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Arte y Cultura

G y 23: El performance político 28 años después

 El gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, participa en un juego de Baloncesto en La Habana. EFE
El gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, participa en un juego de Baloncesto en La Habana. EFE

Entrevista con Juan-Si González, artista plástico exiliado: "Fuimos ingenuos. Teníamos la ilusión de que los cambios en la URSS también llegarían por carambola a Cuba".

La artista plástica Tania Bruguera, retenida en la isla desde hace cinco meses por intentar un performance en la llamada Plaza de la Revolución, ha recibido apoyo internacional amplio. Siendo una de las figuras más emblemáticas del arte contemporáneo mundial –arte activista y conceptual–, galeristas y curadores de todo el orbe están pendientes de lo que pueda suceder a la artista cubana, acusada por las autoridades castristas de querer usurpar un espacio público para subvertir el orden.

Nada nuevo bajo el sol de Cuba. Lo que sí es nueva es la distribución y mantenimiento de la noticia a través de las redes sociales, algo con lo que, para su desgracia, no contaron los plásticos cubanos que convocaron al debate de ideas en plazas abiertas en los años 80, cuando en el país se respiraban aires de Perestroika y, según parecía, las cosas podían cambiar. Entonces, sucedió más o menos lo mismo que ahora. Algunos artistas emprendieron el camino del performance (acción teatral enfocada desde la plástica, generalmente reivindicativa) para acercar al transeúnte que habitualmente no entra en galerías de arte. Pero el performance, que suele ser polémico por su naturaleza contestataria, resultó una trampa para aquellos creadores de finales de los 80. Muchos terminaron en prisión o fuera de Cuba, como último recurso de escapatoria.

Documental G y 23 - Parte I
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La realidad se manifestó contraria para la vanguardia. Los estudiantes de Periodismo terminamos en purgas del partido comunista (fue muy acalorado nuestro encuentro en el palacio de gobierno con el dictador Fidel Castro), mientras los plásticos que llevaron el arte a la calle terminaron encarcelados y sus obras decomisadas. Al cabo de 28 años de las redadas "culturales", Martí Noticias habló con uno de aquellos plásticos que pudo escapar milagrosamente de la isla, pero sus compañeros del grupo ART-DE (Arte y Derecho) cumplieron prisión por dos años en cárceles comunes.

Exiliado en Estados Unidos, Juan-Si González recuerda el final de los años 80 todavía con tristeza y frustración. Desde su estudio en Ohio, ofreció testimonios de persecución hacia el arte político, una variante de compromiso social tan natural en el mundo, pero que en Cuba continúa perseguida. La solidaridad de Juan-Si González con Tania Bruguera ha sido inmediata. A pesar de varios intentos, este diario no pudo contactar con los otros fundadores del grupo ART-DE, que viven también en Estados Unidos, excepto el cineasta Ricardo Vega que se exilió en París.

Gracias a la gentileza de Vega, hoy contamos y publicamos en nuestras páginas fragmentos de filmaciones que ellos realizaron y pudieron reconstruir. A la vuelta del tiempo, Vega se ha convertido en un archivero de aquellos años de explosión social, una reacción popular muy vigilada y controlada por el régimen, como se podrá entender.

Juan-Si González se muestra indignado con el video de desprestigio a Bruguera que el castrismo está circulando últimamente en sus redes internas. Ya decíamos, nada nuevo bajo el sol, pero asombra que casi 30 años después la persecución sea idéntica. Es como si lo que ellos hicieron no sirviera de nada, aunque para las generaciones que vivimos la falsa glasnot cubana sí sirvió de reafirmación de que, al menos la vanguardia artística, sí quiso cambiar el rumbo del país.

A continuación ofrecemos la entrevista con Juan-Si González.

El activismo social era visto como panfleto

¿Cómo surgió la idea de hacer arte efímero en el parque de 23 y G? ¿Tuvo algo que ver con la Perestroika?

A finales del 1987 realicé mi primera acción callejera independiente, titulada "El año que viene va a verde todo", que consistía en limpiar las calles con un carro de basura pintado de verde olivo, con un texto en rojo escrito alrededor del tanque que decía eso: "El año que viene va a VERDE todo". Yo estaba vestido con una guayabera blanca; recogía la basura y mientras me desplazaba por la calle 23 loma arriba, entre el Pabellón Cuba y el cine Yara; le repartía a los transeúntes un papel que decía Salud para el arte. Semanas después de esa acción, Jorge Crespo y yo decidimos crear el "Proyecto Imán" y pensar simples acciones de intervención pública que provocaran interacciones espontaneas con los transeúntes. Escogimos acciones que generaran el deseo de sumarse y de participar en otras personas.

Juan-Si González y Jorge Crespo en La Habana en 1987, del grupo Art-De (Arte y Derecho).
Juan-Si González y Jorge Crespo en La Habana en 1987, del grupo Art-De (Arte y Derecho).

Queríamos abrir espacios y, a partir de esa básica idea, comenzamos en el parque de Coppelia, donde siempre había mucha gente. Hablábamos con la gente que nos preguntaban: ¿qué están haciendo?, ¿qué es eso?, ¿eso es alguna actividad artística/cultural? ¿Están autorizados para hacer eso? Les comentábamos sobre la necesidad de crear espacios públicos de intercambio y discusión sobre nuestros problemas cotidianos y sobre el arte y la cultura.

Jorge y yo fuimos detenidos y censurados por esas primeras acciones que hicimos en Coppelia. Nos prohibieron hacerlas bajo la justificación de que en ese parque se reunían muchos homosexuales, delincuentes y vendedores de drogas. Nos dijeron que estábamos incentivando esas actividades ilícitas en Coppelia.

Unas semanas después, nos reagrupamos en el parque de 23 y G, con el nombre provisional de Grupo Re/unión. Ya ahí se sumó al grupo el artista Eliseo Valdés y también muchos otros colaboradores como los escritores Julio Martínez y Alejandro Robles, los artistas César Ernesto González, Magin, Amaury Suárez, Adalberto Roque, Ibrahim Miranda, Santiago Yanes, Reinaldo Batista, Magda Martínez, el cineasta Ricardo Vega, Ramón García, el cineasta Marco A. Abad, el músico Adrián Morales, Reinaldo Batista, Alexis Núñez Oliva y muchos otros, que pasaban cada miércoles por el parque y nos daban su apoyo.

Documental G y 23 - Parte II
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Durante la primera caminata que hicimos, "Tarde de Sandwiches", fuimos nuevamente detenidos. Nuestras piezas fueron destruidas por la policía. Jorge y yo fuimos esposados y nos llevaron hasta la jefatura policial de Zapata. Una semana después, hicimos otro evento que se llamó "Alegato contra la censura" y ese día, luego de un gran debate sobre el tema de la censura, surgió el grupo Art-De (Arte y Derecho).

A partir de este momento, ya estábamos convencidos de que lo más importante no eran nuestros performances individuales, sino el tratar de crear y defender la necesidad de un espacio público de encuentros sostenidos, de intercambios y debates, donde pudiéramos hablar y discutir sin intermediarios oficiales provenientes de las instituciones de arte u otras instituciones de gobierno. Nos parecía sumamente hipócrita seguir hablando de arte y estética, cuando se ejercía el control y la censura, donde el más mínimo acto de disentir o actuar con independencia era condenado. El disidente político o estético era marginalizado, estigmatizado, despedido de su trabajo, excluido del mundo del arte y perseguido por ejercer su derecho a opinar o reagruparse.

A partir de entonces, para nosotros la obra era el fenómeno, lo que sucedía en el parque o en cada evento en términos de intercambio y discusión. Para nosotros la obra era crear esa plataforma pública para la libre deliberación. Al parecer, era imposible entonces y lo sigue siendo hasta hoy.

¿Pero tuvo algo que ver con la Perestroika?

Nadie quería hablar o ser asociado con esa actitud ante la obra. El activismo social era visto como panfleto. Por esa justa razón, nosotros nos quedamos solos, ya que lo hacíamos clara y abiertamente, en términos sociológicos y políticos. Nosotros nos negábamos a ser aduaneros estéticos. Eso nos trajo muchos problemas. Decían que lo que hacíamos no era arte, que no había curaduría ni cuidado formal, que nuestros performances no tenían dramaturgia, que éramos unos arribistas que solo queríamos dar la nota y llamar la atención, y nos comparaban con el grupo Pro Arte Libre, que eran vistos como disidentes.

Cena de despedida. Jorge Crespo, Juan-Si González, Ana Lidia Correa y Marco Antonio Abad (i-d). Meses después, Marco fue detenido mientras filmaba el mitin de repudio contra María Elena Cruz Varela en su casa de Alamar.
Cena de despedida. Jorge Crespo, Juan-Si González, Ana Lidia Correa y Marco Antonio Abad (i-d). Meses después, Marco fue detenido mientras filmaba el mitin de repudio contra María Elena Cruz Varela en su casa de Alamar.

Debido a todo eso, nos fuimos quedando solos, nos separaron y nos convirtieron para el resto de los artistas en lo errado, en lo que no debía hacerse. Eso provocó que nos radicalizáramos, nos alejáramos del mundo del arte, de los artistas y nos vinculáramos más con disidentes políticos. Si te fijas, aquellos eventos que hicimos no están debidamente documentados y quienes lo han hecho con mayor rigor no han sido investigadores cubanos. Han sido Rachel Weiss y Zoya Kokur, justamente por su interés en el carácter sociológico y político de aquellas acciones.

Pero sí. Entre otras, la idea de constituir el grupo Art-De estuvo influenciado por aquellos años de Perestroika. Fuimos ingenuos, ya que teníamos la ilusión de que los cambios en la URSS también llegarían por carambola a Cuba. A partir de 1991, toda una generación se fue de Cuba al ver la reacción represiva por parte del régimen. Yo pude irme a Costa Rica con la ayuda de una amiga y de Amnistía Internacional, organización que me consiguió una visa de cortesía para salir vía Panamá. Meses después, mis amigos de grupo, Jorge Crespo Díaz y Marco A. Abad, fueron detenidos, encarcelados y condenados a dos años de privación de libertad. Nos reencontramos en Miami en 1993.

Campaña oficialista cubana contra Tania Bruguera y activistas de Derechos Humanos
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¿Cómo fueron tratados aquellos artistas por las autoridades del Gobierno?

Fuimos tratados como disidentes, traidores al servicio de la Oficina de Intereses. A mí me expulsaron deshonrosamente de la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, oficialista) y de mi trabajo como ilustrador de La Gaceta. Me invalidaron mi certificado de graduación del Instituto Superior de Arte. Yo trabajaba como profesor de dibujo en el Instituto Superior de Diseño Industrial, de donde también me expulsaron. No podía exhibir dentro de Cuba y mucho menos fuera, así que en 1990, con la ayuda de Néstor Almendros, enviamos dos de nuestras películas independientes al Festival Latino de New York y eso le puso la tapa al pomo. La represión y detenciones se agudizaron, lo cual me llevó a dejar Cuba en 1991.

Marco A. Abad fue a filmar el mitin de repudio contra la poetisa María Elena Cruz Varela en su casa de Alamar. Ese día fue detenido y luego detuvieron a Jorge Crespo. Casi un año después de estar detenidos en Villa Marista, fueron condenados.

Es impresionante y muy frustrante ver que lo que nos ocurrió hace 28 años no sirvió de nada. Hoy el régimen sigue obrando de una manera represiva y mentirosa; solo tienes que ver lo que han intentado hacer con Tania (Bruguera), El Sexto, Ángel Santiesteban-Prats y tantos otros. A nosotros nos dejaron solos, incluyendo a los artistas. Hoy el silencio sigue siendo el mismo. Esa estrategia de dividir a los artistas en relación con sus privilegios y prebendas sigue teniendo efecto.

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Exposición "Patria y Vida. The forbidden Art”, en la semana del Arte de Miami

Luis Manuel Otero Alcántara. (Foto: Facebook)
Luis Manuel Otero Alcántara. (Foto: Facebook)

La muestra "Patria y Vida. The forbidden Art” (El Arte prohibido) se exhibirá durante la Semana de Arte de Miami y contará con más de noventa obras del artista visual y prisionero político Luis Manuel Otero Alcántara.

Según información ofrecida en la cuenta de Facebook del líder del Movimiento San Isidro (MSI), muchas de estas obras han sido creadas en prisión por el artista opositor al régimen cubano.

"Esta exposición parte de la necesidad de no olvidar lo que ha significado el concepto PATRIA Y VIDA para el pueblo de Cuba, parte de la necesidad de no perder la esperanza, pero sobre todo de aferrarnos a ese principio que siempre han defendido Luis y Maykel: “el arte es lo que nos va a salvar”. Y es así", subraya el post.

La frase, título de la canción homónima galardonada con dos premios Grammy Latino, se volvió una consigna de lucha en la isla durante las multitudinarias protestas populares del 11 de julio de 2021, en contraposición al lema oficialista "Patria o Muerte".

En la muestra participan los artistas contestatarios cubanos Anyelo Troya, César Santalo, Julio Llópiz-Casal y Erick Ravelo.

“Para Luis Manuel y Maykel la posibilidad de hacerse presente a través de su obra es una manera de decirle al mundo y a la dictadura que hoy los priva de su libertad, que no importa cuánto intenten opacarlos, siempre seguirán abogando por la libertad de Cuba y las casas justas”.

Otero Alcántara fue detenido el 11 de julio de 2021, durante las protestas populares que estallaron ese día en la isla y, más tarde, sentenciado a 5 años de privación de libertad por los delitos de “ultraje a los símbolos de la patria”, “desacato” y “desórdenes públicos”.

El juicio de Otero Alcántara fue celebrado junto al del rapero contestatario Maikel Castillo Pérez "El Osorbo", miembro del MSI, detenido meses antes. El Osorbo fue condenado a 9 años de prisión.

La exposición “Patria y Vida. The forbidden Art”, será inaugurada el día 6 de diciembre, a las 6:00 PM, en el parque Maurice A. Ferré , del Bayfront Park, cito en el 1075 Biscayne Blvd, Miami, FL, 33132.

Norah Jones cancela sus conciertos en La Habana

ARCHIVO - La cantautora Norah Jones posa para un retrato en el norte del estado de Nueva York el 8 de junio de 2020. Victoria Will/Invision/AP
ARCHIVO - La cantautora Norah Jones posa para un retrato en el norte del estado de Nueva York el 8 de junio de 2020. Victoria Will/Invision/AP

La cantante estadounidense Norah Jones canceló sus presentaciones programadas para febrero de 2024 en La Habana, confirmó este miércoles Danny Heaps, gerente general y fundador de la empresa de espectáculos Dreamcatcher Events, a cargo de la organización de la visita de la artista a Cuba.

"Norah decidió cancelar", aseguró Heaps a Diario de Cuba y ofreció disculpas por la “confusión” que esto pudo generar.

Martí Noticias intentó contactar a la empresa para indagar sobre los detalles de la suspensión pero hasta el momento de publicar esta nota no ha obtenido respuestas.

La compañía, con sede en Nueva York, había eliminado el evento en La Habana de su sitio web de reservas y borrado todas las referencias a los conciertos de sus redes sociales. Tampoco estaba disponible en los canales de la cantante el video y el comunicado en el que promocionaba su viaje.

La semana pasada un artículo del Miami Herald alertaba a los estadounidenses interesados en comprar el paquete que se hospedarían en un hotel perteneciente a los militares cubanos. El Hotel Grand Aston en La Habana es propiedad de Gaviota, entidad perteneciente al conglomerado GAESA que aparece en la Lista Restringida del Departamento de Estado.

No obstante, aclaraban que el Aston no estaba propiamente mencionado en el listado. El hotel fue inaugurado el pasado año y el documento no se actualiza desde enero de 2021. De hecho, este lunes el senador republicano Marco Rubio envió una carta al secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, instándolo a ello.

Rubio explicó que el retraso estaba permitiendo a personas como Norah Jones organizar las llamadas “visitas educativas” para turistas estadounidenses. Tanto “el dictador (Miguel) Díaz-Canel como los integrantes del ejército cubano han aprovechado la situación para crear nuevas entidades para eludir ilegalmente las sanciones existentes y realizar transacciones con industrias privadas de Estados Unidos”, dijo.

Las entradas para el evento de la cantautora, ganadora del Grammy, salieron a la venta por un valor que oscilaba entre los 3.499 y los 8.599 dólares. El precio incluía cuatro noches en el Grand Aston y entradas para los conciertos en el Teatro Martí, ubicado en La Habana Vieja. Promocionado bajo el slogan “Norah Jones Vive en La Habana”, la visita contemplaba además una “clase magistral” de la artista para estudiantes del Instituto Superior de Arte (ISA).

"¡Emocionada de ir a Cuba por primera vez como parte de un intercambio cultural y educativo! Espero conocer más del rico patrimonio musical del país y compartir mi música a través de dos espectáculos en el histórico Teatro Martí el 17 y 18 de febrero", había anunciado Jones en sus redes sociales en noviembre pasado.

La noticia de su visita generó un amplio debate en las redes sociales. Cientos de cubanos le recordaron que en Cuba hay una dictadura y que con su viaje estaba ayudando a financiar la represión.

A inicios de noviembre la escritora cubana Lía Villares, exiliada en Estados Unidos, lanzó una petición en la plataforma Change.org para que Norah suspendiera sus conciertos en la isla.

“El pueblo de Cuba está en un punto crítico donde la atención y el apoyo internacionales pueden marcar una diferencia tangible. Tu influencia, Norah, puede contribuir a la narrativa elaborada por un régimen opresivo, o desafiarla al posicionarte con los valores de libertad y justicia junto al pueblo cubano. Es un momento decisivo para decidir si tu arte se erige como un faro para los oprimidos o si es cooptado en el tapiz de su subyugación. El momento de actuar es ahora, para asegurar que tu legado refleje un compromiso con los ideales que tu música siempre ha parecido encarnar”, explica el texto de la campaña que recogió casi 300 firmas.

Esta semana, cuando comenzaron a circular reportes en medios de prensa sobre la cancelación de la visita de la cantante, las redes sociales se llenaron de memes.

“Próximamente en todas las plataformas, teatrales o no, de La Habana y Gaviota. Un texto de Henrik Ibsen”, comentó en Facebook el artista cubano Julio LLópiz junto a un cartel con la foto de la cantante.

El diseñador y humorista gráfico Alen Lauzán también publicó un cartel titulado “Norah la embarcadora” en la revista Mazzantini, una publicación seguidora de la tradición de la sátira política cubana impulsada por varios artistas emigrados.

Hasta el momento Norah Jones no se ha pronunciado públicamente sobre la cancelación de su viaje a Cuba.

Observatorio de Derechos Culturales de Cuba condena exposición de Kcho en el Vaticano

 Alexis Leyva Machado (Kcho) el 13 de agosto de 2015, en El Romerillo, La Habana. (AP Photo/Desmond Boylan)
Alexis Leyva Machado (Kcho) el 13 de agosto de 2015, en El Romerillo, La Habana. (AP Photo/Desmond Boylan)

El Observatorio Cubano de Derechos Culturales (ODC) condenó la reciente exposición de artista oficialista Alexis Leyva Machado (Kcho) en el Vaticano. La obra, que lleva por título “Un nuevo mundo”, fue inaugurada el pasado 11 de noviembre en el Palazzo de la Cancellería de la Santa Sede.

“Kcho fue diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular en la VII Legislatura. Es uno de los artistas favoritos del régimen, y abanderado de su propaganda”, recordó el ODC en un comunicado que precisa que esta es la tercera ocasión que el artista expone en el Vaticano. La primera fue en 2014 con una muestra llamada “Vía Crucis”, y la segunda en 2018 con otra titulada “Resurrección”.

“La presencia continuada de Kcho en el Vaticano es completamente ilegítima. Estamos hablando de un artista que se ha alineado al discurso demagógico del gobierno cubano, que utiliza a las instituciones culturales para farsear la realidad de lo que está pasando en la isla”, dijo a Martí Noticias la activista y curadora de arte Anamely Ramos, miembro del ODC.

Según declaraciones del propio artista a la prensa estatal, la exposición responde al llamado a “poner el arte al servicio de la humanidad”, realizado por el papa Francisco el pasado 23 de junio.

“Llevan años tratando de vender un país donde se representa muy bien a los artistas e intelectuales cubanos cuando en realidad la política cultural ha sido excluyente desde el minuto cero, con la represión e incluso la cárcel para muchos de ellos”, agregó la activista a nuestra redacción.

En la inauguración de la exposición, patrocinada por la embajada de Cuba ante la Santa Sede y el Dicasterio de Cultura y Educación del Vaticano, estuvo el embajador de la isla, René Mujica, miembros del cuerpo diplomático del régimen acreditado en Roma y el Vaticano, así como varios funcionarios de la Santa Sede.

“Mientras Kcho se codea con la curia pontificia, en supuesta representación del pueblo cubano, como afirma el embajador Mujica, en Cuba hay artistas presos por intentar ejercer su creatividad y sus derechos. Por ello, desde este Observatorio cuestionamos su legitimidad también para representar el arte cubano, y nos oponemos a la instrumentalización del arte por la propaganda y la diplomacia del Gobierno para consolidarse de cara a la comunidad internacional”, cuestiona el comunicado.

Kcho utilizó un casco amarillo que, según él, lo acompaña hace más de una década para sus trabajos “al lado del pueblo” y aseguró que se sentía muy feliz “construyendo una escuela, poniéndole el techo a una casa… Eso me llena, me da una felicidad que nunca ante había experimentado”, dijo en declaraciones a la agencia estatal Prensa Latina.

Para Ramos, lo que está haciendo es jugando con la imagen del artista y prisionero político Luis Manuel Otero Alcántara, quien utilizó un casco similar en señal de protesta tras la caída de un balcón en la Habana Vieja que mató a tres niñas a finales de enero de 2020.

“Él extendió esta protesta por un hecho específico a todas las desgracias que ocurren en Cuba, justamente porque los recursos se desvían hacia el mantenimiento de un poder ilegítimo y no a las necesidades reales del pueblo. La imagen de Luis Manuel caminando con un casco por las calles movilizó a la gente y Kcho lo que hace es subirse encima de ella e intentar desviarla”, acotó.

“Es una estrategia del castrismo, utilizar a personas e instituciones que deben servir al pueblo para generar falsos positivos, para hacer creer que esas son las figuras que representan al pueblo, que esa es la gente que está haciendo cosas en las comunidades, cuando sabemos que no es real. Pero ese discurso los ayuda a tapar a quienes sí lo hacen, a quienes se arriesgan y son criminalizados por ello”, agregó.

La activista recordó que Kcho tiene un centro cultural en el barrio Romerillo, uno de los más pobres de La Habana. “Desde ahí lanza todos estos proyectos 'comunitarios ' que lo que hacen es darle migajas a las personas, pero no sabemos lo que en realidad ganan con eso. Se lavan la imagen unos a otros. No tenemos vías para saber cómo se están creando esos proyectos, cómo se mueve el dinero, qué es lo que va a la gente y qué es lo que no”.

Graduado de la Escuela Nacional de Arte en 1990, Alexis Leyva ha expuesto sus obras en casi todos los espacios artísticos del país y en prestigiosas instituciones internacionales como en el Centro de Arte Reina Sofía.

El artista ha estado envuelto en escándalos por abuso machista y en 2018 habría sido internado en una clínica de desintoxicación por consumo de drogas.

Además, trascendió que estuvo envuelto ese mismo año en un proceso legal por una deuda con el Ministerio de Comunicaciones.

En medio de la polémica que generó todo ello, visitó la tumba del fallecido dictador Fidel Castro y dio una entrevista a la televisora rusa RT en la que se declaró “fidelista”. “Soy así porque mi mamá me lo enseñó”, dijo.

Kcho estuvo fuera de la escena cultural durante aproximadamente dos años. Sin embargo, en 2020 reapareció en el Museo Nacional de Bellas Artes de La Habana con la muestra “En ningún lugar como en casa”.

“Monumento para ser derrumbado”, una obra de Camila Lobón que imagina el fin de la dictadura cubana

Una de las secuencias de "Monumento para ser derrumbado", de Camila Lobón.
Una de las secuencias de "Monumento para ser derrumbado", de Camila Lobón.

La artista cubana Camila Lobón ha imaginado el fin de la dictadura con una serie de fotografías creadas con la ayuda de una herramienta de Inteligencia Artificial (IA).

La obra, titulada “Monumento para ser derrumbado”, recrea una supuesta escultura del fallecido Fidel Castro y el momento en el que el pueblo la derriba.

“Esta obra la hice, específicamente, para un proyecto que estaba organizando el colectivo Forma Foco, un grupo de curadores cubanos radicados en Madrid, en colaboración con la Galería Entre. La idea era, justamente, agrupar obras que, de alguna manera, proyectaran o hablaran del futuro post totalitario en mi país, y que entraran en diálogo con los movimientos de la sociedad civil de los últimos tiempos”, explica la artista visual a Martí Noticias.

“Nos pareció que lo más adecuado era generar una imagen verídica de ese posible futuro de restauración de la democracia en Cuba”, agrega Lobón.

En 2016 el Parlamento cubano aprobó una ley que prohíbe el uso del nombre y la figura de Castro para denominar instituciones, plazas, parques, avenidas, calles u otros sitios públicos. Tampoco pueden ser erigidos en su memoria monumentos, bustos, estatuas y otras formas similares de tributo.

Según afirmó su hermano menor, Raúl Castro, el ex dictador siempre dijo que no quería que le hicieran culto a su personalidad, aunque esto sea, justamente, lo que el régimen ha hecho por más de seis décadas.

Para Camila Lobón “en esa prohibición, en ese deseo de Fidel, se lee también una proyección nefasta de la caída de su imagen en un futuro, como ha sucedido en otros contextos totalitarios”. La artista considera que el régimen aprobó esa normativa para “ahorrarse la imagen de su defenestración pública”.

“Para subvertir eso, y para hacer una especie de acto iconoclasta de restauración histórica, es la idea de crear, precisamente, el monumento que no quería, y hacerle esa especie de ritual público. Es una fantasía que se proyecta como obra de arte, pero con perspectiva de que, realmente, pudiera realizarse algún día”, comenta a nuestra redacción.

Aunque Lobón no había utilizado hasta el momento la IA en su arte, no descarta la idea de emplearla porque “tiene esa magia de poder generar y proyectar de una manera realista y bastante creíble cualquier tipo de escenario posible”.

“Hay una especie de encanto en poder generar imágenes de todos los futuros posibles que nos imaginemos que es muy atractiva y que, evidentemente, funciona para este tipo de obras”, explica.

Lobón, una de las artistas que formó parte del movimiento 27N en Cuba, se exilió en Estados Unidos en 2021, tras las presiones y amenazas a las que fue sometida por parte de la Seguridad del Estado.

“Este ha sido un tiempo muy difícil, con todos los traumas que carga ser una sobreviviente… Ha sido también un tiempo para pensarme de cara a los que no lo han sido, los que no han tenido un destino tan afortunado, pero, al mismo tiempo, pasando por un proceso destructivo”, dice.

“Es como una especie de renacer en el que debes aprender a construirte una vida completamente extraña y nueva. Ha sido difícil pero es también un tiempo en el que uno se fortalece y aprende a salirse de sus propias lógicas. Lo veo como un proceso a largo plazo, en el que no pierdo de vista la persona que quiero ser a nivel intelectual y humano, para poder funcionar y actuar en el contexto cubano”.

La obra de Lobón estará expuesta al público hasta el próximo tres de diciembre, en el Museo de Arte Contemporáneo Belvedere 21, de Viena, como parte de una exposición colectiva sobre la realidad cubana titulada Alibi.

En la exposición participan activistas y defensores de los derechos humanos cubanos como Luis Manuel Otero Alcántara, Kevin Ávila, el grupo Justicia 11J, Carla María Bellido, Raychel Carrión, Liliam Dooley, Mitch EC, José Raúl Gallego, Claudia Patricia Pérez, Luis Alberto Mariño, el Centro de Estudios Convivencia, Ernesto Oroza, Julio Llópiz-Casal, Yimit Ramírez y Ezequiel Suárez.

Artista cubano propone inmersión total en obras de 25 creadores durante Miami Art Week

Connie Bakshi, "My silence would be as stone". VR installation.
Connie Bakshi, "My silence would be as stone". VR installation.

El artista cubano Rodolfo Peraza, creador de la MUD Foundation, propone al público una inmersión total en obras de decenas de artistas, con la exposición Media Under Dystopia WISPer, que se inaugura el próximo 29 de noviembre, marcando el inicio de la Semana del Arte de Miami (Miami Art Week).

La invitación a experimentar las obras, tanto en persona como de manera virtual, con interacción en tiempo real y realidad extendida (XR), permitirá a los participantes convertirse en parte de cada uno de los proyectos.

Los 25 artistas de WISper están unidos en la exploración de la relación entre el Internet, la realidad extendida y la democratización de la creación artística.

Dhiren Dasu aka Shapeshifter7 "Tech High".
Dhiren Dasu aka Shapeshifter7 "Tech High".

Los artistas participantes en la exposición son Gretchen Andrew, Connie Bakshi, Martin Carrillo, Leo Castañeda, Dhiren Dasu, Laurence de Valmy, Richard Garet, José Hernandez, Lans King, Rodolfo Peraza, Amelie Schläeffer, Ariel Baron-Robbins, Angie Amaro, BBraio, cha, Wenjun Chen, AdrienneRose Gionta, Inbar Hagai, Ibuki Kuramochi, Joelle McTigue, Zhou Peng, Denis Rovinskiy, David Sainté, Ryan Seslow y Match Zimmerman.

"En el centro de WISPer está la exploración de cómo la realidad extendida y los puntos de acceso a Internet pueden tejer nuevas conexiones entre diversas comunidades dentro del espacio inmersivo de nuestro MUD Verse, y dar acceso a una comunidad más amplia de artistas y espectadores", aseguró Peraza, nacido en Cuba y asentado en los Estados Unidos.

Los organizadores de la muestra explican que WISPer se deriva de 'Wireless Internet Service Provider' (WISP) y la palabra 'whisper' (susurro), "un concepto que encarna la esencia de la visión de MUD".

Precisamente, una red WISP que abarca los alrededores de la Fundación MUD, localizada en el noreste de Miami, facilita la accesibilidad de las comunidades vecinas al programa de exposiciones.

La muestra está alojada además en el metaverso MUD Verse y en Loop.Onland.io, dos plataformas XR desarrolladas por la fundación, reconocida en 2022 con el premio Knight Foundation New Work y patrocinada, entre otros, por el Fondo Nacional para las Artes (NEA), el mayor programa de fomento artístico de los Estados Unidos.

La Semana del Arte de Miami incluye en esta ocasión las ferias Art Basel Miami Beach, Design Miami, Art Miami, photoMIAMI, AfriKin Art Fair, Aqua Art Miami, Art Beat Miami, Chroma, CONTEXT Art Miami, Fridge Art Fair, INK MIAMI Art Fair, Miami River Art Fair, NADA Miami Art Fair, Pinta Miami, No Vacancy, Miami Beach, Prizm Art Fair, Scope Miami Beach, Spectrum Miami y UNTITLED Art, Miami Beach.

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