Según los analistas, el comienzo de esta tendencia se debe a la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de elevar la producción y también al aumento en los volúmenes de reservas estratégicas de Estados Unidos de América.
El precio promedio del petróleo se encontraba cuatro dólares por debajo del récord de mediados de la pasada semana, cuando alcanzó la cifra histórica de $42.50 por barril.
A partir del próximo primero de julio, OPEP decidió aumentar la producción diaria del crudo en dos millones de barriles adicionales y luego, a partir de agosto, incrementar la extracción del petróleo en otros 500,000 barriles diarios.
Se piensa en los mercados internacionales que aún ante estos incrementos de la producción que buscan la estabilización de los precios por barril, el “factor miedo” que se origina por las condiciones y eventos socio-políticos de algunos de los países productores de petróleo, podría continuar siendo una variable importante para determinar la estabilidad del mercado petrolero global.