Directivos de la comunidad judía de Cuba visitaron al contratista estadounidense preso en la isla, Alan Gross, para compartir la tradicional fiesta de Janucá.
El encuentro se produjo el lunes y se desarrolló por más de una hora y media, dijo el jueves a Prensa Asociada Adela Dworin, presidenta de la Casa de la Comunidad Hebrea de Cuba, quien estuvo acompañada de David Prinstein.
"Encendimos las ocho velas como indica la tradición, y le llevamos los latkes, el plato principal de la festividad y otras golosinas propias de la celebración", detalló también Dworin a la agencia Efe.
Janucá, llamada también la "Fiesta de las Luces" o "Lucernarias", es una manifestación de la festividad del solsticio de invierno, que se celebra alrededor del 22 de diciembre para conmemorar la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía.
La conversación fue afable y giró en torno a temas religiosos y familiares, pues la madre de Gross se encuentra mal de salud, indicó Dworin.
Gross "nos habló de la enfermedad de su madre, que padece un cáncer de pulmón terminal y manifestó que tiene la esperanza de un gesto hacia su persona para poder verla porque es imposible que ella pueda viajar a la isla por su grave estado de salud", como le ha ofrecido el Gobierno cubano.
La directiva judía agregó que Gross "estaba un poco deprimido (porque) quizás tenía la esperanza de que al cumplir los tres años de reclusión hubiera sido liberado", apuntó.
En una fotografía de la visita mostrada por Dworin a Prensa Asociada se veía a la mujer junto a Prinstein y a Gross, sonriente, vestido de guayabera azul y con una hoja en su mano en la cual escribió un mensaje para su esposa: "Yo --un corazón dibujado en rojo-- Juddy". El improvisado cartel estaba escrito en español.
"Me preguntó mucho sobre la comunidad judía y cómo celebramos en la comunidad hebrea la Fiesta de las Lucernarias", refirió Dworin, al tiempo que resaltó el interés de su comunidad por visitarlo para ofrecer su "solidaridad hacia un judío que está cumpliendo una prisión".
Dworin recordó que esta es la octava ocasión que han ido a ver a Gross porque "consideramos que él está lejos de su patria y de su familia y queremos darle un poco de aliento durante una visita espiritual y mostrarle que un judío siempre se ocupa de otro judío, en cualquier condición en que se encuentre".
"Ojalá no tengamos que volver a visitarlo, pero eso no está en nuestras manos", añadió.
Gross, de 63 años, fue arrestado a comienzos de diciembre de 2009 y sentenciado por un tribunal en 2011 a 15 años de cárcel por distribuir material de comunicación a grupos civiles.
El encuentro se produjo el lunes y se desarrolló por más de una hora y media, dijo el jueves a Prensa Asociada Adela Dworin, presidenta de la Casa de la Comunidad Hebrea de Cuba, quien estuvo acompañada de David Prinstein.
"Encendimos las ocho velas como indica la tradición, y le llevamos los latkes, el plato principal de la festividad y otras golosinas propias de la celebración", detalló también Dworin a la agencia Efe.
Janucá, llamada también la "Fiesta de las Luces" o "Lucernarias", es una manifestación de la festividad del solsticio de invierno, que se celebra alrededor del 22 de diciembre para conmemorar la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía.
La conversación fue afable y giró en torno a temas religiosos y familiares, pues la madre de Gross se encuentra mal de salud, indicó Dworin.
Gross "nos habló de la enfermedad de su madre, que padece un cáncer de pulmón terminal y manifestó que tiene la esperanza de un gesto hacia su persona para poder verla porque es imposible que ella pueda viajar a la isla por su grave estado de salud", como le ha ofrecido el Gobierno cubano.
La directiva judía agregó que Gross "estaba un poco deprimido (porque) quizás tenía la esperanza de que al cumplir los tres años de reclusión hubiera sido liberado", apuntó.
En una fotografía de la visita mostrada por Dworin a Prensa Asociada se veía a la mujer junto a Prinstein y a Gross, sonriente, vestido de guayabera azul y con una hoja en su mano en la cual escribió un mensaje para su esposa: "Yo --un corazón dibujado en rojo-- Juddy". El improvisado cartel estaba escrito en español.
"Me preguntó mucho sobre la comunidad judía y cómo celebramos en la comunidad hebrea la Fiesta de las Lucernarias", refirió Dworin, al tiempo que resaltó el interés de su comunidad por visitarlo para ofrecer su "solidaridad hacia un judío que está cumpliendo una prisión".
Dworin recordó que esta es la octava ocasión que han ido a ver a Gross porque "consideramos que él está lejos de su patria y de su familia y queremos darle un poco de aliento durante una visita espiritual y mostrarle que un judío siempre se ocupa de otro judío, en cualquier condición en que se encuentre".
"Ojalá no tengamos que volver a visitarlo, pero eso no está en nuestras manos", añadió.
Gross, de 63 años, fue arrestado a comienzos de diciembre de 2009 y sentenciado por un tribunal en 2011 a 15 años de cárcel por distribuir material de comunicación a grupos civiles.