El incidente ocurrió un día después que el gobierno de Bahamas rechazó las denuncias sobre abusos presuntamente cometidos en la instalación, donde están detenidos inmigrantes procedentes de Cuba, Haití y otros países de la cuenca del Mar Caribe.
El gobierno de Bahamas informó que los desórdenes comenzaron cuando varios detenidos levantaron barricadas en un cuarto, funcionarios y guardias de Inmigración trataron de removerlos, y entonces los reclusos prendieron un fuego y arrojaron objetos incendiados a las autoridades, las cuales entonces les dispararon balas de plástico.
Por lo menos 5 detenidos amotinados fueron hospitalizados con lesiones y varios funcionarios de inmigración también resultaron heridos.