El Departamento de Estado, en su informe anual Reportes Nacionales del Terrorismo 2004, presenta un examen panorámico del terrorismo en el Hemisferio Occidental y expresa lo siguiente:
“Desde el punto de vista histórico, el terrorismo en el Hemisferio Occidental ha sido perpetrado por organizaciones que buscan el cambio político interno o por organizaciones criminales que tratan de intimidar a la sociedad y a los gobiernos para que les permitan existir y operar sin contratiempos.
“El enfoque de los grupos terroristas ha sido primordialmente interno. Tan solo en el año pasado, las tres organizaciones que Estados Unidos ha calificado de Organizaciones Terroristas Extranjeras (OTE) — Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas de Autodefensa Unidas de Colombia (AUC) — fueron responsables por el asesinato de aproximadamente 3,000 personas, mayormente ciudadanos colombianos. La sangrienta campaña de cerca de 30 años de Sendero Luminoso en la década de 1980 y principios de 1990, mató a más de 35,000 personas en Perú.
“Los terroristas de la región (América Latina) son cada vez más activos en sus objetivos ilegales trasnacionales, incluyendo narcotráfico, contrabando de armas, lavado de dinero, contrabando en general y falsificación de moneda y documentos oficiales.
El informe del Departamento de Estado de Estados Unidos dice también que los “objetivos blandos, débilmente defendidos”, del Hemisferio Occidental, como la industria del turismo, las grandes comunidades de expatriados americanos, el pujante sector de la aviación y los atareados puertos, así como las sistemáticas disparidades que hay entre los países en materia de seguridad fronteriza, sus sistemas legales y de regulación financiera, y la dificultad en mantener efectiva presencia gubernamental en zonas remotas, presentan objetivos y oportunidades para explotar por parte de los terroristas nacionales y extranjeros.