Tailandia y Camboya acordaron este sábado detener los enfrentamientos, que tan sólo en diciembre han dejado un saldo de 96 víctimas fatales.
“Ambas partes acuerdan mantener los actuales despliegues de tropas sin más movimientos”, se comprometieron sus ministros de Defensa en una declaración conjunta sobre el alto el fuego, en vigor desde hoy.
“Cualquier refuerzo aumentaría las tensiones y afectaría negativamente los esfuerzos a largo plazo para resolver la situación”, según el comunicado publicado en las redes sociales por el Ministerio de Defensa de Camboya.
Estados Unidos celebró el anuncio de Camboya y Tailandia sobre el logro de un alto el fuego que pone fin a las hostilidades en su frontera tras la reunión del Comité General de Fronteras.
"Instamos a Camboya y Tailandia a que cumplan de inmediato este compromiso e implementen plenamente los términos de los Acuerdos de Paz de Kuala Lumpur", dijo el Secretario de Estado Marco Rubio.
El secretario general de la ONU, António Guterres, espera que con este acuerdo se logre "un entorno propicio para lograr una paz duradera".
"Naciones Unidas están dispuestas a apoyar los esfuerzos encaminados a mantener la paz y la estabilidad en la región", expresó Guterres.
Los dos países han intercambiado múltiples acusaciones de provocaciones a lo largo de las últimas semanas en la frontera, reavivando la escalada de julio que desembocó en el citado acuerdo y que condujo en apenas cinco días a la muerte de medio centenar de personas y cientos de miles de desplazados.
También la Unión Europea celebró el alto el fuego firmado hoy e instó a ambas partes a hacer un ejercicio de "buena fe" para evitar las hostilidades.
La UE agradeció a la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) la labor que ha desempeñado como mediador.
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