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Dama de Blanco pide ayuda para encontrar a hijo desaparecido por 10 años


 Un escaparate llama la atención en estos días en uno de los tantos centros comerciales de la capital venezolana, donde los maniquíes, lejos de mostrar nuevas prendas, destacan por las barrigas de las niñas de plástico, una iniciativa de la ONG "Contruyen
Un escaparate llama la atención en estos días en uno de los tantos centros comerciales de la capital venezolana, donde los maniquíes, lejos de mostrar nuevas prendas, destacan por las barrigas de las niñas de plástico, una iniciativa de la ONG "Contruyen

Durante años, Lilia Castañer ha intentado obtener al menos la más pequeña pista sobre el paradero de Omar Rivera. Hace 5 meses, ella llegó a Estados Unidos, con 67 años, a seguir su búsqueda con los recursos económicos y la libertad de movimiento necesarias.

Lilia andaba ocupada en quehaceres del hogar, pero atenta al teléfono. Sabía que, como cada domingo, su hijo Omar la llamaría de España; lo que no sabía era que ese 23 de marzo de 2003 sería la última ocasión en que escucharía su voz.

Omar Rodríguez Rivera Castañer, con 30 años en ese entones, partió hacia Alicante en el 2000, como utilero de una compañía de espectáculos. Aunque su visa expiró, decidió quedarse en España, indocumentado pero con la esperanza de una mejor vida.

En su juventud había practicado deportes: lanzamiento de bala y disco. Pero la mayor parte de su vida adulta la había pasado como chef en hoteles de la capital. Durante los tres años en España de los que su madre puede dar cuenta, Omar trabajó por la izquierda como estibador en almacenes.

Omar Rodríguez Rivera Castañer, con 30 años en ese entonces.
Omar Rodríguez Rivera Castañer, con 30 años en ese entonces.

Precisamente en su última llamada a La Habana, Omar le contó que acababa de perder el trabajo. Ya a mediados del 2004, era evidente para Lilian y el resto de su familia que algo andaba muy mal con Omar.

Durante años, Lilia Castañer intentaría obtener al menos la más pequeña pista sobre el paradero de su hijo, una búsqueda que sería doblemente difícil para Lilia, tras su entrada en el movimiento opositor Damas de Blanco.

La única respuesta de los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba para Lilia fue que contratara a un investigador privado a través de Consultoría Jurídica, una entidad que ofrece servicios legales en moneda convertible.

La fallecida líder de las Damas de Blanco, Laura Pollán, la acompañaría a la Embajada de España en Cuba, con la esperanza de recibir mayor atención. Solo promesas.

Uno de los jóvenes que viajó junto a Omar, José Luis Rodríguez, regresó a Cuba en varias ocasiones. De acuerdo con averiguaciones de Lilian, su hijo y la cuñada de este vivieron juntos por un tiempo. Pero ambos aseguran no saber nada de Rivera Castañer.

Lilia Castañer, dama de blanco, muestra la foto de su hijo desaparecido en España.
Lilia Castañer, dama de blanco, muestra la foto de su hijo desaparecido en España.

Lilian le dio a Rodríguez un poder para que este presentara un reporte de desaparición en la gendarmería de Alicante. En la copia del reporte, la madre encontró que Rodríguez dijo a la policía que Omar había sido hospitalizado para su desintoxicación, un dato que nunca compartió con ella y que se negó a explicar en ocasiones posteriores.

Lilian se resiste a creer que el destino de su hijo esté relacionado con el consumo de drogas y sospecha que tras la desaparición de su hijo y las turbias explicaciones del supuesto amigo se esconden verdades más sombrías.

Hace 5 meses, Lilia Castañer llegó a Estados Unidos, con 67 años, a seguir su búsqueda en un ambiente con los recursos económicos y la libertad de movimiento necesarias.

En las últimas fotos que Lilia conserva de su hijo en Alicante, Omar luce tez trigueña, cabello crespo corto y cuerpo atlético, mide 1.88 metros y pesa unas 200 libras.

La madre ha probado suerte ahora en el consulado español en Miami y en cuanto obtenga la residencia estadounidense planea irse a Alicante a buscar la respuesta que hace ya 10 años permanece sin respuesta: “¿Dónde está mi hijo?”

Por favor, ayúdenme a encontrar a mi hijo que ya yo no puedo más. Yo quisiera antes de morir saber de mi hijo. Es lo único que necesito para que mi espíritu descanse en paz. Estoy desesperada,” pide Lilian con la voz quebrada.

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