Enlaces de accesibilidad

La chispa de tren socialista


Es increíble que en el país donde surgió la tradición del buen ron sea tan complicado conseguir una botella del líquido espirituoso sin antes tener los dólares salvadores

Los cubanos de la isla utilizan el alcohol para escapar de la agobiante realidad del castrismo, y como beber una botella de ron representa un lujo que no todos pueden darse, la inventiva criolla creó una nueva marca: La chispa de tren.

Esa chispa de tren, conocida también bajo los jocosos nombres de: “Diente de tigre”, “Saltapatrás”, “El hombre y la tierra”, “Tres pasos” y otros apelativos, la calificó, en uno de sus trabajos, el poeta Raúl Rivero como la “Botella de alcohol de los olvidados”.

Aquellos que no tienen la dicha de trabajar con firmas extranjeras o no reciben remesas de familiares en el extranjero y sólo viven de su salario en pesos cubanos, les resulta prácticamente imposible comprar una botella de ron en las tiendas de dólares.

Es increíble que en el país donde surgió la tradición del buen ron sea tan complicado conseguir una botella del líquido espirituoso sin antes tener los dólares salvadores.

Cuentan viejas crónicas que Fernando de Arritola fue quien primero perfeccionó una caldera de cobre con tubos hervidores dispuestos en forma de cuello de cisne dotada de un serpentín para fabricar un aguardiente superior.

Los seguidores criollos de Arritola ahora usan migas de pan, café, carbón activado y leche cortada para filtrar el alcohol malo de dónde sacan, como también dicen de manera jocosa a la chispa, el “riel reluciente”.

De acuerdo a cifras oficiales el 45,2 de la población mayor de 15 años consume bebidas alcohólicas, entre las edades de 15 a 44 años, y en los últimos años el consumo aumentó de tal forma que el 90,4 por ciento de los cubanos comienzan la ingestión antes de los 25 años.

La avidez en el consumo por parte de los adolescentes y jóvenes en cualquier actividad recreativa y los patrones de conducta, ante el alcohol, asociados en una mayor ingesta con el conocido pretexto de “bajar la botella”, como meta para alcanzar la embriaguez, son realidades de la actual sociedad cubana.

Al parecer los cubanos de la isla llevan al pie de la regla aquello que dijo el poeta Horacio: “No siembres ningún otro árbol antes que la vid junto a las orillas del Tiber, pues Dios depara toda clase de males a los sobrios”.

Esa mayoría de los olvidados, como dice Raúl Rivero, quienes comulgan con la chispa de tren, rezan de manera alegre una nueva versión del credo cuando dicen: “Hágase tu voluntad así en el bar como en las fiestas, la borrachera nuestra de cada noche dánosla hoy y perdona nuestras mezclas, así como nosotros perdonamos la resaca y no nos deje beber cola sin alcohol”...

Lamentablemente, dejan el verdadero credo religioso a un lado y con las borracheras y esa falsa alegría que provoca el alcohol, ocultan la amargura de sus vidas sin libertad bajo el régimen castrista.

La chispa de tren es otro "regalo socialista" que conseguimos los cubanos dentro de estos 50 años de Revolución.

XS
SM
MD
LG