El caso de Haití sirve de ejemplo de la disposición de Estados Unidos a ayudar a países de este Hemisferio devastados por desastres naturales o políticos — o por ambos.
Inmediatamente después de los desastres mencionados, la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), una dependencia del gobierno de Estados Unidos, aportó más de $140 millones para aliviar su impacto y proporcionó a Haití otros $38 millones para la reconstrucción después de las pavorosas inundaciones que causó la perturbación ciclónica denominada “Jeanne”, informó la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental.
En marzo del año pasado USAID ayudó a mantener al gobierno interino de Haití con la creación de empleos, apoyando a los principales ministerios del gobierno y manteniendo servicios públicos vitales.
Según el informe de la Oficina Asuntos del Hemisferio Occidental, ahora USAID provee a Haití con suficiente combustible para garantizar por lo menos doce horas ininterrumpidas de electricidad diariamente en Puerto Príncipe. Inmediatamente después de los recientes disturbios civiles, la capital haitiana solamente disfrutaba de dos horas diarias de servicio eléctrico.
Dice la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental con sede en Washington, que ya se han destinado casi $24 millones para el suministro eléctrico durante febrero y marzo del 2005 y que dos millones de dólares se emplean en la reparación de cuatro unidades termales para agregar 30 megavatios a la red de distribución eléctrica.
Por otra parte, USAID ayuda a la recuperación de la salud pública manteniendo un vasto programa de salud con una red de 28 organizaciones no gubernamentales.