El 13 de julio de 1994, unos 70 cubanos intentaron huir en el remolcador. El gobierno de Fidel Castro, que estaba enterado del plan, ordenó hundirlo y tres de sus remolcadores atacaron al "13 de Marzo", que naufragó unas pocas millas al norte del puerto de La Habana.
Los barcos del gobierno de Castro dispararon potentes cañones de agua contra el "13 de Marzo", lo inundaron, y lo embistieron hasta hundirlo. Algunas versiones de prensa y de grupos del exilio y la disidencia sitúan el número de víctimas mortales en 37; otras en 41. Entre los muertos hubo por lo menos 10 niños.
Los barcos que el gobierno cubano utilizó para hundir el remolcador se construyeron en los astilleros holandeses Damen Shipyards, dijo en un comunicado la Fundación Cuba-Futuro en Amsterdam. Esta entidad ha pedido al gobierno holandés que redefina sus relaciones comerciales y de cooperación con La Habana.
"Esta compañía (Damen Shipyards) ha hecho negocios con el régimen cubano desde mediados de los años ochenta, normalmente a través de los subsidios de exportación concedidos por el gobierno en relación con las iniciativas de Cooperación para el Desarrollo", dijo el comunicado de la Fundación.
Cuba Futuro también ha pedido al gobierno holandés — que ocupa actualmente la presidencia de la Unión Europea— que someta "las relaciones de comercio holandesas y europeas con el régimen cubano a un examen crítico" y suspenda "los esquemas de subsidio nacionales al régimen cubano".
Además le pidió que ayude a "aumentar la presión internacional sobre las autoridades cubanas por el asesinato" de los ocupantes del remolcador.
La Organización Interamericana para los Derechos Humanos (perteneciente a la OEA), Naciones Unidas, y otras organizaciones internacionales como Amnistía Internacional, han demandado sin éxito durante los últimos 10 años que las autoridades cubanas expliquen sus acciones de aquella noche del 13 de julio de 1994. El gobierno de Castro ha calificado el hecho como "un accidente".
Por su parte, en Miami grupos del exilio cubano como la Fundación para una Cuba Libre y el Directorio Democrático Cubano promovieron un minuto de silencio para reclamar que se haga justicia. Miami también era escenario de otras vigilias y conmemoraciones.
El Directorio Democrático Cubano informó que actos similares estaban programados en países latinoamericanos como Costa Rica, Argentina y República Dominicana.