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La mejor opción para el verano


Guanabo: los habaneros soportan las colas y viajar apiñados por pasar un día en las Playas del Este.
Guanabo: los habaneros soportan las colas y viajar apiñados por pasar un día en las Playas del Este.

Pese a las largas colas, las broncas, y viajar apiñados, un día en la arena, bañándose en el mar y compartiendo con familiares y amigos no lo supera ninguna otra opción.

“Este mes de agosto está violento”, decía un joven que llevaba largo tiempo a pleno sol, esperando una guagua en la parada de Dolores entre 12 y 13, en Lawton, municipio Diez de Octubre.

Todos los cubanos sabemos que agosto es el mes más caluroso del año, pero en los últimos diez veranos se ha comportado más cálido de lo normal, según datos del Instituto de Meteorología. Este año los pronósticos auguran máximas y mínimas por encima de lo normal en todas las regiones del país.

Y en este caluroso mes de agosto, algunos para refrescar prefieren la playa. A pesar de las largas colas de las guaguas, las broncas, y viajar apiñados, un día tirado en la arena, bañándose en el mar y compartiendo con familiares y amigos no lo supera ninguna otra opción.

Con aguas transparentes y arena fina, las Playas del Este de La Habana no tienen mucho que envidiar a Varadero.
Con aguas transparentes y arena fina, las Playas del Este de La Habana no tienen mucho que envidiar a Varadero.

E incluso hay quienes van a la playa con toda la familia, como Arley y Nora, que no solo llevan toda una comida preparada desde el día anterior, sino hasta una lona vieja y palos de escoba con los que montan una especie de casa de campaña para protegerse del sol, pues Arley afirma que alquilar una sombrilla es caro y difícil, y tampoco quieren arriesgarse a que los niños coman en la calle.

Y es que, aunque en las playas existen algunas ofertas gastronómicas, muchas personas se quejan de que estas no reúnen las condiciones higiénicas necesarias, además de no estar acordes con las posibilidades de sus bolsillos. Es por eso que no son pocos los que optan por llevar en sus mochilas o bolsos algo para comer y un pomo de agua congelada.

A propósito, me recordaba una vecina cómo hace algunos años, cuando veíamos alguna persona con un pomo de agua en la calle, pensábamos que era un extranjero. Ahora, incluso durante todo el año, es frecuente ver a niños, jóvenes o ancianos con sus pomitos, porque hace mucho tiempo en los comercios de Gastronomía no se regala agua a los transeúntes. Cada pomo de 500 ml puede costar 0.50 CUC.

Por todo esto, desde hace algunos años muchos cubanos prefieren pasar el verano en casa, y para ello han creado sus propias condiciones. Algunos, con bañaderas viejas les han preparado a sus pequeños una especie de piscina. Los hay que con gran esfuerzo compran en la shopping una balsa inflable, y otros se “riegan” con manguera los días de agua, en portales, aceras o balcones.

(Publicado originalmente en el número 338 del semanario Primavera Digital, periódico digital independiente fundado en Cuba en 2007. La última edición se aloja en el blog Infierno de Palo debido a divergencias con sus patrocinadores suecos)

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