Más de tres horas duró el jueves la reunión del presidente George W. Bush y el vicepresidente Richard Cheney en la Oficina Oval con los miembros de la Comisión 9-11 que investiga los atentados terroristas cometidos en Nueva York y Washington en el 2001.
El presidente Bush declaró que respondió todas las preguntas que le hicieron en la reunión celebrada tras puertas cerradas en la cual también participaron cinco miembros del Partido Republicano y cinco del Partido Demócrata.
El abogado del presidente Bush, Alberto González, y dos asistentes de éste también estuvieron en la reunión.
Los observadores políticos creen que en sus testimonios Bush y Cheney trataron de convencer a los miembros de la Comisión 9-11, de que el gobierno reaccionó apropiadamente a los avisos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) sobre la posibilidad de que ocurriera un ataque terrorista en territorio nacional.