El mecanismo, contenido en la Declaración de Florida, operará con el aporte del secretario general José Miguel Insulza, quien realizará en primera instancia consultas previas con el Consejo Permanente de embajadores de la OEA.
El propósito será elaborar propuestas de iniciativas de cooperaciones oportunas, eficaces, equilibradas y graduales, para acudir en ayuda de gobiernos ante potenciales crisis políticas.
La idea inicial, planteada por Estados Unidos era hacer realidad los beneficios de la democracia, lo que prolongó el desarrollo de la asamblea. El texto final, aprobado por aclamación, no menciona la propuesta como la planteó el país anfitrión.
No obstante, la declaración dice que el Consejo Permanente deberá facilitar la cooperación regional para el fortalecimiento de la democracia representativa y el buen gobierno sobre la base de los informes del Secretario General, y otras organizaciones regionales y de las sociedades civiles.
El Subsecretario de Estado para Asuntos Interamericanos, Roger Noriega, señaló que ahora estaban más preparados para defender la democracia en las Américas. Insulza añadió que se alcanzó un consenso pleno de la forma en que debe llevarse adelante el trabajo democrático.
El Secretario General de la OEA ha recibido también la renovación de su autoridad en el sentido de que podrá plantear al Consejo Permanente las situaciones que pueden requerir acción y deberá presentarle en breve plazo un informe sobre la forma en que se ha aplicado la Carta Democrática Interamericana desde su vigencia en el 2001.
El secretario del organismo regional dijo que hubo mucha discusión, como siempre la hay en estos casos, pero las resoluciones son bastante razonables, y que le parecía satisfactorio el resultado. La próxima reunión se efectuará en República Dominicana en 2006.