México redujo de forma abrupta los envíos de petróleo y combustibles subsidiados a Cuba en los últimos meses, luego de una creciente presión de congresistas estadounidenses —en su mayoría cubanoamericanos— y del endurecimiento del discurso de la administración del presidente Donald Trump frente a los apoyos internacionales al régimen de La Habana.
Una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) revela que, entre septiembre y octubre de 2025, el Gobierno mexicano realizó solo tres envíos de hidrocarburos a Cuba, con un valor aproximado de 70 millones de dólares, una cifra muy inferior a los más de 3,000 millones de dólares enviados entre mayo y agosto del mismo año.
“Estamos hablando de una caída drástica, contundente, que coincide claramente con el aumento de las críticas desde el Congreso de Estados Unidos”, explicó Verónica Ayala, periodista de investigación y autora del reporte, en entrevista con Cuba al Día.
De miles de millones a solo tres cargamentos
De acuerdo con los registros de comercio exterior analizados por MCCI, entre mayo y agosto de 2025 México realizó 58 envíos de combustibles a la Isla, por un valor superior a los 3,002 millones de dólares. En contraste, durante septiembre y octubre apenas se registraron tres cargamentos, con 884 mil barriles de petróleo crudo y 12.8 millones de litros de diésel, enviados desde el puerto de Coatzacoalcos, Veracruz.
“En pesos mexicanos estamos hablando de cerca de 60,000 millones de pesos en el segundo cuatrimestre del año. No es una cifra menor”, subrayó Ayala.
Presión política desde Washington
La reducción coincide con una fuerte ofensiva política de congresistas cubanoamericanos como Mario Díaz-Balart, María Elvira Salazar y Carlos Giménez, quienes han denunciado que los envíos mexicanos “oxigenan” al régimen cubano.
Durante una reciente intervención en el Congreso, Salazar afirmó: “En los últimos cuatro meses, México ha enviado a la tiranía castrista 55 buques petroleros por más de 3 mil millones de dólares. No entiendo la razón. Solo ayuda a que el régimen siga subyugando al pueblo cubano”.
Giménez, por su parte, presentó una denuncia formal ante el Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro, advirtiendo que estos apoyos podrían afectar la renegociación del T-MEC.
Buques sancionados y riesgos legales
La investigación también documenta que parte de estos envíos se realizó utilizando el buque petrolero Sandino, incluido en la lista de sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros, un hecho que podría acarrear consecuencias legales para México.
“No es un asunto menor. El uso de un buque sancionado elevó el tono de las críticas y los cuestionamientos por parte de congresistas y autoridades estadounidenses”, señaló Ayala.
Los envíos fueron realizados tanto por Pemex como por su filial Gasolinas Bienestar, una empresa de carácter privado, según la investigación.
Ayuda humanitaria sin impacto visible
Mientras la presidenta Claudia Sheinbaum ha defendido los envíos como “ayuda humanitaria”, críticos señalan que el combustible no llega a aliviar la crisis energética en Cuba, donde persisten apagones masivos y escasez de alimentos.
“No hay claridad sobre qué pasa con ese petróleo. No se refleja en mejoras para la población cubana”, advirtió Ayala.
La periodista recordó que esta información no es divulgada por los gobiernos, sino reconstruida a partir de plataformas de comercio exterior y rastreo satelital.
Un contexto cada vez más adverso
El endurecimiento de la postura de Washington frente a Venezuela y Cuba coloca a México en una posición cada vez más delicada.
“Seguir enviando combustible subsidiado a Cuba, en este contexto, es una apuesta muy arriesgada”, concluyó Ayala.
Aunque los envíos no se han detenido por completo, la reducción marca un punto de inflexión que podría anticipar mayores presiones diplomáticas y comerciales sobre el Gobierno mexicano en los próximos meses.
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