desde el sábado a la Conferencia Nacional (o congreso extraordinario) del partido único que gobierna la isla desde hace medio siglo, deben resolver 101 propuestas encaminadas a modernizar la acción partidaria e impulsar las reformas económicas de Raúl Castro.

Esta Conferencia, la primera desde la creación del PCC en 1965, ha permitido "ratificar el compromiso de los comunistas cubanos de seguir adelante con la Revolución, haciendo cuantos cambios sean necesarios, pero sin la más mínima concesión al enemigo", dijo este domingo el diario oficial Granma.

Raúl, de 80 años, propuso limitar a dos períodos consecutivos de cinco años el tiempo para ocupar un cargo de poder, con el fin de promover a cuadros jóvenes en el Gobierno y el PCC, dominados por la generación histórica de la revolución que triunfó en 1959.

El límite incluye los cargos que él desempeña, "presidente de Cuba" y primer secretario del PCC.

Raúl fue ministro de Defensa durante casi medio siglo, el mismo lapso en que el Partido y el Estado estuvieron dirigidos por su hermano, Fidel Castro, de 85 años, quien está retirado desde 2006 por problemas de salud.

La propuesta de desterrar todo tipo de discriminación --racial, religiosa o de orientación sexual-- abrirá las puertas del Gobierno, del Partido y de las Fuerzas Armadas a los homosexuales, que fueron internados en campos de trabajo en los años 60 y marginados en los 70, forzando a algunos a exiliarse.

El "documento base" de la Conferencia dice que ha habido "poca sistematicidad y voluntad política para asegurar la promoción de mujeres, negros, mestizos y jóvenes a cargos principales" en el Partido, que tiene 800.000 militantes, en un país de 11,2 millones de habitantes.

Raúl ha reconocido como una "vergüenza" que no esté preparada una generación de relevo: de los 15 miembros del selecto Buró Político escogidos en el VI Congreso del Partido, en abril de 2011, sólo tres tenían menos de 65 años.

La Conferencia, que se desarrolla en el Palacio de las Convenciones de La Habana, tiene potestad para cambiar dirigentes del Partido, pero este tema no fue incluido en el "documento base" de discusión.

Tampoco está en discusión que el PCC renuncie al monopolio del poder ni abandone el marxismo-leninismo, sino que cambie su "mentalidad" para dejar atrás los "dogmas y criterios obsoletos", para afianzar las reformas económicas y "preservar" el socialismo.

La Conferencia también busca impulsar el uso de las tecnologías de la información para exponer la "verdad" de Cuba, país donde el escaso debate público se desarrolla en blogs y redes sociales de internet, así como estimular "un periodismo objetivo" en una isla donde todos los medios están bajo control estatal.

"Todo está escrito, lo que hay es que cumplirlo", dijeron varios delegados el sábado, según Granma.

La Conferencia fue convocada por Raúl debido a que el VI Congreso del PCC fue acaparado por la agenda económica. En él fueron aprobados más de 300 "lineamientos" para "actualizar" el agotado modelo económico centralizado.

Desde entonces ha sido ampliado el trabajo por cuenta de privados y se levantó la prohibición de la compraventa de casas y autos, entre otras reformas que buscan dejar atrás dos décadas de crisis económica agudizada por el fin de la ayuda soviética.

Las reformas han ampliado el espacio a la iniciativa privada, pero el Estado todavía controla más del 90% de la economía del país.

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