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El verdadero embargo


Una mujer transporta un televisor en un "bicitaxi".
Una mujer transporta un televisor en un "bicitaxi".

Los precios: Un Disco Duro de 500 GB cuesta $380, una CPU Celeron 2.7 HGz tiene el precio de $325 y en la calle $45 o un monitor de 24 pulgadas $675 cuando en el mercado ilegal solo cuesta $120, indaga el bloguero cubano.

Los artículos y accesorios que en el mundo se han convertido en productos de uso común, en Cuba son de tan vieja fabricación que constituyen piezas de museo. Y con precios por los cielos.

Los artículos informáticos que ofertan en las TRD (Tiendas Recaudadoras de Divisa) cuestan el salario de cuatro meses, o el de toda una vida, de un cubano promedio.

Trabajadores del Centro Comercial Plaza Carlos III, en Centro Habana, ofrecieron sus testimonios a cambio de que protegiéramos su identidad.

Expresó un dependiente: "Los precios de los artículos de computación son una burla. Solo una minoría de cubanos podría comprarse una computadora o una tableta. Y no lo hacen en estas tiendas. Los que tienen dinero se van al mercado negro, donde todo es mucho más barato".

"Imagínese usted –comenta otra dependienta–, que una Memoria Flash de 4 GB, que en la calle cuesta unos $6, aquí en Carlos III tiene un precio de $49. Y una de 8 GB, que se puede comprar en el mercado negro por $12, aquí en la tienda vale casi $100".

Ana María Collazo, que trabajó durante 14 años en cargos administrativos en Centros Comerciales recaudadores de divisa, comentó que "el propósito del Gobierno, en todo lo relacionado con productos de informática, es mantener una imagen de vitrina para engañar a la opinión pública sobre sus verdaderas intenciones, que es censurar. La realidad demuestra que la mayoría de la población cubana padece de analfabetismo tecnológico".

Los entrevistados coincidieron en la política del Gobierno de no permitir acceso a la tecnología: "Nosotros tenemos reuniones mensuales con funcionarios donde somos instruidos sobre las medidas que tenemos que adoptar con los productos de mayor demanda, para limitar y obstaculizar la venta".

Javier Marto Portuondo, un informático de 31 años que estuvo contratado como asesor técnico en un almacén de distribución al comercio y el turismo, nos informó sobre la política estatal para el control de la información.

Aseguró Marto Portuondo, que "todos los medios y recursos relacionados con el acceso y desarrollo de la computación y la informática están sujetos al control absoluto del Gobierno.

"Aunque ellos saben que no pueden luchar contra el mercado negro, y que más temprano que tarde el avance de la tecnología satelital, la telefonía celular y la internet destruirán las prohibiciones. Solo es cuestión de tiempo. Pero, mientras, hay mucha gente envejeciendo sin la posibilidad de tener contacto con el progreso".

Graciela Villa-Real Díaz, una joven de 26 años que provee información para la popular página Revolico, opinó que "los pocos productos de cómputo que ofertan las tiendas en divisa son viejos y de mala calidad. Los propios precios te dicen que la intención del Gobierno no es venderlos, sino exhibirlos.

"¿Cómo si no –continuó Villa-Real Díaz– podrías entender que un Disco Duro de 500 GB pueda costar unos $380 en la tienda, cuando en el mercado negro los puedes adquirir por solo $72, o que una CPU Celeron 2.7 HGz tenga un precio de $325 y en la calle lo puedes comprar por $45 o un monitor de 24 pulgadas cueste en la tienda $675 cuando en el mercado ilegal solo cuesta $120?".

Los regímenes totalitarios tienen como prioridad el control de los medios de comunicación y dominar los recursos tecnológicos para impedir el libre flujo de la información.

¡Pero los cubanos inventan! No importa cuántos sean los muros que pueda levantar el régimen cubano, lo que cuenta son los puentes que son capaces de construir los que buscan la libertad.

(Este Artículo apareció originalmente el lunes 19 de enero de 2015, en el blog de asuntos cubanos Cubanet).

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