La extensa crónica del principal promotor del Proyecto Varela, que pide al régimen comunista de Fidel Castro que efectúe dentro de lo que la Constitución Socialista establece, un referendo donde el pueblo cubano pueda pedir cambios políticos y sociales que le den libertad y bienestar, expresa que un amigo chileno le había dicho una vez que La Habana “es una ciudad formidable, pero da la impresión de haber sido abandonada hace 40 años...”
El próximo primero de enero se cumplirán 46 años de Castro en el poder y Payá escribe que como su amigo chileno no era turista, pudo visitar lugares situados “más allá de los palacetes consagrados ahora a los extranjeros y vio el interior de las ciudadelas apuntaladas donde se hacinan miles de habaneros que sienten la peste de la orina que circula por las calles. Ven su ciudad, la de los cubanos”, sigue escribiendo Payá, “convertida en un gran barrio marginal en todos los sentidos. En este aniversario de la fundación de nuestra ciudad, como habanero que soy levanto mi voz en defensa de mi ciudad saqueada”, agrega Payá, dirigente del Movimiento Cristiano Liberación.
Recuerda Payá que La Habana se fundó con una misa y dice que “esto es suficiente para recordar la raíz cristiana de esta ciudad y de la nación cubana que, en sintonía con el saqueo físico, sufrió desde el principio el saqueo cultural y el saqueo espiritual de sus habitantes. Sufrió el proceso de descristianización forzoso, el aniquilamiento de todas sus instituciones, la profanación de muchos de sus templos, convertidos en salones de injuria y potreros de la mentira, por la persecución y la apostasía. Hay que reconocer que este saqueo espiritual si se quiere comprender por qué en La Habana hay más prostitución que nunca”.