Las nuevas medidas entran en vigencia en los 115 aeropuertos internacionales de la nación, catorce puertos marítimos de importancia y numerosos pasos fronterizos.
Funcionarios de aduanas calculan que el nuevo procedimiento, realizado con equipos electrónicos, alargará en menos de medio minuto por persona los trámites de entrada a Estados Unidos.
El programa permitirá a las autoridades de inmigración estadounidenses comprobar los antecedentes penales de los visitantes, lo que se espera sea un disuasivo para potenciales terroristas e inmigrantes ilegales.
La verificación no incluye a los ciudadanos de veintiocho países, principalmente europeos que pueden visitar Estados Unidos sin visa por un plazo de tres meses.