El portavoz de Desarrollo y Ayuda Humanitaria de la Unión Europea, Amadeu Altafaj, dijo a la prensa que el diálogo político es “un camino difícil” que requiere comprensión y pasos de ambas partes. Dijo que la Unión Europea ya había dado pasos para acercarse al gobierno de Cuba y esperaba que La Habana los diera también. La Unión Europea levantó temporalmente en enero, por iniciativa del gobierno socialista español, las sanciones contra el régimen de Fidel Castro establecidas en marzo del 2003 por el encarcelamiento de 75 disidentes políticos cubanos.
Altafaj calificó de lamentable la expulsión de los dos eurodiputados, Jacek Protasiewicz y Boguslau Sonik, del Partido Plataforma (un grupo del Partido Popular Europeo, que es de derecha).“Llamamos a ambas partes, cubanos y europeos, a ser moderados en sus acciones”, dijo el portavoz
Por otra parte, en Río de Janeiro, Brasil, el Partido Popular de España promovía el jueves una resolución “contra la tiranía cubana” en el seno de la Internacional Demócrata de Centro (IDC) cuyo Consejo Directivo, que preside José María Aznar ya había comenzado a deliberar.
En un seminario paralelo sobre la falta de democracia en Cuba, un diputado del Partido Popular, Jorge Moragas, criticó al gobierno socialista español por haber patrocinado el levantamiento de las sanciones y presiones de la Unión Europea a Cuba. Moragas dijo que España “hizo un papel vergonzoso... desgraciadamente ha tratado de impulsar a la Unión Europea en una dirección equivocada”. En el seminario participaron dirigentes de la oposición interna y del exilio cubano.
El proyecto de resolución que el Partido Popular apoya en la Internacional Demócrata de Centro que se espera será aprobada en la reunión del Consejo Directivo que acaba el viernes con la participación de unos 90 partidos políticos. Además, manifiesta un “incondicional respaldo” a la oposición cubana y lamenta que el nuevo enfoque de la Unión Europea haya provocado un aumento de los presos políticos en Cuba.
Dice también que cuando revalúe la suspensión de las medidas contra Castro, la Unión Europea se haga eco del deterioro real de la situación de los derechos humanos en Cuba y que debe constatar ante la comunidad internacional que “mantiene su compromiso por la libertad y contra la tiranía cubana”.