“Consideramos desafortunada la aprobación de la ley antisecesionista“, dijo el portavoz de la Casa Blanca Scott McClellan. “No contribuye a los propósitos de paz y estabilidad en el Estrecho de Taiwán (Estrecho de Formosa)”.
Un día después que el presidente Ju Jintao ordenó que las fuerzas armadas chinas se preparen para la guerra, el parlamento aprobó la ley que autoriza un ataque militar para impedir que Taiwán alcance oficialmente su independencia.
“Esta ley... representa la determinación del pueblo de no permitir que Taiwán se separe de China por ningún medio ni excusa”, dijo Hu Banguó, el segundo hombre de China y presidente del Parlamento. China ha declarado que considera que Taiwán es una provincia suya que está en rebeldía.
En su conferencia de prensa del lunes, McClellan reiteró que Estados Unidos apoya la política de “una sola China” que Pekín ha formulado y dijo que Washington “no apoya la independencia de Taiwán”.
“Nos oponemos a todo intento de modificar unilateralmente el status quo. No queremos ver ningún intento unilateral que aumente las tensiones en la región”, dijo McClellan. El portavoz mencionó la ley de relaciones de Estados Unidos con Taiwan. Esa ley define a Estrados Unidos como un aliado clave de Taipei y establece las bases para que Washington venda armas a Taiwán.
Por su parte, Taipei reaccionó con dureza a la aprobación de la ley, la cual surte efecto inmediatamente. Dijo que esa ley es “una autorización para que China vaya a la guerra”.
La ley Fue aprobada por 2,896 delegados de la Asamblea Nacional Popular. Nadie votó en contra y solamente dos delegados se abstuvieron.
La ley no define los acontecimientos pudieran dar lugar a un ataque chino. Sí plantea nuevas amenazas y condiciones y establece el procedimiento para autorizar la acción militar.
Un importante legislador taiwanés, Chen Chin-Yu, del Partido Progresista Democrático ahora en el gobierno. dijo que Pekín ha ignorado la oposición de Taiwan y que la ley demuestra que China “se siente impotente y no sabe cómo tratar con la democracia y la libertad de Taiwán.
“Podemos ver claramente que Taiwán y China... no son la misma China. Son dos chinas... sea cual sea la ley aprobada, Taiwán tiene su propia soberanía, su propio gobierno, su democracia y es un país”, dijo el legislador.