Los 15 manifestantes, entre ellos una mujer y dos extranjeros, se reunieron públicamente en diciembre pasado en la ciudad de Jeddah para demandar elecciones, un sistema de justicia independiente y una nueva Constitución islámica.
Un tribunal religioso les impuso de 100 a 250 latigazos y condenas de 2 a 6 meses de privación de libertad por haber protestado contra el gobierno.
Human Rights Watch expresó su desconcierto ante la decisión judicial, ya que altos representantes de Arabia Saudita habían manifestado en meses recientes la voluntad de adoptar reformas civiles y políticas.