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España y Brasil se aficionan al Béisbol


El jugador español de origen dominicano Francklin Tavárez (d) es felicitado por sus compañeros tras conseguir uno de sus tres 'home-run' ante Italia.
El jugador español de origen dominicano Francklin Tavárez (d) es felicitado por sus compañeros tras conseguir uno de sus tres 'home-run' ante Italia.

"En España, la inmigración latina ha ayudado a potenciar los clubes y la selección"

Cuando España accedió por primera vez al Clásico Mundial de Béisbol, gracias a una agónica victoria contra Israel 9-7 en la final del clasificatorio en septiembre, la prensa sólo hablaba del partido entre Barcelona y Real Madrid que se disputaba dos semanas más tarde.

Es el precio que paga el béisbol en un país en el que la expresión pelotero se usa para definir a los buenos futbolistas.

Pero la escasa pasión por este deporte contrasta con el desempeño que la novena española ha empezado a exhibir en competiciones internacionales durante los últimos cinco años. A merced fundamentalmente de jugadores cubanos, venezolanos y dominicanos nacionalizados.

Del roster preliminar de 26 convocados para el Clásico del próximo marzo, solo uno es nacido en España.

"Para crecer y luchar contra los países punteros, el béisbol europeo ha tenido que recurrir a jugadores nacionalizados", dijo Juan Carlos Cerdá, director técnico de la Federación Española de Béisbol y Softbol, a The Associated Press.

"En España, la inmigración latina ha ayudado a potenciar los clubes y la selección", agregó.

Las reglas del Clásico son más flexibles de lo habitual. Para elevar el nivel de la competición, se permite a los participantes convocar jugadores sin pasaporte, pero con lazos familiares. Es decir, padre o abuelo español bastan para jugar con la selección ibérica.

A pesar de ello, las posibilidades de España en el torneo son más que remotas. Encuadrada en el Grupo C, debutará frente a Puerto Rico el 8 de marzo y tendrá que enfrentarse después a dos de las mayores potencias mundiales de la pelota: Venezuela y República Dominicana.

"El grupo es el peor que podía tocar y la expectativa no es muy alta", admitió Mauro Mazzotti, técnico italiano del combinado español. "Nuestra filosofía es ir entrada a entrada. Jugar con todo, porque nunca sabes lo que puede pasar".

Pero es que además, Venezuela y Dominicana son los países de origen de gran parte de la plantilla ibérica.

Tal es el caso del lanzador dominicano Rhiner Cruz, de los Astros de Houston y quien ya ha jugado con España en el pasado. Y de venezolanos como Leslie Nacar y Jesús Golindano. Muchos de ellos combinan la liga semiprofesional española con otros torneos en Sudamérica.

"Cuando jugamos, hay que unirse entre todos para hacer las cosas bien. Si le dan a uno la oportunidad de jugar con España, va a hacer su trabajo igual que si fuera su propio país", explicó Nacar, quien juega de lanzador en el equipo español de los Marlins de Tenerife.

Al margen del resultado final, la federación y los jugadores se toman el clásico como un escaparate y sobre todo como una gran oportunidad personal.

El lanzador Eric González es el único pelotero del roster nacido en el país ibérico. De su padre venezolano entendió el béisbol casi como una religión. Estudió y se formó en Estados Unidos. Incluso fue elegido por los Padres de San Diego en el draft.

Nunca alcanzó las ligas mayores. Aunque sigue en el país norteamericano jugando en una competición independiente.

"Los que tenemos la suerte de jugar el Clásico va a ser, al 95%, el momento más importante de nuestra carrera deportiva", afirmó González. "Es una oportunidad que España nunca ha tenido".

González, de 26 años, ha vivido en primera persona los cambios experimentados por la selección española en los últimos años. La apuesta por "fichar" jugadores caribeños nacionalizados ha convertido a España en una potencia del béisbol europeo junto a Italia y Holanda, que funcionan con una política deportiva similar.

"Hay gente que puede estar a favor o en contra, pero ha elevado el nivel sin ninguna duda", comentó. "El nivel del béisbol en Europa ha mejorado mucho".

Después de una aceptable Copa Mundial en 2009 y un tercer puesto en el Europeo del 2012, España fue invitada al clasificatorio del Clásico en septiembre. Y contra todo pronóstico se impuso al favorito Israel en un final de infarto en 10 innings.

Los técnicos rastrean las ligas españolas y europeas en busca de talento caribeño. Muchos de ellos están casados con españolas o suman los años de residencia suficientes para acceder a la nacionalidad.

Al mismo tiempo, los más de 2,5 millones de latinoamericanos que emigraron a España en la década de expansión económica han traído cantera. España trabaja desde la base con muchos jóvenes que han heredado la pasión por la pelota de su familia.

"Es cierto que la inmigración que hemos recibido nutre las categorías inferiores de cubanos, dominicanos y venezolanos que juegan en nuestras competiciones nacionales", relató Cerdá.

En Tenerife, por ejemplo, existe una academia de talentos con la que colaboran preparadores de los Bravos de Atlanta tres veces al año. El objetivo es que ese tipo de lazos se sigan intensificando y la única manera es que las organizaciones profesionales de Estados Unidos empiecen a prestar más atención al béisbol europeo.

De hecho, ya existe un campus de Grandes Ligas en Italia, a la que acuden los 60 mejores peloteros del viejo continente.

"Competir con el fútbol es una quimera", afirmó Cerdá. "Pero estar dentro de un torneo como el Clásico ayuda a desarrollar el deporte y a que las organizaciones americanas se fijen en nosotros".

"Esperamos que los españoles nos conozcan un poco más, vengan a ver partidos y, si puede ser, que se aficionen", añadió.

Por otra parte, con Brasil a punto de cumplir con su primera participación en un Clásico Mundial de béisbol, el deporte que a duras penas es conocido en la tierra del fútbol ha empezado a recibir algo de atención.

De a poco, los brasileños empiezan a darse cuenta de que el béisbol se juega en su país y que incluso hay una selección nacional lo suficientemente talentosa para competir contra las potencias tradicionales.

En el Clásico, el manager de Brasil será Barry Larkin, el torpedero que el año pasado fue elevado al Salón de la Fama. Pero acudirá sin Yan Gomes, el primer brasileño en debutar en las mayores, luego que decidió quedarse con los Indios de Cleveland en procura de ganarse un puesto en el roster de esta temporada.

Tampoco estará Luiz Gohara, un pitcher zurdo de 16 años que se perfila como uno de los mejores prospectos de los Marineros de Seattle.

Brasil disputará su primer partido del Clásico el sábado contra el campeón Japón, que hará de local en la primera fase.

Aunque la cobertura mediática del béisbol sigue siendo ínfima con respecto al fútbol y otros deportes, algunos de los principales canales de televisión han transmitido reportajes sobre el equipo brasileño. Se han difundido guías sobre el reglamento e historia del béisbol. La prensa escrita y portales de Internet han reservado importante espacio para reseñas sobre la novena.

Es algo significativo al considerar que el béisbol es un deporte que es desconocido para la vasta mayoría de los brasileños. Es jugado principalmente por la comunidad japonesa en el país. Hay 20.000 jugadores de béisbol en Brasil y la confederación nacional fue fundada hace dos décadas, en 1990.

"La masa de fanáticos del béisbol en Brasil es aún muy limitada, pero puede crecer", dijo Larkin en una entrevista reciente con el portal Terra. "No es algo que se hace de la noche a la mañana. Yo sé que este es un país futbolero, pero Brasil también es fuerte en otros deportes, como el vóleibol, así que la esperanza es reclutar atletas que se dediquen a nuestro deporte en el futuro".

La mera presencia de Larkin ha sido clave para que el béisbol haya recibido más publicidad en Brasil.

Larkin fue contratado el año pasado, luego que la Confederación de Béisbol y Sóftbol de Brasil firmaron un acuerdo de colaboración con las Grandes Ligas. Asumió las riendas justo antes de la participación de un torneo clasificatorio en Panamá,, en el que lograron el pasaporte a la tercera edición del Clásico.

El ex jugador de los Rojos de Cincinnati había estado previamente en Brasil para dar clases a peloteros sudamericanos como parte de la iniciativa "Elite Camp" de las Grandes Ligas. Su vínculo con el país va más allá del deporte. Su hija, la cantante CymcoLe, lanzó el año pasado una canción que se usó en la banda sonora de una popular telenovela brasileña.

Pese al escaso roce internacional, Brasil se clasificó de manera invicta y con un inesperado triunfo 1-0 ante Panamá en la final. La carrera fue impulsada por Gomes, quien será echado de menos tras su decisión de quedarse en los entrenamientos de pretemporada.

El receptor, quien también puede jugar como antesalista y primera base, es el primer brasileño en actuar en un juego de Grandes Ligas. Debutó en mayo del año pasado con los Azulejos de Toronto.

Gomes, de 25 años, señaló que fue duro renunciar al Clásico tras haber conseguido la clasificación, pero confía que sus compañeros entienden las circunstancias.

"Hablé con varios compañeros del equipo y me apoyaron. Comprenden la situación", dijo Gomes en una entrevista con MLB.com.

El plantel brasileño incluye 11 jugadores bajo contrato con clubes de Grandes Ligas. Sobresalen prospectos cotizados como el lanzador

Andre Rienzo (Medias Blancas de Chicago), el jardinero Paulo Orlando (Reales de Kansas City), el infielder Lucas Rojo (Filis de Filadelfia) y el lanzador Thyago Vieira (Marineros).

Muchos de los demás juegan en equipos japoneses. Uno de ellos es Ernesto Noris, un lanzador cubano de 40 años.

"Brasil tiene un futuro promisorio con un equipo que es joven y muy fuerte", dijo Jorge Otsuka, presidente de la confederación nacional, a The Associated Press. "Nuestro objetivo es seguir promoviendo el deporte para que crezca en popularidad en el país".
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