En un telegrama enviado a las autoridades civiles y religiosas del país, el Pontífice manifestó su dolor por las trágicas consecuencias de este fenómeno natural, que ha causado centenares de muertos y graves destrozos a su paso por el territorio de Estados Unidos.
El Santo Padre señaló que reza por las víctimas, sus familiares y por todas aquellas personas que están trabajando para llevar ayuda a los miles de norteamericanos afectados por el huracán.