Enlaces de accesibilidad

El difunto Fidel


Teresa tiene un doctorado en Literatura Latinoamericana por la Universidad de Nuevo México y ha enseñado español, inglés y escritura creativa, y como allá en Taos todo el mundo se acoge al multioficio, también trabaja como reportera freelance para el periódico local, The Taos News, y para el periódico bilingüe de Albuquerque Más New México.

Ha publicado cuatro novelas: A Girl like Che Guevara (Soho Press, 2004, en inglés), Posesas de La Habana (PurePlay Press, 2004), Muerte de un murciano en La Habana (Anagrama, 2006, finalista del Premio Herralde) y El difunto Fidel (Iduna, 2010) que ganó el premio Rincón de la Victoria en España en el 2008. Su colección de cuentos ¡Por culpa de Candela! salió publicada con Floricanto Press en el 2009 y su segunda novela en inglés, Habanera, sale con esa misma editorial en el otoño de 2010.

También ha escrito dos obras de teatro: La hija de La Llorona y Hasta que el mortgage nos separe que se han representado en Chicago con el Teatro Aguijón. Artículos y cuentos de Dovalpage han parecido en publicaciones como Rosebud, Latino Today, Afro-Hispanic Review, Baquiana, La Peregrina, Letras Femeninas, El Nuevo Herald, The Taos News, Más New Mexico y otras.

Con motivo de la publicación, en Miami y en el contexto de la Feria Internacional del Libro, de su novela El difunto Fidel, Armando de Armas realizó la siguiente entrevista a Teresa Dovalpage para MartíNoticas.

MN. El título de su nueva novela me parece formidable porque juega con elementos alegóricos contrapuestos y de indudable garra pues, El difunto Fidel, apunta por un lado a la posibilidad de que Fidel, el otro, haya muerto y, al mismo tiempo, hace un guiño pícaro al infante difunto, es decir, a La Habana para un infante difunto, de Guillermo Cabrera Infante. ¿Está todo eso implícito en su título o estoy fantaseando, fanfarroneando casi?

TD. Siempre me maravilla ver todo lo que los lectores sacan de mis libros, cómo encuentran en ellos ideas en las que yo no había pensado siquiera cuando me senté a escribir…Y es un honor que me hacen, pues para eso se entrega una novela al público: para que cada cual la interprete a su forma y manera, para que cada uno le saque su jugo propio y fantaseé o fanfarroneé a su antojo. Dicho esto, lo cierto es que el título lo tomé de una novela de Pirandello, El Difunto Matías Pascal, una de las mejores obras que he leído sobre el tema de la identidad a la que trato de hacer, con mi difuntito miamense, un homenaje a la cubana.

MN. El protagonista Fidel, o Philip, como se rebautiza, o se reinventa, es un cubano que podemos encontrar en cualquier esquina de la Calle 8 de Miami pero, ¿se basó usted en algún personaje real para construir este isleño transterrado arquetípico?

TD. En Miami hay muchos Fidel (me refiero a mi personaje, claro), de modo que es posible encontrar allí a más de un modelo del protagonista. Creo que es común la tendencia, consciente o no, de reinventarnos la historia personal, de embellecer nuestro pasado, y el hecho de vivir fuera del lugar en que se ha nacido hace más fácil este experimento de creatividad. Pero reconozco que sí me inspiré en un señor en particular (una bellísima persona, por otra parte) a quien conocí en Miami y que me contó "como él se había parado en plena Plaza de la Revolución, en medio de un discurso, para decirle a Castro que… etc." Fue un incidente gracioso que me demostró la inagotable y vehemente imaginación de nuestros compatriotas.

MN. Usted es novelista, dramaturga y columnista de diarios y revistas. ¿Esta trinidad creadora se le manifiesta complementándose entre sí o, por el contrario, cada género de la trinidad es excluyente del otro? ¿Cuál de los elementos de la trinidad prefiere?

TD. Hombre, eso de la trinidad hasta me ha dado escalofríos… ¡qué bien suena! Los géneros literarios no se excluyen; se complementan uno a los otros, se dan la mano y hasta se prestan la ropa y los zapatos. De hecho, El difunto Fidel fue concebido primero como una obra de teatro, Hasta que el mortgage nos separe, que se representó en Chicago por el Grupo Aguijón. Pero los personajes no me dejaban tranquila, así que decidí darles más alimento, más envoltura corporal y trasplantarlos a una novela. Por lo demás, mi labor de columnista es puramente ocasional pero de allí surgen también historias interesantes, algunas truculentas y otras cómicas. Por ejemplo, no hace mucho entrevisté a una curandera local, Patricia Padilla, y ya se me ha colado en un cuento.

MN. ¿Asistió a alguna misa espiritista para la escritura de esta novela?

TD. Ojalá hubiera podido, pero ¿misas espiritistas en Taos? Ni de juego… Espero no haber metido demasiado la pata y que los espiritistas de verdad no me llamen a contar por entrometida y hocicona.

MN. ¿Después de años de exilio como logra trasplantar tan eficientemente el habla popular habanera, viva, de la capital de la isla al lejano, frío y diminuto Taos, y de Taos a Miami, esa suerte de Habana extendida y libertaria?

TD. La lengua materna, con sus expresiones y dicharachos, se pega al cerebro, se incrusta y es muy difícil despegarla. Además, tengo buena memoria… todavía. Y converso frecuentemente con amistades cubanas regadas por el mundo, con quienes me comunico en puro cubano. Pero no te creas, que estoy atrás del palo (frase muy de mi época) con respecto al vocabulario más reciente de la isla. Ayer, sin ir más lejos, aprendí la palabra "miki," que según entendí significa a la moda, súper cool. ¡Tengo que actualizarme!

MN. ¿Más allá del formidable humor con que en su novela están tratados los asuntos de ultratumba cree usted que algo de nosotros sobrevive más allá de la muerte?

TD. Me gustaría pensar que el concepto de la reencarnación cuenta con una base real, pero tengo mis dudas. Tú sabes que dicen que uno escoge el lugar y la época y los padres (¡las madres, sobre todo!) que le tocarán en cada encarnación. Y yo me pregunto dónde tenía la cabeza (la cabeza astral, se entiende) cuando tomé esa decisión la última vez… A no ser que me asignaran lugar de nacimiento y familia sin derecho a reclamación, por deméritos anteriores.

MN. El difunto Fidel recibió el año pasado el V Premio de Novela Corta de Rincón, en España. ¿Por qué decide publicarla con la editorial española Renacimiento y al mismo tiempo con la editorial miamense Iduna?

TD. El caso es que Renacimiento decidió no publicarla este año, y como yo ya tenía culillo (perdona lo familiar de la expresión) por ver el libro impreso, mi agente literaria le pidió permiso a Renacimiento para sacar una edición pequeña en Estados Unidos. Muy amablemente se lo dieron, y aquí está el difunto haciendo de las suyas en las arenas miamenses. A fin de cuentas, en Miami está su público natural, pienso yo.

MN. ¿Cómo se titula su próximo libro?

TD. Se titula Habanera, a Portrait of a Cuban Family y será publicada en diciembre de 2010 por Floricanto Press. Está narrada por una adolescente nacida en 1980 y cubre la historia de Cuba desde ese año hasta la crisis de los balseros de 1994. Decidí escribirla porque no hay muchas novelas en inglés sobre este período y me parece que existe suficiente interés por el tema, más cuando se le aborda desde el punto de vista femenino.

XS
SM
MD
LG