En la sede principal de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), en el Reparto Altamira, en Santiago de Cuba, permanecen algunos de los 27 huelguistas que continúan sin ingerir alimentos como parte de la protesta convocada por la organización desde hace 19 días.
La doctora y activista Nelva Ismarays Ortega, vocera de la huelga, dijo que los casos más preocupantes son Alisanna Lores Furones, de Guantánamo, que es paciente de VIH.
“Ella estuvo hospitalizada hace dos días, a pesar de que le pusieron suero, decidió mantenerse a la huelga y se encuentra en este momento en su casa", explicó.
La esposa del líder de UNPACU, José Daniel Ferrer García, mencionó también a Ferrer, junto a Joel Acosta Gámez, también paciente de VIH y los tres hermanos de la familia Miranda Leyva, entre los casos más delicados.
En el caso de Ferrer "está presentando sensación de vómito y visión borrosa".
La activista denunció que el régimen mantiene el cerco a la sede principal de la organización: “Ayer mismo fueron detenidas varias personas en medio de la calle, también durante todo el día de ayer estuvimos sin ningún tipo de comunicación”.
La doctora aseguró que el martes se presentaron en la sede de UNPACU tres representantes de Salud Provincial.
“Dimos nuestra enérgica respuesta de que no necesitábamos nada del Gobierno. Sabemos que fueron enviados por la Seguridad del Estado", aclaró.
La huelga exige el fin del cerco represivo contra la sede de UNPACU en Santiago de Cuba pero ahora las autoridades cubanas han cerrado con cintas de color negro la cuadra donde se encuentra ubicada, según dijo a Radio Televisión Martí el opositor Ovidio Martín Castellanos, integrante de este organización, quien reside cerca del lugar.
“Pusieron cintas de color negro en las dos esquinas para impedir el paso de automóviles, motos, bicicletas y los transeúntes tengan que frenarse ahí cuando llegan", indicó el opositor.
