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Gobierno cubano se queja del tráfico de personas a través de México


Las críticas del gobierno cubano se limitan a quejarse de la parte mexicana, pero no menciona las acusaciones que pesan sobre un grupo de cubanos residentes en México, casi todos ex miembros del Ministerio del Interior, implicados en una red de tráfico de inmigrantes.

El embajador de Cuba en México, Manuel Aguilera de la Paz, manifestó el desacuerdo del gobierno de la isla con el memorando de entendimiento en materia migratoria entre ambas naciones, pues “las mafias del tráfico de personas” continúan operando en contubernio con organizaciones delictivas, como Los Zetas, para trasladar cubanos a través del territorio mexicano hacia los Estados Unidos.

Las críticas del gobierno cubano se limitan a quejarse las implicaciones de la parte mexicana, pero no menciona las acusaciones que pesan sobre un grupo de cubanos residentes en México, casi todos ex miembros del Ministerio del Interior (MININT), en relación con una red de tráfico de inmigrantes, que mantenía como fachada corporaciones de servicio público.

La cubana Niurka Alba Sáliva Benítez, hija de un coronel retirado del Ministerio del Interior, quien está casada con Gregorio Sánchez, ex alcalde del municipio Benito Juárez, es junto a su esposo, uno de los nombres que encabezan el escándalo, debido a su presunta participación en actividades de lavado de dinero, tráfico de indocumentados y narcotráfico, de acuerdo con reportes de la prensa azteca.

La revista mexicana Proceso publicó en junio pasado un reportaje investigativo que presenta pruebas de la complicidad en estos delitos de más de 80 cubanos nacionalizados mexicanos, que fueron contratados por Sáliva Benítez como asesores y empleados de la presidencia municipal.

Uno de los testigos de las actividades ilegales de este grupo de cubanos residentes en México confesó que Sáliva Benítez se encargaba de comunicarse con sus contactos en Cuba y sus familiares en Estados Unidos, a quienes les pedía 10 mil dólares para sacarlos de la isla. Se sabe también de la participación de cubanoamericanos en estos negocios sucios, eslabones que completaban la cadena con la entrada al territorio estadounidense como destino final.

Este grupo de cubanos – según artículos publicados en la prensa mexicana en 2011- se encargaron además del tráfico de indocumentados rusos y chinos, una vez que sus parientes en Estados Unidos depositaban la cantidad acordada en cuentas abiertas en bancos norteamericanos.

Otro de los implicados en la red de tráfico de indocumentados, es Boris del Valle Alonso, diplomático y ex oficial del MININT, quien fungía como jefe de seguridad e inteligencia del ex alcalde Sánchez, fue acusado de pertenecer al grupo criminal Los Zetas, a quienes brindaba protección e información privilegiada.

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