“Lamentablemente, lo que se sabe es que salieron del país... trataremos... de identificar al país que los haya recibido para que los entregue a la Justicia colombiana”, dijo Osorio.
Los fugitivos son Jim Monaghan, Niall Connolly y Martin McCauley, que un juez dejó en libertad bajo fianza en junio pasado. Se sabe que los tres salieron de la cárcel en un automóvil con los cristales oscuros para disfrutar de la libertad bajo fianza y las autoridades colombianas perdieron su rastro.
La Fiscalía General presentó una apelación contra la decisión de ese juez y los irlandeses tenían la obligación de permanecer en Colombia mientras se producía la sentencia en segunda instancia que se conoció el jueves y que les fue desfavorable.
“En este momento no tengo ningún comentario que hacer sobre eso. Lo que debo decir es que según la información que tengo, ya no están acá”, agregó Osorio en su entrevista con Reuters. Dijo además que no sabía la fecha exacta en que salieron los irlandeses de Colombia y que tampoco sabía en qué país se encuentran como prófugos, pero confió en que puedan ser capturados con el apoyo de la comunidad internacional.
El fallo del Tribunal Superior de Bogotá, además de ordenar el encarcelamiento de los tres irlandeses condenados a 17 años de prisión, los obliga a pagar una multa de 220,000 dólares.
Los irlandeses fueron capturados por el ejército en agosto del 2001 cuando salieron de un territorio que sirvió de sede a las fallidas negociaciones de paz entre la guerrilla comunista Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno de Andrés Pastrana, que entonces era Presidente de Colombia.
Monaghan, Connolly y McCauley negaron tener vínculos con ERI y dijeron que habían ido al mencionado territorio para informarse sobre las negociaciones de paz, pero el dictamen final del Tribunal Superior de Bogotá devolviéndolos a la cárcel desató en Belfast una enérgica protesta del Sinn Fein, aliado político del ERI.