“Esta es una hora triste en la vida de Estados Unidos de América. Una extraordinaria vida americana ha llegado a su final. Acabo de hablar con Nancy Reagan. En nombre de toda nuestra nación, Laura y yo ofrecimos a ella y a la familia Reagan nuestras oraciones y nuestras condolencias.
“Con su grandeza, Ronald Reagan ganó el respeto de toda la nación y con su bondad también conquistó su cariño. Él poseyó la confianza en sí mismo que acompaña a las convicciones, la fortaleza que viene con el carácter, la gracia que procede de la humildad, y el buen humor que se deriva de la sabiduría. Se va de una nación que él restauró y de un mundo que ayudó a salvar.
“Durante los años del presidente Reagan, Estados Unidos de América puso fin a una era de divisionismo y dudas. Y con su liderazgo, el mundo terminó una era de miedo y tiranía. Ahora, al llevar a su descanso final a nuestro líder, le decimos, te estamos muy agradecidos.
“El siempre nos dijo que a América lo mejor todavía estaba por llegarle. Nosotros nos reconfortamos sabiendo que eso también es cierto en el caso de él. Su tarea está hecha y ahora una población muy luminosa lo aguarda. Que Dios bendiga a Ronald Reagan”.
Por su parte, el Secretario de Estado, Colin Powell, hizo esta sentida declaración:
“Me siento profundamente triste por la muerte del ex presidente Ronald Reagan. El presidente Reagan fue el combustible del espíritu de Estados Unidos de América. Su sonrisa, su optimismo, su fe absoluta en el triunfo final de la democracia y la libertad, y su voluntad de actuar con base a esa creencia, ayudaron a poner fin a la Guerra Fría y dar paso a una fase más brillante de la Historia.
“Tuve el privilegio de prestarle mis servicios como su Asesor de Seguridad Nacional y tuve el orgullo de ser militar durante su presidencia mientras él restablecía el espíritu y la capacidad combativa de nuestras fuerzas armadas.
“El mundo y sus compatriotas americanos serán eternamente sus deudores. El fue único en su clase, un americano genuino.
“En esta hora mi esposa Alma, y yo así como todos nuestros colegas en el Departamento de Estado, nos unimos al dolor de su familia, y en especial al de su amada esposa Nancy.
“Sabemos, como también ellos lo saben, que nuestro amado presidente Reagan se encuentra ahora en un lugar mejor.”