El gobierno de dirección shiíta ha decidido no hacer cambio importante alguno al borrador de Constitución que el Parlamento parece dispuesto a aprobar esta semana a pesar de las objeciones sunitas en el sentido de que pudiera provocar una guerra civil.
La vacilación sunita se debe principalmente a que creen que da demasiado poder a la mayoría shiíta, que trata de crear una gran región autónoma en el sur rico en petróleo.
“Sobre esto que se dice de que los sunitas se rebelarían; los sunitas tienen que tomar una decisión. ¿Quieren vivir en una sociedad que sea libre, o quieren vivir en la violencia?”, dijo Bush a los periodistas en Idaho, donde tomaba un descanso.