El Vaticano suele esperar cinco años tras la muerte de una persona antes de impulsar su beatificación, pero el Sumo Pontífice confirmó ante el clero de Roma que decidió descartar el plazo tradicional con el fin de acelerar el proceso.
Benedicto Dieciséis hizo el anuncio en la Basílica de San Juan Letrán tras leer una carta en latín del prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el portugués José Saraiva Martins.
El portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls, había declarado el 9 de abril que la decisión de beatificar a Juan Pablo es competencia exclusiva del nuevo pontífice.