Los trabajos de restauración del Cristo de La Habana, uno de los símbolos de la capital cubana, finalizaron y el cardenal Jaime Ortega lo bendijo.
Ortega, arzobispo de La Habana, dijo que es como la nueva presencia de Cristo Jesús aquí, ahora, en su imagen para esta Habana nuestra.
La imagen de 20 metros de altura, esculpida en Roma por la cubana Jilma Madera, fue inaugurada el 25 de diciembre de 1958, a orillas del canal de entrada a la Bahía de La Habana sobre la loma de La Cabaña, en el poblado de Casa Blanca, y es visible desde la parte vieja de la ciudad.
Ortega dijo que la restauración ocurre en un camino que se renueva en nuestra patria cada vez más en muchos sentidos, en lo económico, y también en el orden mismo de la presencia de la fe religiosa en la cultura del pueblo.
El cardenal cubano destacó que el Cristo de La Habana es algo realmente novedoso y tan necesario que es la re-inauguración de la imagen, porque significa un nuevo tiempo, una nueva época en Cuba.
Ortega, arzobispo de La Habana, dijo que es como la nueva presencia de Cristo Jesús aquí, ahora, en su imagen para esta Habana nuestra.
La imagen de 20 metros de altura, esculpida en Roma por la cubana Jilma Madera, fue inaugurada el 25 de diciembre de 1958, a orillas del canal de entrada a la Bahía de La Habana sobre la loma de La Cabaña, en el poblado de Casa Blanca, y es visible desde la parte vieja de la ciudad.
Ortega dijo que la restauración ocurre en un camino que se renueva en nuestra patria cada vez más en muchos sentidos, en lo económico, y también en el orden mismo de la presencia de la fe religiosa en la cultura del pueblo.
El cardenal cubano destacó que el Cristo de La Habana es algo realmente novedoso y tan necesario que es la re-inauguración de la imagen, porque significa un nuevo tiempo, una nueva época en Cuba.