El nordeste del país fue la zona más afectada, sobre todo la ciudad de Gonaives donde se han encontrado cientos de cadáveres. El agua de la iunundación llegaba todavía a los tejados, donde miles de personas esperaban rescate.
La cifra de muertos se eleva según pasan las horas. A la dramática situación en Gonaives y en toda la costa nordeste de Haití se unió la preocupación por los 26,000 habitantes de Isla Tortuga, que había quedado incomunicada. Las misiones de reconocimiento no habían podido divisar esa isla y se temía que hubiera sido total o parcialmente barrida por un maremoto causado por Jeanne.
Sin embargo, Dieufort Deslorges, vocero del sistema de protección civil, dijo a la prensa que el gobierno estaba en comunicación con las autoridades de Isla Tortuga y que “nada sucedió allí”.
Elie Cantave, delegado del gobierno en la región de Artibonite a la cual pertenecen Gonaive y Port-de-Paix, dijo que en Gonaives se habían encontrado más de 500 cadáveres, muchos de ellos de niños menores de seis años de edad. "Los equipos de rescate siguen encontrando muertos en Gonaive", dijo Cantave a los periodistas.
Por su parte Deslorges informó que otros 49 cuerpos fueron recuperados en otras poblaciones y ciudades, la mayor parte en el nordeste del país. "Esperamos encontrar decenas de cuerpos más, especialmente en Gonaives, mientras ... retroceden las inundaciones", dijo Deslorges.
La tormenta tropical Jeanne entró la semana pasada en el Mar Caribe, dejando siete muertos en Puerto Rico antes de enfilar a la República Dominicana, donde dejó al menos 18 muertos. La huracán derribó al 90 por ciento de los árboles de Haití, reduciéndose el número de los que se usan para producir carbón vegetal. El país apenas tiene árboles, así que sin raíces ni follaje, no hay nada que impida que el agua y el lodo que arrastre inunden los poblados situados en terrenos bajos.
En la región de Artibonite se encontraban la mayor parte de los cultivos de trigo de haití, pero Jeanne acabó con ellos el pasado fin de semana.