Tal vez Cuba haya comenzado a mostrar en este 2014 los primeros signos inconfundibles de cambios, y sea la naturaleza quien dé los primeros pasos, con unos plátanos sumamente raros nacidos al revés en el patio de una vivienda del pueblo costero de Jaimanitas, al noroeste de La Habana.
Desde la calle 242, número 131, entre Primera B y 238, su propietaria, Mayelín Martínez Vargas, ha insistido en hacer pública esta anomalía agrícola: una de sus matas de plátanos parió un racimo que ha crecido en sentido contrario.
Dice Mayelín que la sembró hace dos años y ésta es su primera parición. Todas sus matas de plátanos son normales menos ésta. Al principio pensó cortarla, pero luego la dejó ahí, con su racimo inverso, para mostrárselo a sus amigos y vecinos, algunos de avanzada edad y conocedores del campo, que aseguran tampoco haber visto jamás plátanos así.
Mayelín quería que algún medio de prensa de la isla divulgara el hecho, tal vez como singularidad natural o científica, y también para saber la verdad sobre su extraña mata, que veía en su patio como un mal augurio.
Me invitó a su casa para retratarlos y que escribiera una noticia sobre ellos. Antes de marcharme me preguntó si la noticia saldría en el Granma o en el Juventud Rebelde, pues quería guardarle un ejemplar a su madre, que vive en Bayamo, para cuando la visitara en febrero.
Le dije que estuviera tranquila, pues sus plátanos contrarios los conocerían todas las personas del planeta que tuvieran acceso a Internet. Se puso algo triste; me contó que en Bayamo su familia no conoce lo que es Internet. Pero inmediatamente cambió la cara y se mostró feliz. Exclamó que de seguro lo verían su hermana Nancy en Alemania, su tío Luis, que vive en Miami, y sus suegros, residentes en Oregón, Estados Unidos.
Este artículo fue publicado en Primavera Digital el 15 de Enero del 2014