A las once de la noche se hallaba 20 millas (32 kilómetros) al sur-sudeste de La Habana, hacia donde avanzaba con velocidad de 14 millas por hora (22.4 kph) en dirección oeste-noroeste, informó el Centro Nacional de Huracanes en Miami, Florida.
Anteriormente Dennis tuvo vientos de hasta 135 millas por hora (216 kph) y era de Categoría 4 en la Escala Saffir-Simpson con máximo de 5, pero a las 11 PM. se habían debilitado a 110 millas por hora (176 kph) después que la tormenta ciclónica entró en Cuba.
Se esperaba que el huracán llegaría a La Habana más o menos a medianoche del viernes si continuaba sosteniendo la misma velocidad de traslación. No se esperaba que se detuviera. En La Habana se suspendieron las actividades docentes, culturales y recreativas, el transporte público y centros de trabajo prescindibles.
El Presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular, Juan Contino, declaró que los problemas de La Habana con motivo del huracán son muy complejos porque hay una población de dos millones, 200 mil habitantes en 117 kilómetros cuadrados y unas cien mil personas en tránsito.
Subrayó Contino que en La Habana hay 880 lugares críticos: 280 edificios, 302 ciudadelas y unas 300 viviendas individuales cuyo estado de mantenimiento es muy deficiente y podrán derrumbarse con viento fuerte, la lluvia torrencial y las inundaciones. Hay 102,000 viviendas en la periferia de La Habana cuyos débiles tejados de zinc y otros materiales no resisten los vientos de Dennis, dicen los conocedores.
Una recomendación que han hecho las autoridades es que los vecinos de los edificios altos se refugien en los pisos bajos. Hay en La Habana 526 edificios de más de seis pisos.
En su paso por Cuba, Dennis ha dejado un rastro de destrucción y por lo menos 10 muertos. Ha castigado con particular saña las viviendas. Los cuantiosos daños materiales se registran en particular en las provincias de Santiago de Cuba y Granma.
En Cabo Cruz, un pequeño poblado de la costa, solamente quedaban en pie 11 de las 128 viviendas después que pasó el huracán. En Pilón, de 8,300 casas unas 6,000 fueron destruidas total o parcialmente y en el pueblo de Niquero, de 11,776 viviendas, 9,420 sufrieron daños, según cifras oficiales.
Las ráfagas de Dennis ya se sentían en La Habana desde temprano en la noche. En la ciudad muchas edificaciones se hallan en tan mal estado, que los embates de viento y lluvia podrían derrumbarlas. Las autoridades temían que hubiera inundaciones por penetraciones del mar y los aguaceros, así como derrumbes de viviendas.
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