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Cientos de católicos llaman a tomar acción ante colapso económico, político y social en Cuba

Procesión de la Virgen de la Caridad el 8 de septiembre de 2019. AP Photo/Ismael Francisco
Procesión de la Virgen de la Caridad el 8 de septiembre de 2019. AP Photo/Ismael Francisco

Cientos de católicos cubanos han exigido a sus compatriotas importantes cambios en una carta abierta publicada en Internet el 24 de enero.

La misiva alerta sobre la grave situación económica y social que se vive en la isla y demanda entre otras acciones mejores marcos legales para que los abogados puedan trabajar con independencia del control del Estado, se elimine la impunidad del sector de la sociedad afín al gobierno y se proteja las iniciativas políticamente diversas y pacíficas.

La carta firmada por 400 cubanos, algunos de ellos exiliados, exige el reconocimiento de la plena ciudadanía de los cubanos residentes en el exterior para que puedan participar también activamente en la toma de decisiones de la sociedad cubana. "Todo cubano debe poder, desde su residencia en el exterior, participar cívicamente en los destinos de su nación", indica el texto.

Además describe la necesidad de reconocer la existencia de los conflictos y buscar soluciones en pos de lograr la verdadera reconciliación nacional.

Por otra parte hacen un llamado a entender la relación entre amor y verdad y para ello citan un texto del Papa Francisco donde advierte que: "amar a un opresor no es consentir que siga siendo así; tampoco es hacerle pensar que lo que él hace es aceptable. Al contrario, amarlo bien es buscar de distintas maneras que deje de oprimir, es quitarle ese poder que no sabe utilizar y que lo desfigura como ser humano. Perdonar no quiere decir permitir que sigan pisoteando la propia dignidad y la de los demás (…). Quien sufre la injusticia tiene que defender con fuerza sus derechos y los de su familia precisamente porque debe preservar la dignidad que se le ha dado, una dignidad que Dios ama".

También invitan a los cubanos a vivir la verdad en cada decisión de la vida cotidiana: "No colaborar con lo que no creo, no participar de la violencia, los actos de repudio, la delación del hermano. ¿Por qué desfilar cuando no comparto las razones del desfile? ¿Por qué asentir en una reunión cuando no estoy de acuerdo? ¿Por qué callar cuando dentro de mí sé que no están diciendo la verdad? ¿Por qué aplaudir si estoy en desacuerdo? ¿Por qué escuchar a mis miedos y no a mi razón? Vivir en la verdad tiene un precio a veces alto, pero nos hace libres interiormente, más allá de toda coerción externa", concluye el texto.

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El sacerdote camagüeyano Fernando Gálvez, uno de los firmantes, comentó en entrevista con Radio Televisión Martí lo esencial de este mensaje:

"La carta enumera todos los desastres que hay en Cuba ahora mismo y que necesitamos un cambio. Ese es el principal motivo. Y hacemos un llamado a todo el pueblo de Cuba a que alce su voz y diga 'Ya está. Basta ya! Necesitamos un cambio'".

El cura también habló de la urgencia de esta iniciativa: “Que Cuba despierte y nos demos cuenta de la necesidad de hablar y de decir 'ya no más', de decir 'queremos un cambio'. Y ese cambio tiene que ser ahora, porque hay gente que está sufriendo muchísimo. Hay gente que no tiene cómo resolver ni tampoco tiene fuerza para decirlo ni para hacerlo, ni sabe cómo".

En opinión de Gálvez "no se vislumbra una luz de parte del gobierno".

"Ellos están cerrados. No se puede. Entonces necesitamos que sea el pueblo el que alce su voz y diga 'pues entonces necesitamos que se aparten’, declaró el sacerdote.

Para el laico Dagoberto Valdés, la carta es continuidad del mensaje del Papa Juan Pablo II en su histórica visita a Cuba en 1998.

"Así veo este mensaje, escrito en un lenguaje sereno, respetuoso, pero fiel a la realidad que vive la Iglesia que forma parte inseparable del pueblo cubano”, declaró en entrevista con Radio Televisión Martí.

A continuación reproducimos el texto íntegro de la carta.

En honor de nuestra Madre y Patrona, Reina de Cuba, Madre de la Caridad

1. Hermanos cubanos:

Como creyentes en Dios, sacerdotes, consagrados, laicos, como hombres y mujeres de buena voluntad, como cubanos que amamos a nuestra patria y que soñamos un futuro luminoso para ella, enviamos este mensaje, nacido del amor.

Convencidos de que, como nos enseñó el Padre Félix Varela, «no hay Patria sin virtud, ni virtud con impiedad» y que el bien y la paz solo son posibles en la conjugación de la justicia, la misericordia y la verdad.

Deseando, como José Martí, una República donde se rinda culto a la dignidad plena de todo hombre y mujer, independientemente de sus pensamientos, de sus posturas e incluso de sus pecados personales.

Siendo coherentes con nuestra conciencia, que no nos permite permanecer callados de frente a la construcción del presente y del futuro de nuestra nación; porque no queremos ser «personas que se lavan las manos como el gobernador romano y dejan correr el agua de la historia sin comprometerse» [1].

En comunión con el magisterio de los Obispos Católicos de Cuba que, en el número 13 de su reciente mensaje navideño, nos invitan a «que no tengamos que esperar a que nos den desde arriba lo que debemos y podemos construir nosotros mismos desde abajo».

Bajo la inspiración del esclarecedor mensaje de San Juan Pablo II, que hace veintitrés años nos urgió a «ser protagonistas de nuestra propia historia personal y nacional» [2].

Queremos dar voz a nuestros pensamientos y sentimientos: alegrías y tristezas, frustraciones e ilusiones… sabiendo que no son sólo nuestros sino de una gran parte de nuestro pueblo cubano en cada una de las orillas donde palpita el corazón de Cuba, porque somos una única nación en la isla y en la diáspora. «El cubano sufre, vive y espera aquí y también sufre, vive y espera allá afuera» [3].

2. He escuchado el lamento de mi pueblo [4]

La Palabra de Dios es luz para lo que vive nuestra patria hoy.

En el libro del Éxodo, la Biblia nos relata la historia de Moisés, el hombre al cual Dios se manifiesta con la intención de liberar a su pueblo de la esclavitud de Egipto, y al cual le dice: «He visto la aflicción de mi pueblo (…) He oído el clamor que le arrancan sus opresores y conozco sus angustias. Voy a bajar para librarlo (…) Ponte en camino que yo te envío»[5].

Dios ve, escucha y siente con su corazón de Padre lo que vive su pueblo, no le pasan desapercibidos sus tristezas, sus angustias y su clamor. Pero Dios no se detiene en una constatación estéril, sino que expresa su compasión como compromiso.

Sin embargo, la liberación no es obra solo de Dios, o de Moisés; es obra también de un pueblo que se une en torno a la fe y al ansia de libertad. El pueblo tiene que co-implicarse, ponerse en camino, y aprender a vivir en libertad a través de un inmenso desierto que le supone numerosas renuncias, la tentación de preferir ciertas comodidades a la libertad, pensar que el esfuerzo ha sido inútil y de que nunca alcanzarán el futuro que tanto ansían.

Estamos persuadidos de que este texto habla al corazón de nuestra realidad presente. Dios lo conoce todo, nada escapa de su mano. El presente y el futuro de Cuba también están en sus manos. Pero Dios trabaja con nosotros, y nos pide, como a Moisés, actuar nuestra parte de responsabilidad y libertad. Decía San Agustín: «El Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti».

3. He visto…, he oído…, conozco… [6]

Soñar a Cuba y continuar construyendo nuestra sociedad es posible, solamente, si partimos de su realidad. La contemplamos con inmenso amor, como lo hace un hijo con su madre; y también con mirada crítica, como lo hace un hijo adulto que ha renunciado a permanecer como un eterno inmaduro. Ponemos aquí nuestra visión sintética, pues los fenómenos sociales son siempre complejos.

La sociedad cubana es diversa y heterogénea.

No existe ya aquella pretendida y a la vez artificial uniformidad social. En Cuba coexisten diversos estratos sociales y económicos. La presencia de clases sociales y el progresivo ahondamiento de sus diferencias es una realidad palpable y especialmente dolorosa cuando los más pobres sufren los embates de medidas económicas que los dejan desamparados.

Cuba también es diversa desde el punto de vista político e ideológico. Hay un sector afín a la ideología oficial que sustenta el Estado, y también hay numerosos sectores en la sociedad civil con otras orientaciones ideológicas que, aunque no son reconocidas oficialmente, están presentes, algunas de ellas con organización, y ejercen un influjo real en la sociedad.

El acceso a internet y a las redes sociales, aunque limitado y monitoreado, ha roto la barrera estatal que contenía e incluso impedía el flujo de información y la capacidad del ciudadano común para generarla. Precisamente este creciente fenómeno de comunicación social manifiesta que existe una diferencia entre la opinión pública y la opinión oficialmente publicada. Hay una realidad que no se publica, negándola en nombre de la ideología.

Estamos viviendo el colapso de un modelo económico, político y social.

Aunque previsible por fundamentarse en una filosofía que ignora la verdad sobre lo que da sentido pleno al ser humano, el sistema económico, político y social que define los destinos de Cuba desde 1959, ha sido incapaz de evolucionar. Han sido muchas las propuestas para reactivarlo, una especie de cadena interminable de promesas incumplidas de “ahora sí”. A este propósito ya los obispos cubanos alertaban en la carta pastoral «El amor todo lo espera» del año 1993: «Más que medidas coyunturales de emergencia, se hace imprescindible un proyecto económico de contornos definidos, capaz de inspirar y movilizar las energías de todo el pueblo».

La continua promesa incumplida ha llevado a un cansancio y a un escepticismo que cae como una densa nube sobre el cubano de a pie. Éste, a menudo, siente que se hunde en el desaliento por vivir en un país cuyo futuro feliz se aleja, como el horizonte, con cada paso.

Asistimos en este momento a medidas extremas. Las tiendas en MLC y el llamado ordenamiento económico amargan aún más la cotidianidad de este pueblo. Su trabajo no le permite el acceso a comprar dignamente lo que necesita. Vive acosado por un grave desabastecimiento, por precios prácticamente inalcanzables, y por tener que pagar en una moneda extranjera que con su esfuerzo no puede ganar. Esta situación lacera el valor del trabajo y con él, la mismísima dignidad humana. Depender de lo que otros manden del fruto de su trabajo, nos coloca inevitablemente en una situación de mendicidad.

No se puede desligar lo económico de lo político. Como ya lo advertía «El amor todo lo espera» en su número 46, Cuba necesita cambios políticos. Con esta intuición de los obispos cubanos, hoy son muchos los que se comprometen por un cambio pacífico y, lamentablemente, reciben la represión por respuesta. Empeñarse en superar la precariedad y llevar a Cuba a un futuro digno, tiene que pasar por el reconocimiento de la realidad y por la escucha de aquellos que con buena voluntad ofrecen alternativas. La política necesita escuchar a la realidad y partir de ella, de lo contrario se convierte en ideología. Es un absurdo con terribles consecuencias sacrificar la realidad en el altar de una ideología.

La generalización de la corrupción.

La doble moral y la mentira se han convertido en elementos cada vez más habituales de nuestra cotidianidad. La falta de libertad de pensamiento y la censura estimulan la incoherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace. Por otra parte, la casi imposibilidad de vivir sin incurrir en ilegalidades, hace del «mercado negro» un aliado indispensable de la subsistencia y un ámbito dominado por el robo, el soborno y hasta el chantaje. El ambiente de «sálvese quien pueda», donde todo vale, muestra una corrupción que permea prácticamente todos los estratos sociales.

A esto se suma la sensación de que continuamente estamos siendo espiados, de que podemos «caer en desgracia». Esta sensación, confirmada por la delación de la que, como víctimas o testigos, todos tenemos experiencia, siembra la duda, mata la confianza e impide la unidad que, como pueblo, tanto necesitamos. A veces hasta sin culpa alguna, la persona se siente temerosa debido al «excesivo control de los órganos de Seguridad del Estado que llega a veces, incluso, hasta la vida estrictamente privada de las personas. Así se explica ese miedo que no se sabe bien a qué cosa es, pero se siente, como inducido bajo un velo de inasibilidad»7.

La misma voz oficial del Estado ha reconocido la necesidad de rescatar valores, pero no basta decirlo ni amenazar con castigos severos, se necesita poner remedio en las causas, en el origen mismo de la corrupción. Este «poner remedio a la corrupción» pasa, necesariamente, por proteger a la familia y renovar el sistema educativo.

La crisis de la familia: una herida en el alma de Cuba.

El ambiente que vivimos incide directamente en la familia cubana. Muchos hogares se desestructuran por la separación que implican la emigración y las misiones. Frecuentemente, la única vía para mejorar la calidad de vida, tiene como consecuencia la separación de sus miembros.

La frustración económica y la lucha cotidiana y fatigosa por la existencia provocan la pérdida del horizonte moral. La familia cubana, centrada en la sobrevivencia, corre el peligro de cerrarse a la vida. No pocas veces, el anuncio de un hijo, que debería ser un motivo de esperanza y alegría, se convierte en causa de incertidumbre y preocupación, y termina en el aborto.

En el otro extremo del ciclo familiar, los ancianos, tantas veces solos, carecen de una economía que los sustente, a pesar del aumento de las pensiones, además de la ausencia de medicamentos imprescindibles y del necesario afecto.

Es justo reconocer que incluso en medio de la crisis, el pueblo cubano valora la familia y trata de crear caminos de felicidad.

Crisis del sistema educativo.

Aunque el pueblo cubano es alfabetizado, el sistema de educación está en crisis. La subordinación de los intereses educativos al sistema político-ideológico, provoca que el nivel académico haya bajado drásticamente en los últimos decenios. Este sometimiento de la educación a la política explica la mutilación del pensamiento crítico, la imposición de un esquema único de reflexión en el que pocos creen, la precariedad de medios y de personas competentes, la no apertura oficial a otras formas de educación, que se apruebe a estudiantes por conveniencia y que se hostigue y hasta se excluya del sistema de educación superior a aquellos cuyo modo de pensar es distinto al oficialismo.

4. El clamor de mi pueblo.

Vivimos un momento crítico de nuestra historia nacional. Los ensayos oficiales de respuesta revelan que la crisis implica a la estructura misma del sistema, lo cual se ha manifestado de un modo evidente en la negativa a sostener un diálogo abierto y transparente, promoviendo la violencia verbal, psicológica y física, en lugar de buscar un debate realista e inclusivo que exponga las diversas propuestas y conduzca a soluciones evaluables.

Necesitamos superar el autoritarismo, de manera que se evite «la tentación de apelar al derecho de la fuerza más que a la fuerza del derecho» [8] y todos los hijos de esta tierra podamos sentarnos, en igualdad de condiciones, en la mesa de un diálogo nacional, pues Cuba es de todos y para todos los cubanos. No es ético adjetivar la Patria y conceder carta de ciudadanía a unos pocos privilegiados miembros de un partido.

Como ya expresaron los obispos cubanos en su mensaje [9] a propósito de la última reforma constitucional: «Lo absoluto de tal afirmación [sólo en el socialismo y en el comunismo el ser humano alcanza su dignidad plena] que aparece en el texto constitucional excluye el ejercicio efectivo del derecho a la pluralidad de pensamiento acerca del hombre y del ordenamiento de la sociedad (…) cabe recordar la frase de José Martí: Una constitución es una ley viva y práctica que no puede construirse con elementos ideológicos» [10]. Tampoco es ético y sí «muy discutible el valor del castigo para humanizar, sobre todo cuando este rigor se ejerce en el ámbito de la simple expresión de las convicciones políticas de los ciudadanos»[11].

Volviendo al relato bíblico, cuando Dios libera a su pueblo bajo la guía de Moisés, no habla contra los egipcios (los opresores). Ellos, si no se hubiesen obstinado en su maldad, haciéndose esclavos del sistema que habían construido, hubieran podido escuchar también la voz del Padre, porque él «no quiere la muerte del pecador sino que se convierta de su mala vida»[12]. Pero el Faraón persiste en la injusticia y el atropello del pueblo. Aun fingiendo escuchar a Moisés, no cumple el pacto y falta reiteradamente a su palabra, y esto le atrae la ruina y la muerte. De este modo el Faraón y sus ministros, que creen perseguir al pueblo mientras escapa de la esclavitud, quedan atrapados por su propia persecución. Es el drama de la libertad humana cuando se autoerige en dios y termina rendida al pecado. Como dice el Salmo 33: «La maldad da muerte al malvado»[13].

5. Ponte en camino que te envío [14]

El pueblo cubano, aunque lentamente, ha ido superando y desaprendiendo la indefensión. Es un importantísimo camino de empoderamiento y de recuperación de la autoestima social. Es importante que lleguemos a sentirnos más fuertes, que nos convenzamos de que podemos actuar y vivir sin dejarnos paralizar por el miedo, de modo que logremos expresarnos libremente, buscar el bien y la justicia conservando la paz, y ser críticos de nuestra realidad, porque, de hecho, es un deber de todos aportar a la construcción de una Cuba nueva.

Para los creyentes existe un compromiso político-económico-social que brota de la fe, ésta nos lanza al mundo a transformarlo, a humanizarlo según la imagen del hombre pleno que hemos contemplado en Cristo. Como nos dijo Benedicto XVI: «El derecho a la libertad religiosa (…) legitima que los creyentes ofrezcan una contribución a la edificación de la sociedad. Su refuerzo consolida la convivencia, alimenta la esperanza en un mundo mejor, crea condiciones propicias para la paz y el desarrollo armónico, al mismo tiempo que establece bases firmes para afianzar los derechos de las generaciones futuras» [15].

Con el Papa Francisco estamos convencidos de la necesidad de «conversar desde la verdad clara y desnuda (…) ya no hay lugar para diplomacias vacías, para disimulos, para dobles discursos, para ocultamientos, para buenos modales que esconden la realidad»16. En Cuba la democracia no será una realidad mientras la pluralidad y la diversidad de pensamientos no sean aceptadas y respetadas en el proyecto de Nación, sabiendo que la auténtica libertad de la persona «encuentra su plenitud en el ejercicio de la libertad de conciencia, base y fundamento de los otros derechos humanos»[17].

Los gobiernos existen para el pueblo y por el pueblo. Así como un ciudadano común tiene derechos y deberes, del mismo modo los tiene el Estado. Es hora de superar la falacia de que debemos agradecer lo que son deberes del Estado. Salud, educación, bienestar social, paz civil, ocio y recreación, democracia y libertad de expresión… entre otros, no son regalos sino derechos y el Estado existe para garantizarlos.

Necesitamos con urgencia:

– Mejores marcos legales. El hecho de que no existan bufetes de abogados que trabajen con independencia del control del Estado, promueve la impunidad de un sector de la sociedad afín al gobierno, a la vez que pone en peligro cualquier iniciativa políticamente diversa y pacíficamente presentada.

– El reconocimiento de la plena ciudadanía de los cubanos residentes en el exterior. Significa que estos puedan participar también activamente en la toma de decisiones de la sociedad cubana. Como acontece a todos los ciudadanos de cualquier país democrático, todo cubano debe poder, desde su residencia en el exterior, participar cívicamente en los destinos de su nación.

– Entender lo que significa la reconciliación nacional. Como pueblo, tenemos heridas y conflictos no resueltos. Queremos reconciliarnos para vivir bien y en paz, y esto solo será posible reconociendo la existencia de los conflictos y buscando la solución en medio de ellos. «Cuando los conflictos no se resuelven sino que se esconden o se entierran en el pasado, hay silencios que pueden significar volverse cómplices de graves errores y pecados. Pero la verdadera reconciliación no escapa del conflicto sino que se logra en el conflicto, superándolo a través del diálogo y de la negociación transparente, sincera y paciente»18.

– Entender la relación entre amor y verdad. Un error común es pensar que la predicación del amor excluye el decir la verdad en su realismo dramático. Jamás será prudencia torcer la verdad o reconocerla solo parcialmente. En la carta encíclica Fratelli Tutti el Papa Francisco nos advierte que: «No se trata de proponer un perdón renunciando a los propios derechos ante un poderoso corrupto, ante un criminal o ante alguien que degrada nuestra dignidad. Estamos llamados a amar a todos, sin excepción, pero amar a un opresor no es consentir que siga siendo así; tampoco es hacerle pensar que lo que él hace es aceptable. Al contrario, amarlo bien es buscar de distintas maneras que deje de oprimir, es quitarle ese poder que no sabe utilizar y que lo desfigura como ser humano. Perdonar no quiere decir permitir que sigan pisoteando la propia dignidad y la de los demás (…). Quien sufre la injusticia tiene que defender con fuerza sus derechos y los de su familia precisamente porque debe preservar la dignidad que se le ha dado, una dignidad que Dios ama»[19].

– Optar por la verdad. Necesitamos vivir la verdad en cada decisión de la vida cotidiana. No colaborar con lo que no creo, no participar de la violencia, los actos de repudio, la delación del hermano. ¿Por qué desfilar cuando no comparto las razones del desfile? ¿Por qué asentir en una reunión cuando no estoy de acuerdo? ¿Por qué callar cuando dentro de mí sé que no están diciendo la verdad? ¿Por qué aplaudir si estoy en desacuerdo? ¿Por qué escuchar a mis miedos y no a mi razón? Vivir en la verdad tiene un precio a veces alto, pero nos hace libres interiormente, más allá de toda coerción externa. Vivir en la mentira es vivir en cadenas y como alecciona el Himno de Bayamo: «En cadenas vivir, es vivir en afrenta y oprobio sumidos».

6. Miren que realizo algo nuevo, ya está brotando, ¿no lo notan? [20]

Esta opción fundamental por vivir en la verdad y en la libertad nos descubre nuestro real poder como ciudadanos. Somos un gigante dormido que puede hacer que Cuba cambie, basta despertar. Los que cierran sus ojos ante la aflicción de este pueblo, los que se empeñan en que Cuba no cambie, tienen el poder que le hemos concedido pensando que no podemos hacer nada. Algunos esperan el cambio desde arriba, otros aspiran que llegue una especie de líder mesiánico que arregle todo; sin embargo- ya lo hemos dicho- el cambio empieza por nosotros, por nuestro interior.

Emprendamos el camino, dejemos de escuchar nuestros miedos, creamos en nuestra fuerza como pueblo. Es importante que nos convenzamos de que sí podemos hacer algo y de que por humilde que parezca, nuestro aporte es poderoso. Reza un proverbio italiano que «si un pequeño hombre en su pequeño mundo, hace una pequeña cosa, el mundo cambia». El primer paso debe ser vaciarnos de odio, porque nada bueno puede construirse sobre el odio. Nuestra primera victoria será «que no tenemos odio en el corazón»[21].

Vacíos de odio, renunciamos absolutamente a la violencia, a la agresión incluso verbal, a la calumnia, a los métodos de los que hoy son víctimas los que proponen un camino nuevo para Cuba. Son métodos caducos e indignos de esa nueva Cuba que empezamos a construir. Una nueva Cuba debe ser humana y humanizadora de sus ciudadanos. Nuestro camino no tiene nada que ver con el odio y la violencia; y sí con una unidad que no excluye. El cambio bueno y necesario no es posible si permanecemos divididos. Urge deponer intereses particulares y pensar proyectos y destinos comunes.

Rompamos las cadenas, las peores son las que llevamos en la mente y el corazón. Optemos por la verdad, y actuemos como hombres y mujeres que ya son libres. «La conquista de la libertad en la responsabilidad es una tarea imprescindible para toda persona»[22]. Escuchemos nuestra conciencia y empujemos con cada palabra y con cada acción en la dirección correcta de la historia, en la dirección de la libertad de esa Cuba nueva y feliz que ha comenzado a ser realidad en nosotros.

7. Epílogo

Hemos compartido esta reflexión en el respeto y la valoración de aquellos hombres y mujeres de buena voluntad que en el ejercicio de su libertad han decidido no profesar la fe y que también comparten nuestros deseos de renovación, conscientes de que la realidad nos interpela a todos y de que una Cuba para el bien de todos solo se puede edificar desde el aporte sincero de cada uno.

Nosotros, como creyentes, consideramos que es momento, como pueblo, de volver a Dios. Este pueblo, hace muchos años, le dio la espalda a Dios, y cuando un pueblo le da la espalda a Dios, no puede caminar. Como decía San Agustín: «Cuando uno huye de Dios, todo huye de uno». Y nosotros huimos de Dios, y le dimos la bienvenida a los ídolos, a aquellos que nos prometieron un mundo mejor sin Dios, desoyendo también a Martí que advertía que «un pueblo irreligioso morirá, porque nada en él alimenta la virtud»[23]. Sí, es momento, como pueblo, de volver el rostro a Dios, y de volver a escuchar en la zarza ardiente sus esperanzadoras palabras:

«He visto la aflicción de mi pueblo… He oído el clamor que le arrancan sus opresores y conozco sus angustias. Voy a bajar para librarlo… Ponte en camino que yo te envío». [24]

En Cuba, a 24 de enero de 2021
XXIII aniversario de la Misa de San Juan Pablo II por la Patria, en Santiago de Cuba

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Casi 18 mil cubanos llegaron a la frontera de EEUU en abril

Migrantes que buscan ingresar a Estados Unidos intentan cortar una cerca de alambre de púas instalada por la Guardia Nacional de Texas en la frontera con Ciudad Juárez, estado de Chihuahua, México, el 13 de mayo de 2024. (Foto de HERIKA MARTINEZ / AFP)
Migrantes que buscan ingresar a Estados Unidos intentan cortar una cerca de alambre de púas instalada por la Guardia Nacional de Texas en la frontera con Ciudad Juárez, estado de Chihuahua, México, el 13 de mayo de 2024. (Foto de HERIKA MARTINEZ / AFP)

En abril, un total de 17.870 inmigrantes cubanos fueron registrados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus iniciales en inglés).

Se trata del mes con el menor número de llegadas en lo que va de año fiscal 2024, en el que se certificó el arribo de 144.378 cubanos.

En abril de 2024, la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos registró 128.900 encuentros entre puertos de entrada a lo largo de la frontera suroeste, la cifra representa un 6% menos que los registros de marzo de 2024 y un 30% menos que los de abril de 2023.

“Como resultado de una mayor vigilancia, los encuentros en la frontera suroeste no han ido en aumento, revirtiendo tendencias previas. Seguiremos monitoreando los patrones migratorios, los cuales cambian de manera constante”, dijo Troy Miller, comisionado en funciones de la CBP.

En abril, las autoridades estadounidenses permitieron el ingreso de 41.400 personas en los cruces fronterizos con México por medio de la aplicación de citas en línea CBP One, con lo cual la cifra total de ingresos ascendió a más de 591.000 desde que se introdujo este sistema en enero de 2023.

En el caso del parole humanitario, se han beneficiado 91.000 cubanos.

Este mes la Administración Biden anunció nuevas restricciones a la política de asilo, otorgando más poder a los agentes federales de inmigración para conceder o no las peticiones y acelerar las deportaciones.

"Esta regla permitiría expulsar más rápidamente a aquellos que están sujetos a las prohibiciones y representan un riesgo para nuestra seguridad nacional o pública", dijeron las autoridades estadounidenses.

La ley federal "prohíbe el asilo y la suspensión de la expulsión a personas que representan un riesgo para la seguridad nacional o pública, específicamente aquellos que han sido condenados por un delito particularmente grave, participaron en la persecución de otros, son inadmisibles por motivos de seguridad nacional o relacionados con el terrorismo, o para quienes existen motivos razonables para considerarlos un peligro para la seguridad de los Estados Unidos".

Anteriormente, la determinación de elegibilidad para el asilo se daba en una etapa posterior del proceso: en la etapa de adjudicación de méritos de las solicitudes de asilo y de retención de expulsión, pero en lo adelante, los funcionarios de asilo esto ocurrirá pocos días después de que se encuentra a una persona.

"La regla propuesta que hemos publicado hoy es un paso más en nuestros esfuerzos continuos para garantizar la seguridad del público estadounidense identificando y eliminando más rápidamente a aquellas personas que presentan un riesgo de seguridad y no tienen base legal para permanecer aquí", dijo el Secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas.

Dos cubanos salen en defensa de las polémicas mipymes

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A uno le negaron el Parole pero otra alta dirigente entró por CBPOne por “miedo al socialismo” (VIDEO) 

 Arelys Casañola Quintana recibió múltiples premios y reconocimientos tras renunciar a su cargo para irse al extranjero.
Arelys Casañola Quintana recibió múltiples premios y reconocimientos tras renunciar a su cargo para irse al extranjero.

Mientras a Liván Fuentes Álvarez, ex presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular en la Isla de la Juventud le negaban el parole humanitario para entrar a Estados Unidos, su antecesora en el cargo, Arelys Casañola Quintana, se instalaba en Kentucky tras pedir asilo el 20 de abril de 2024 en la frontera sur, mediante la aplicación CBPOne en la que alegó “miedo al socialismo”, según conoció Martí Noticias.

Casañola Quintana fue presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular en la Isla de la Juventud entre 2012 y 2018 y diputada al parlamento cubano. Antes, fue dirigente de la Federación oficialista de Mujeres Cubanas, jefa en la Unión de Jóvenes Comunistas y otras empresas estatales, e incluso llegó a graduarse en la Escuela Superior del Partido Ñico López con especialidad en Defensa Nacional.

Un reporte de la prensa local en 2018 da cuenta de su “liberación por petición propia” de sus cargos, debido a que permanecería “por un largo período de tiempo en el exterior, que la imposibilita cumplir las tareas asignadas”.

"Numerosos reconocimientos de organismos y organizaciones recibió, entre ellos la réplica del buque Pinero, atributo de mayor rango que otorga la Asamblea Municipal del Poder Popular", reseñó entonces el Periódico Victoria.

Arelys Casañola Quintana, al centro, se despide de su cargo como presidenta del Poder Popular Municipal. Detrás, Liván Fuentes Álvarez.
Arelys Casañola Quintana, al centro, se despide de su cargo como presidenta del Poder Popular Municipal. Detrás, Liván Fuentes Álvarez.

La ex dirigente no quiere hablar de su pasado comunista

Casañola Quintana, de 56 años, viajó a México con su hijo Fidel Alejandro Espinosa Casañola y durante meses esperaron su cita de CBPOne, la única vía legal para pedir asilo en la frontera estadounidense. Medios independientes habían reportado su presencia en México, pero aún así logró obtener su cita y entrar a Estados Unidos alegando “miedo al socialismo”, dijeron fuentes cercanas a la exfuncionaria, que fueron consultadas por Martí Noticias.

Mediante las citas programadas en CBPOne han entrado a Estados Unidos más de 500,000 inmigrantes, quienes alegan miedo a regresar a sus países por persecución y en teoría deben pelear un asilo en cortes norteamericanas.

Madre e hijo eliminaron sus perfiles de Facebook tras ser contactados por Martí Noticias para esta historia.

Un perfil a nombre de Casañola Quintana en la red social X fue muy activo en compartir propaganda favorable al régimen cubano hasta mayo de 2023.

Martí Noticias conversó telefónicamente con un familiar de Casañola Quintana, quien confirmó que ella entró a Estados Unidos por CBPOne y que no quiere hablar con la prensa sobre su pasado comunista.

Recientemente Martí Noticias reveló en exclusiva cómo le fue negada la entrada a Estados Unidos a Liván Fuentes Álvarez, quien trabajó mano a mano con Casañola Quintana, primero como vicepresidente de la Asamblea Municipal en Isla de Pinos y luego la sustituyó cuando ella decidió irse al extranjero.

Arelys Casañola Quintana recibe un reconocimiento con el rostro de Miguel Díaz-Canel, dictador designado de Cuba.
Arelys Casañola Quintana recibe un reconocimiento con el rostro de Miguel Díaz-Canel, dictador designado de Cuba.

Reacciones ante su llegada a Estados Unidos

“Ella iba por los pueblos pidiéndole a la gente que confiara en la revolución y el socialismo. Pedía mano dura contra las ilegalidades. Hablaba maravillas de Fidel, de Raúl y de Díaz-Canel y mira dónde está ahora. Todo el mundo está indignado en la Isla ¿Cómo pueden dejar entrar a Estados Unidos alguien así?”, dijo María Antonia Guerra desde la Isla de la Juventud.

El activista Ramón Salazar, reprimido por manifestarse el 11 de julio de 2021, dijo a Martí Noticias que es una “vergüenza” que se le permitiera la entrada a EEUU a alguien “con esas credenciales”.

“Queremos ponerle asunto a las autoridades migratorias de Estados Unidos para hacerle llegar que esta señora, en el tiempo que estuvo como presidenta del Poder Popular, ordenó y participó en actos de repudio en contra de opositores y también es miembro del Partido Comunista de Cuba”, dijo.

“Pedimos que se analice su caso y sea devuelta a territorio cubano. Disfrutó de los beneficios de la dictadura y ahora también quiere hacerlo con Estados Unidos de Norteamérica”, insistió Salazar, quien preside el opositor Partido Autónomo Pinero.

Arelys Casañola Quintana y su hijo Fidel Alejandro Espinosa Casañola eliminaron sus perfiles en redes sociales.
Arelys Casañola Quintana y su hijo Fidel Alejandro Espinosa Casañola eliminaron sus perfiles en redes sociales.

¿Quién tiene derecho a pedir asilo?

Según el derecho estadounidense e internacional, cualquiera que llegue a Estados Unidos puede solicitar asilo, dijo el abogado Ángel Leal.

“Las leyes actuales permiten que cuando cientos de miles de personas cruzan la frontera estadounidense puedan buscar esa protección. Es la sección 208 del Código de Inmigración”, dijo Leal.

Para ganar un caso de asilo, el inmigrante debe demostrar persecución o temor a ser perseguido por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social particular u opinión política.

De acuerdo con fuentes cercanas a Casañola Quintana, las autoridades le entregaron un Formulario I-94, considerado un Registro de Entrada al país.

El Departamento de Seguridad Nacional expide este documento a los extranjeros que son admitidos, a los que están en proceso de ajusta su estatus en EEUU o a quienes extienden su estadía.

Con el Formulario I-94 podrá obtener un Parole que le permitirá acogerse a la Ley de Ajuste Cubano, al año y un día de llegar a EEUU y hacer su camino a la residencia permanente.

“Su residencia y ajuste de estatus dependerá de si es admisible o no y hay un sinnúmero de motivos por la que la podrían descalificar, por ejemplo delitos contra la moral, fraudes migratorios o la pertenencia a un partido totalitario. En el caso de Cuba tanto la pertenencia a la Unión de Jóvenes Comunistas como el Partido Comunista podrían impedirle hacerse residente”, añadió Leal.

De acuerdo al abogado, quienes participaron en un partido político totalitario deben esperar al menos cinco años para obtener la residencia permanente y en el caso de la ciudadanía deberá demostrar al menos 10 años de no tener vínculos con este tipo de organizaciones.

A Cuba no la representa la élite militar que habla en Naciones Unidas, advierte Carolina Barrero en la Cumbre de Ginebra

Carolina Barrero en la Cumbre de Ginebra, el 15 de mayo de 2024. (Plataforma X).
Carolina Barrero en la Cumbre de Ginebra, el 15 de mayo de 2024. (Plataforma X).

La activista cubana Carolina Barrero exhortó el miércoles en la Cumbre de Ginebra por los Derechos Humanos y la Democracia, que los países miembros de las Naciones Unidas “dejen de creer en el mito de la Revolución Cubana”, ya que el régimen oculta su realidad cuando habla “de sus buenas intenciones, de su preocupación por el bienestar de los vulnerables y de su capacidad de reforma honesta”.

El régimen “es el mal disfrazado, que solo te usará para esparcir las semillas de la tiranía”, advirtió la activista de los derechos humanos, quien participó en las protestas del 2021 contra el gobierno y fue presionada a irse de Cuba en enero del 2022.

En 2021, pasó la mayor parte del tiempo “bajo arresto domiciliario, vigilada de cerca dentro de un apartamento que se convirtió efectivamente en una prisión”. El objetivo de la Seguridad del Estado era “quebrarme, escudriñando todos los aspectos de mi vida, utilizando la vigilancia como arma”.

Carolina Barrero: "Cuba son sus presos políticos, los exiliados, las valientes madres..."
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“Esto es familiar para muchos en los países de la antigua Unión Soviética”, señaló, pues son “las mismas técnicas utilizadas por la Stasi y la KGB”. Tras el colapso de la Unión Soviética, dijo, “Cuba se convirtió en su guardián en América Latina y extendió las técnicas totalitarias por países como Venezuela, Nicaragua y Bolivia”.

La protesta del 11 de julio del 2021, destacó Barrero, “marcó un punto de partida en nuestra historia”, ya que cientos de miles de personas salieron a las calles “para exigir libertad y el régimen respondió con una violenta represión”.

Miles fueron encarcelados, enfrentándose a largas condenas sin un juicio justo. "Muchos otros se vieron obligados a exiliarse”, lamentó la activista.

También criticó con dureza el respaldo de Cuba a Rusia. Recordó que el gobernante Miguel Díaz-Canel celebró el Día de la Victoria en Moscú junto a Putin, apoyando la guerra contra Ucrania. Eso ocurrió mientras el ejército cubano “engaña a miles de jóvenes para que luchen en esta guerra con falsos pretextos, tratándolos como peones desechables en estrategias geopolíticas”.

“Quiero ser muy clara”, recalcó. “Es el régimen el que apoya a Putin en esta guerra. El pueblo oprimido de Cuba, que lucha contra la tiranía, apoya a Ucrania. Y ya que Díaz-Canel le envió a Putin lo mejor de sí mismo, quiero desearle a Ucrania el mayor de los éxitos y la victoria final”.

“Por lo tanto, mi llamado a la acción es para poner fin a la hipocresía y al doble rasero en los organismos internacionales. No debería haber un asiento en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para el aliado más estratégico de Putin en América Latina”, dijo.

Al concluir sus palabras, explicó que “Cuba no es el representante de la élite militar que viene aquí a hablar en la ONU en nombre del pueblo”.

“Cuba”, dijo, “son sus presos políticos, los exiliados, las madres valientes que luchan por poner comida en la mesa, los jóvenes que sueñan con un futuro mejor y los muchos que viven con miedo, pero en cuyos corazones ha comenzado a florecer la libertad”.

Organizaciones religiosas piden a Biden cambios en relaciones con Cuba

Religiosos cubanos participan en una procesión en La Habana, el 8 de septiembre de 2023, el Día de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba. (Foto de YAMIL LAGE / AFP)
Religiosos cubanos participan en una procesión en La Habana, el 8 de septiembre de 2023, el Día de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba. (Foto de YAMIL LAGE / AFP)

Unos 20 grupos religiosos con sede en Estados Unidos enviaron una carta al presidente Joe Biden la semana pasada instándolo a realizar cambios importantes en las relaciones bilaterales con Cuba, informó la publicación Baptist News Global.

Además, criticaron la inclusión de Cuba en la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo, opinando que esto es un factor importante en la crisis económica del país caribeño y que ha tenido un efecto en la capacidad de estas organizaciones religiosas de colaborar con grupos religiosos dentro de Cuba y de brindar ayuda humanitaria en la isla.

“Para nosotros es muy difícil mandar apoyo en forma de recursos financieros, en forma de apoyo para hacer proyectos allá en Cuba. No se puede hacer por medio de los bancos, porque Cuba está en esta lista. No se puede hacer por medio de Western Union. Es una situación muy difícil, entonces nosotros hemos tenido que llevar pocas cantidades de efectivo. En realidad, es la única manera de llevar apoyo y llevar asistencia a nuestros amigos”, declaró Jason Smith, Director Ejecutivo de Bautistas por la Paz, uno de los grupos que se unió a la misiva.

En entrevista con Martí Noticias, señaló que otra dificultad que enfrentan estos grupos de fe es que los pastores cubanos que colaboran con Bautistas por la Paz y otras organizaciones no pueden viajar a Estados Unidos para participar en conferencias.

“Estamos en colaboración con amigos en México, en Puerto Rico, hasta Uganda y la República de Georgia y en ninguna de esas situaciones está tan difícil como Cuba, que solo queda a 90 millas, a 150 kilómetros de los Estados Unidos”, opinó Smith.

Además de Bautistas por la Paz, la carta fue firmada por el Consejo Nacional de Iglesias, el Servicio Mundial de Iglesias, Pax Christi USA, la Iglesia Episcopal, la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.), la Iglesia Unida de Cristo, la Iglesia Cristiana (Discípulos de Cristo), Iglesia Metodista Unida, Comité Central Menonita de EE. UU., Comité de Amigos de la Legislación Nacional, Iglesia Evangélica Luterana en América e Iglesia de los Hermanos, la Alianza de Bautistas y Sociedades Misioneras Bautistas Americanas.

En la carta enviada a Biden también piden al presidente que tome medidas adicionales destinadas a aliviar la crisis económica en Cuba y opinan que el embargo contra el gobierno cubano es moralmente inaceptable y va en contra de los derechos humanos.

“No estamos en solidaridad con el gobierno de los Estados Unidos, ni con el gobierno de Cuba. Estamos en solidaridad con el pueblo cubano”, subrayó Smith.

Aunque La Habana insiste en que el embargo es la principal razón de la crisis económica, las importaciones desde Estados Unidos han mantenido una tendencia al alza en los últimos años. Sólo en alimentos y productos agrícolas, Cuba alcanzó en 2023 los 342.6 millones de dólares, según estadísticas del Departamento de Agricultura.

La Administración del presidente Biden ha señalado anteriormente que el embargo permite las exportaciones de productos médicos estadounidenses, así como de otros artículos de apoyo a la ciudadanía cubana.

El 12 de enero de 2021, Estados Unidos designó a Cuba como Estado Patrocinador del Terrorismo tras determinar “que brindó apoyo reiteradamente a actos de terrorismo internacional al otorgar refugio seguro a terroristas”.

Este miércoles, el Departamento de Estado de Estados Unidos retiró a Cuba de la lista de países que no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos, según conoció Martí Noticias.

Un documento enviado a miembros del Congreso y al que Martí Noticias tuvo acceso, dice que el Departamento de Estado ha determinado que las circunstancias para la certificación de Cuba como País que No Coopera Plenamente con los Esfuerzos Antiterroristas (Not Fully Cooperating Country, NFCC) han cambiado de 2022 a 2023 y que, por consiguiente, la cancillería no designa a la isla como tal para el año calendario 2023, según la Sección 40A de la Ley de Control de Exportaciones de Armas.

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