Sung, quien dirige el segundo grupo opositor de Taiwán, realizó una gira de una semana a China y firmó un convenio no obligatorio con Pekín que rechaza la independencia de la isla y estipula que el territorio taiwanés es parte de China.
El Consejo de Asuntos Chinos indicó que nadie puede negar a los 23 millones de taiwaneses su derecho a decidir el futuro de la isla. Asimismo, el presidente de Taiwán, Chen Shui Bian, declaró a la prensa que el principio de “una sola China” es inaceptable porque sería como convertir al territorio en un Hong Kong.