Al analizar la visita a Venezuela del presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el periódico dice que el mandatario sigue la política de tener interlocución con el régimen de Chávez, en vez de condenarlo a un ostracismo que reforzaría su relación con Fidel Castro.
El rotativo cuestiona la decisión de Rodríguez Zapatero de firmar el encargo venezolano de patrulleras, corbetas y aviones de transporte militar, y señala que en esa región suramericana sobran las armas, los gastos militares y la violencia.
En principio las fragatas irán desarmadas y los aviones no son de ataque, pero Chávez obtendrá 12 cazabombarderos de Brasil y cien mil fusiles AK-47 de Rusia, para un ejército de 30 mil soldados.
Con esa perspectiva en mente, afirma El País, hay que asegurarse de que las armas no lleguen a las manos de la guerrilla colombiana, ni a impulsar la revolución bolivariana más allá de las fronteras de Venezuela.
Concluye el editorial que el control sobre el tráfico de armas al que se comprometieron el martes los mandatarios de España, Venezuela, Colombia y Brasil, no debería quedar en meras palabras.