El Presidente añadió que sigue confiado en que esa nación rica en petróleo se transformará en un faro democrático en el Oriente Medio aunque la senda hacia la democracia en Iraq es larga y difícil y no terminará con la elección del mes que viene para elegir la Asamblea Nacional que redactará la nueva constitución del país.
“Lo que quiero decir es que las elecciones de enero son el comienzo de un proceso y es importante que el pueblo americano lo comprenda”, dijo Bush en la conferencia de prensa. Añadió que la insurgencia iraquí trata de “por todos los medios que puede trastornar el proceso democrático... nadie puede predecir cada curva del camino en meses venideros y desde luego que yo no creo que el proceso va a estar libre de dificultades. Sin embargo, confío en el resultado. Confío en que los terroristas fracasarán y que la elección triunfará”.
Bush sostuvo la conferencia de prensa en la víspera de sus vacaciones navideñas en Camp David primero y luego en su rancho de Texas. Abordó una serie de temas espinosos que tendrá que encarar cuando retorne a Washington en el Año Nuevo para prepararse para su segundo período presidencial.
Habló de “un presupuesto difícil”, prosiguió insistiendo en que el Congreso incluya el sistema de cuentas personales de ahorro en el Seguro Social, prometió nombrar un panel que determine la forma de simplificar el código de impuestos y reiteró su promesa de buscar modificaciones a la Ley de Inmigración para dar legalidad a unos diez millones de obreros extranjeros que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos.
“Queremos que nuestra Patrulla de Fronteras persiga a los delincuentes, ladrones, narcotraficantes y terroristas, y no a la gente decente que viene aquí a trabajar”, dijo Bush. “Por tanto, tiene sentido permitir que la gente buena que venga a trabajar, pueda desempeñar legalmente las labores que los americanos no quieran hacer”, agregó el Presidente.
La conferencia e prensa de 53 minutos de duración se efectuó en medio del creciente escepticismo de la ciudadanía acerca de la forma en que la administración de Bush maneja la guerra en Iraq.
Una nueva encuesta del diario The Washington Post y la cadena nacional de televisión ABC, reveló que la mayoría piensa que el conflicto de Iraq es conducido en forma equivocada y que el Secretario de Defensa, Donald H. Rumsfeld, debe ser separado del cargo.
No tan sólo Rumsfeld ha perdido la confianza de muchos ciudadanos, dice el sondeo, sino que también es criticado por senadores republicanos y otros miembros de la administración de Bush que lo acusan de engañar a las tropas que combaten en Iraq y de evidenciar desinterés con las preocupaciones de los soldados.