Destaca el editorial que al calificar la postura de la Unión Europea como “patética”, tildar a México de oportunista y reiterar que no cooperará con el mandato de la Comisión, La Habana rompe amarras con sectores interesados en normalizar relaciones con la isla.
El periódico recuerda que la condena de la Naciones Unidas está relacionada con el encarcelamiento de disidentes y periodistas, y la pena de muerte aplicada a tres ciudadanos que secuestraron un barco para fugarse de la isla.
El diario señala que Amnistía Internacional, el gobierno de España, intelectuales de izquierda como José Saramago y otros representantes de la comunidad internacional han denunciado la represión en Cuba.
Concluye el diario colombiano que el mundo sabe que todos los atropellos contra los derechos humanos son condenables, y que nadie puede escudarse en los errores de otros para defender actuaciones contrarias a los principios de humanidad.