Lagos, dio a conocer el informe doce días antes de lo esperado y encargó a una comisión especial que recopilara testimonios de las personas que sufrieron los abusos de los aparatos represivos que actuaron bajo la dictadura de Pinochet, entre 1973 y 1990.
El Presidente chileno decidió que quienes acreditaron ante la comisión que sufrieron torturas recibirán, entre otras compensaciones, atención médica gratuita, facilidades para adquirir viviendas y una pensión vitalicia de unos 190 dólares al mes.