Rousseff, de 57 años, planeó espectaculares golpes de la guerrilla comunista en los años 60, y sufrió cárcel antes de hacerse economista y aplicar sus dotes de organizadora en el sector energético brasileño.
Empezó su militancia en el trotskismo pero se sumó en 1969 a la maoísta Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares, del guerrillero Carlos Lamarca, un capitán del ejército que disentía con el golpe militar de 1964.
Planificó el robo de una caja fuerte del gobernador Adhemar de Barros, en la que había 2 millones 500 MIL dólares.
El rigor de Rousseff la llevó a polemizar recientemente con Dirceu, quien apoyaba la construcción de una tercera central nuclear para generar electricidad en Brasil, pero ella rechaza hacer esas inversiones en nombre de sus presuntas ventajas económicas.