El portavoz presidencial, Scott McClellan, dijo que Bush y la Primera Dama probablemente viajarán el miércoles a Roma, aunque todavía no se habían completado los planes.
Tras el anuncio del fallecimiento del Pontífice, el Primer Mandatario americano declaró que la Iglesia Católica ha perdido a su pastor y el mundo, a un defensor de la libertad humana.