El portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, indicó que la responsabilidad es del gobierno de La Habana, el cual se ha negado a facilitar soluciones en varios temas que Washington considera importantes.
Algunos de ellos son la aceptación por Cuba de los llamados "excluibles"; la negativa cubana a otorgar permiso de salida a cubanos con educación superior visados por Estados Unidos; la restauración del acceso de los diplomáticos estadounidenses a los emigrantes cubanos repatriados; un puerto de aguas profundas para realizar dichas repatriaciones; y facilidades para el registro de una nueva lotería de visas.
Boucher enfatizó que en las últimas seis rondas migratorias bilaterales Estados Unidos ha planteado cada uno de estos temas, y la parte cubana se ha negado a discutirlos sustancialmente.
El portavoz señaló como condición para una nueva reunión un compromiso del gobierno de Fidel Castro para fijar un temario productivo, incluyendo los cinco asuntos mencionados.