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Cuba

El cubano que puso en manos del Congreso la política de EEUU hacia Cuba. Así lo cuenta...

Lincoln Diaz-Balart (der.) y su hermano Mario Diaz-Balart (izq.). Foto Archivo.
Lincoln Diaz-Balart (der.) y su hermano Mario Diaz-Balart (izq.). Foto Archivo.

El legislador republicano Lincoln Diaz-Balart impulsó la codificación del embargo. Él mismo relata los pormenores del proceso en el artículo "La Codificación del embargo contra la tiranía", publicado originalmente por El Instituto La Rosa Blanca y que reproducimos a continuación...

En octubre de 1992, unas pocas semanas antes de ser electo al Congreso de Estados Unidos, el Presidente George H.W. Bush firmó la Cuban Democracy Act (o la "Ley Torricelli", como suele denominarse, por uno de sus principales autores, el entonces Congresista Robert Torricelli de New Jersey).

La Cuban Democracy Act les prohibía el comercio (y financiamiento) con el régimen cubano a las subsidiarias extranjeras de empresas de Estados Unidos. Fue un logro particularmente importante debido al creciente comercio y el financiamiento comercial entre la dictadura y las subsidiarias extranjeras de compañías americanas que se había estado produciendo desde que el Presidente Gerald Ford autorizó dicho comercio en julio de 1975. (Notablemente, Castro le “agradeció” el gesto al gobierno de Ford enviando tropas cubanas a Angola desde agosto de 1975 y organizando una masiva “Conferencia de Solidaridad con la Independencia de Puerto Rico” en La Habana en septiembre de 1975).

Tan pronto como llegué al Congreso en enero de 1993, confirmé lo que ya sospechaba: la recientemente aprobada Cuban Democracy Act no aplicaba a la abrumadora mayoría de las empresas de Estados Unidos. Dado que la nueva ley solo aplicaba a subsidiarias extranjeras, el comercio con la dictadura cubana por parte de empresas radicadas en Estados Unidos estaba prohibido únicamente por órdenes ejecutivas, algunas de las cuales se remontaban a la administración de Kennedy a principios de los años 60. Por lo tanto, la abrumadora mayoría de lo que entonces se conocía como el "embargo americano" contra el régimen cubano estaba compuesto por estas órdenes ejecutivas y las regulaciones que las implementaban. Las órdenes ejecutivas son, en efecto, decretos presidenciales que cualquier Presidente puede levantar o cambiar en cualquier momento.

Con cada mes que pasaba, me preocupaban cada vez más las intenciones del Presidente de Estados Unidos que había sido electo al mismo tiempo que yo había sido electo al Congreso, Bill Clinton. A pesar de un par de declaraciones de Clinton de que su Administración apoyaba el embargo y, posteriormente, una carta suya asegurándome que seguía apoyando la Cuban Democracy Act, me resultaba evidente que Clinton tenía la intención de levantar unilateralmente, con el tiempo, todas las sanciones de Estados Unidos contra la dictadura cubana. Clinton parecía interesado solo en la eliminación de la otra dictadura que existía en el Caribe en ese momento: la de Haití. De hecho, Clinton enviaría a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos a Haití, e instaló al violento Jean Bertrand Aristide en el poder en septiembre de 1994.

No había un solo asesor principal de Clinton que apoyaba las sanciones contra la dictadura cubana, y Clinton pronto comenzó una serie de "obsequios" unilaterales a Castro, ocultos en el lenguaje de la política de "pueblo a pueblo". En consecuencia, me enfoqué en la necesidad de quitarle el embargo al Presidente de Estados Unidos y ponerlo dentro de los parámetros de la ley de Estados Unidos a través de legislación.

Mi meta de codificar (hacer ley) el embargo de Estados Unidos contra la dictadura cubana no era una tarea fácil. Significaba, en efecto, tomar la esencia de la política exterior de Estados Unidos hacia otro país de manos del Presidente y ponerla en manos del Congreso. Nunca se había hecho anteriormente. Y durante mi primer periodo en el Congreso, como Republicano, yo formaba parte de la minoría parlamentaria. Pero creía firmemente que era necesario codificar el embargo. Era extremadamente importante condicionar la normalización de las relaciones económicas entre Estados Unidos y Cuba, a una transición democrática en la isla esclavizada.

Habiendo vivido, años antes, en España, había visto lo importante que había sido para España que la Comunidad Económica Europea (más tarde conocida como la Unión Europea o UE) condicionó la democracia, la hizo un requisito previo, para la entrada de España en la UE. Me quedé impresionado por el hecho de que no fue hasta que España había sido una democracia durante una década, que se le permitió entrar en la UE.

Siempre he considerado admirable el requisito democrático para entrar en la UE. Es una cuestión de ética básica, así como, también, de sentido común. Si un estado-nación desea ser parte de Europa, tiene que ser una democracia. En otras palabras, tiene que respetar a su pueblo, otorgándole a su pueblo un Estado de Derecho, libertades básicas y elecciones periódicas, libres y justas. Lo que vi en España, Portugal y Grecia en el último cuarto del siglo XX fue que el requisito democrático europeo, aunque no obliga la democracia para los países con dictaduras militares, es, sin embargo, extremadamente eficaz. Es una cuestión absolutamente básica. ¿Quieres formar parte de la UE? Entonces tienes que ser una democracia.

Vi cómo, en el momento de la muerte del dictador Francisco Franco en España, la dictadura militar, profundamente deseosa de entrar en las instituciones europeas, se dio cuenta de que no tenía otra opción que permitir la democracia para su pueblo. La dictadura no pudo continuar. La democracia tuvo que ser permitida en España.

Obviamente, múltiples otros factores entran en la ecuación para que los pueblos puedan recobrar su libertad. Los pueblos oprimidos son los actores principales en sus propios destinos. Pero la solidaridad internacional siempre ha sido clave para ayudar a liberar a pueblos oprimidos por dictaduras.

Aunque es una realidad mucho menos conocida, el hemisferio occidental también tiene un requisito democrático. En el momento en que se creó el Sistema Interamericano moderno, en 1948, la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el documento orgánico principal del derecho interamericano, estableció claramente en su Capítulo II, Artículo 3, Sección d, “La solidaridad de los Estados americanos y los altos fines que con ella se persiguen, requieren la organización política de los mismos sobre la base del ejercicio efectivo de la democracia representativa.”

La democracia es un requisito legal para las repúblicas del hemisferio occidental. Nunca he olvidado ese hecho tan básico como críticamente importante.

Mis esfuerzos para codificar el embargo contra la dictadura recibieron un gran espaldarazo cuando, en noviembre de 1994, los Republicanos capturaron la mayoría en ambas Cámaras del Congreso por primera vez en 40 años.

La nueva Mayoría Republicana hizo grandes cosas para Estados Unidos y la causa de la libertad en el mundo. Tal vez el éxito más dramático de esa Mayoría Republicana fue la Ley de Presupuesto Equilibrado de 1997 que puso fin a 30 años de déficits presupuestarios y logró superávits presupuestarios a partir de 1999. Esto se logró a pesar de la vehemente oposición del Presidente Clinton que incluyó múltiples vetos presidenciales en 1995 y 1996.

Tan pronto como se volvió a reunir el Congreso después de las elecciones de 1994, presenté varios proyectos de ley para fortalecer las sanciones contra la dictadura cubana. El 29 de noviembre de 1994, presenté un proyecto de ley para prohibirle al Presidente toda contribución de Estados Unidos a las instituciones financieras internacionales que proporcionaban "cualquier tipo de asistencia a Iraq, Irán, Libia o Cuba" (HR 5295), otro proyecto de ley para prohibir la admisión de la dictadura cubana en todas las instituciones financieras internacionales "hasta que en Cuba se celebren elecciones libres supervisadas internacionalmente" (HR 5296), otro para negarles visas a toda persona que hubiese participado o se hubiese beneficiado de la confiscación o receptación de propiedad de ciudadanos de Estados Unidos (5297), y otro para prohibir la importación a Estados Unidos de azúcar de cualquier país que, a su vez, importara azúcar de Cuba hasta que se celebraran elecciones libres supervisadas internacionalmente en Cuba (HR 5298).

Volví a presentar estos proyectos de ley en cuanto comenzó a sesionar el próximo Congreso, el 4 de enero de 1995. El 7 de febrero de 1995, presenté una Resolución (H. Con. Res. 24), cuyas clausulas claves eran las siguientes:

(1) Estados Unidos considera los actos del gobierno de Castro, incluidas sus violaciones masivas, sistemáticas y extraordinarias de los derechos humanos, una amenaza a la paz mundial;

(2) el Presidente debe abogar e instruir a los representantes de Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que propongan y soliciten un embargo internacional obligatorio contra el gobierno totalitario de Cuba de conformidad con el capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas.

Así fue como comenzó lo que después sería "Helms-Burton”.

El Presidente Clinton continuó emitiendo decretos para fortalecer a la dictadura cubana. Actuaba como si le tuviese terror a Castro. Nunca pudo olvidar el violento motín por refugiados del Mariel en Arkansas que fue decisivo en su derrota para la reelección como Gobernador en 1980, su más dolorosa experiencia vital. El 2 de mayo de 1995 se anunció un acuerdo entre la Administración de Estados Unidos y el régimen cubano que le otorgaba un mínimo de 20,000 visas anuales a cubanos y Estados Unidos se comprometía a devolverle forzosamente a la dictadura los cubanos encontrados en alta mar o que entraran en la base naval de Guantánamo.

Me indignó tanto el Acuerdo Castro-Clinton del 2 de mayo de 1995 que, en protesta, llevé a cabo un acto de desobediencia civil frente a la Casa Blanca (rehusé moverme después de una petición policial) y fui arrestado. El 2 de mayo de 1995 fue un día ignominioso en la historia de la presidencia de Clinton.

En octubre de 1995, Clinton anunció un relajamiento de restricciones de viajes como parte de un regalo adicional de "pueblo a pueblo" a la dictadura cubana. El 6 de octubre de 1995, el Jefe de Despacho de la Casa Blanca, Leon Panetta, y otros altos asesores de Clinton se reunieron con un grupo de aproximadamente 50 líderes empresariales de Estados Unidos para exhortarlos a cabildear en contra del embargo. Dichos empresarios entonces fueron clasificados como "periodistas" por la Administración Clinton y enviados a reunirse con Fidel Castro en La Habana. La lista de esos líderes empresariales de Estados Unidos incluyó a los gerentes de Time Warner, Hyatt Hotels, General Motors y Zenith.

El Senador Jesse Helms y el Congresista Dan Burton presentaron proyectos de leyes en la Cámara de Representantes y el Senado, que se conocieron como Helms-Burton, en febrero de 1995. En formas importantes, Helms-Burton fue formada por proyectos de ley que yo había presentado desde el mes de noviembre anterior. Mi solicitud de que Estados Unidos liderara una campaña para lograr un embargo internacional contra Castro se convirtió en la Sección 101 (1) y (2). Mi proyecto de ley pidiendo la oposición de Estados Unidos a la membresía cubana en organizaciones financieras internacionales hasta que fuera restaurada la democracia en Cuba se convirtió en la Sección 104 (a)(1). Mi proyecto de ley que pedía la negación de visas de Estados Unidos a personas involucradas en la confiscación de bienes de Estados Unidos o que posteriormente se beneficiaran de tales receptaciones en Cuba, se convirtió en el Título IV. Una disposición que permitía a los ciudadanos de Estados Unidos el derecho de demandar a compañías extranjeras que traficaran en propiedades americanas robadas en Cuba (que yo no había presentado) se convirtió en el Título III.

Mi prioridad principal, la codificación del embargo, nunca se había presentado como un proyecto de ley. Por lo tanto, no estaba en la versión ni de la Cámara ni la del Senado deHelms-Burton. Aunque mi Jefe de Despacho (y gran amigo) Steve Vermillion siempre me dio esperanza de que la codificación era posible, cada vez que trataba el tema con alguien más me enfrentaba a la realidad de que la codificación presentaba obstáculos extraordinarios.

Pero yo sabía que era necesaria. Recibía confirmaciones continuas de mis temores sobre las intenciones de Clinton. Un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores británico (el “Foreign Office”), por ejemplo, me dijo que la Administración de Estados Unidos le había asegurado que Clinton levantaría el embargo después de su reelección en 1996.

La Administración Clinton se opuso públicamente a Helms-Burton. En una entrevista en CNN en abril de 1995, el propio Clinton dijo que la legislación era "innecesaria".

No obstante, aprobamos Helms-Burton en la Cámara de Representantes el 21 de septiembre de 1995 por un voto de 294 a 130, y el proyecto de ley pasó al Senado. En el Senado, sin embargo, los 60 votos necesarios para "cloture" (cerrar el debate) no se obtuvieron a pesar de dos intentos por parte del Senador Dole para hacerlo a mediados de octubre de 1995. Incapaz de lograr la aprobación del proyecto en la forma que fue presentado, el Senador Dole eliminó el Título III y el Título IV del proyecto de ley, antes de que fuera aprobado por el Senado el 19 de octubre de 1995.

Fidel Castro claramente se sintió envalentonado por nuestro fracaso en el Senado y por las constantes señales de apaciguamiento de Clinton. Y llegó la tragedia del 24 de febrero de 1996.

A pesar de la existencia de una "orden permanente" (standing order) para que cazas americanos interceptasen inmediatamente a todo Mig cubano volando hacia Estados Unidos desde Cuba, se emitió una contraorden impidiendo que los cazas americanos interceptaran a Migs cubanos volando hacia Estados Unidos el 24 de febrero de 1996. Ese trágico día, dos avionetas civiles de Hermanos al Rescate fueron destruidas en los cielos cerca de la costa de la Florida, resultando en los salvajes asesinatos de cuatro ejemplares humanitarios (tres ciudadanos de Estados Unidos y un residente legal de Estados Unidos), Armando Alejandre, Jr., Mario de la Peña, Carlos Costa y Pablo Morales.

Recuerdo haberme sentido profundamente triste y francamente indignado al conocer los trágicos detalles de lo que sucedió el 24 de febrero de 1996 cuando recibí un detallado informe de Jeffrey Houlihan, un especialista en sistemas de detección del Servicio de Aduanas de Estados Unidos que supervisó radares de Estados Unidos el 24 de febrero.

Para evitar el tener que tomar medidas más enérgicas contra Castro, el 26 de febrero Clinton anunció públicamente que tenía la intención de llegar a un acuerdo con el Congreso sobre Helms-Burton.

Es importante recordar que ni Fidel Castro ni Bill Clinton sabían en ese momento que la codificación iba a ser parte de Helms-Burton. Ese hecho es importante porque algunos "cubanologos" han dicho que Fidel Castro derribó los aviones de Hermanos al Rescateporque quería mantener el embargo de Estados Unidos. Fidel Castro seguramente pensó que sus asesinatos del 24 de febrero podrían costarle la aprobación de una ley Helms-Burton, pero casi seguramente una Helms-Burton "suspendible", que sería promulgada y "ejecutada" por un Presidente de Estados Unidos que tenía la intención de continuar apaciguándolo. El embargo podría luego continuar siendo levantado poco a poco. Castro nunca pensó que el embargo sería codificado.

En la tarde del 27 de febrero, al regresar a Washington, DC, Ileana Ros-Lehtinen, Bob Menéndez, Dan Burton, Peter Deutsch, Patrick Kennedy, Bob Torricelli y yo nos reunimos en un salón de conferencias del Longworth House Office Building para planear nuestros próximos pasos.

Todos acordamos intentar incluir los Títulos III y IV en Helms-Burton nuevamente. Y entonces les pedí a todos que me apoyaran para la inclusión de una nueva medida en el proyecto de ley: la codificación del embargo. Todos los presentes estuvieron de acuerdo en apoyarme.

En la mañana siguiente, el 28 de febrero, a las 8:00 a.m., en la oficina de Bob Menéndez en el Longworth House Office Building, Bob Menéndez y yo nos reunimos con una delegación de la Casa Blanca para comenzar las negociaciones sobre un proyecto Helms-Burton que se convertiría en ley. El equipo negociador de la Casa Blanca con el que nos reunimos esa mañana estaba dirigido por Richard Nuccio, el coordinador de asuntos cubanos de Clinton en esos momentos (que previamente había sido asesor de Robert Torricelli).

El equipo de Clinton comenzó aclarando que buscaban el derecho de “suspensión” presidencial para el Título III. Bob y yo le dijimos que negociaríamos sobre ese tema a medida que avanzara el día. Entonces yo dije que había un asunto en el que insistiríamos, pero que no debería ser un problema, ya que el Presidente Clinton había dejado claro en su declaración dos días antes que apoyaba el embargo: la codificación.

El equipo de Clinton se sorprendió. "Eso es nuevo, no está en el proyecto de ley de la Cámara ni el del Senado", dijeron.

"¿El Presidente piensa levantar el embargo?", les pregunté.

"No", respondieron.

"Bien, entonces no tenemos ningún problema. Próximo tema", dije.

Hablamos durante un par de horas en la oficina de Bob y luego acordamos que Bob iría a la oficina del Vice-Presidente Gore en el Capitolio, y el resto de nuestro equipo ese día (Burton, Torricelli, Ileana Ros-Lehtinen y yo) se reuniría en la Oficina del Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de Senado (Helms) por la tarde para continuar nuestras negociaciones por teléfono.

Las conversaciones continuaron de esa manera durante toda la tarde de ese día. Burton, Ileana, Torricelli y yo en la oficina privada de Helms en el lado del Senado del Capitolio, al teléfono con Bob Menéndez, que estaba en la oficina del Vice-Presidente, también en el lado del Senado del Capitolio. Bob transmitía nuestras posiciones a la Casa Blanca por otro teléfono en la oficina de Gore.

La codificación no se volvió a mencionar durante toda la negociación. Nos negamos a conceder una “suspensión” para el Título IV (Torricelli hizo el papel de “policía malo” para ello), y acordamos otorgar una suspensión para el Título III. Básicamente, la esencia deHelms-Burton fue: nosotros obtuvimos la codificación, a cambio de una “suspensión” para el Título III. Teníamos un acuerdo.

Más tarde, el equipo de asesores de Clinton se reunió para revisar el acuerdo. Cuando los Secretarios de Estado y Defensa y la Fiscal General se enteraron de la codificación, se opusieron. Pero los asesores políticos de Clinton, George Stephanopoulos y Leon Panetta, se sobrepusieron a ellos. Sabían que Dole podía ser derrotado en 1996. Pero ciudadanos de Estados Unidos habían sido asesinados, y no era una buena idea que Clinton le diera un tema de campaña a Dole. Entonces los asesores de Clinton se enfocaron en su "victoria" del Título III, que usarían para explicar su cambio de opinión al aceptar a Helms-Burton. Y Clinton declaró que firmaría la ley.

Aprobamos la ley por una votación de 74 a 22 en el Senado el 5 de marzo, y de 336 a 86 en la Cámara el 6 de marzo. Clinton la firmó en el Old Executive Office Building de la Casa Blanca el 12 de marzo de 1996. El embargo ahora era la ley de Estados Unidos. No podría ser levantado - por Clinton, ni más tarde por Obama - hasta que se cumplan condiciones muy importantes. Esas condiciones incluyen la liberación de todos los presos políticos en Cuba; la legalización de toda actividad política, incluidos los partidos políticos independientes; la legalización de sindicatos obreros libres y de la prensa; y la convocatoria de elecciones con supervisión internacional. La Sección 102 (h) establece: La Codificación del Embargo Económico. - El embargo económico de Cuba, en vigencia el 1 de marzo de 1996, incluyendo todas las restricciones bajo la parte 515 del título 31, Código de Regulaciones Federales, entrará en vigor con la promulgación de esta Ley, y permanecerá vigente, sujeto a la sección 204 de esta Ley.

La codificación en Helms-Burton transfirió la esencia de la política de Estados Unidos hacia Cuba del Presidente al Congreso. Bill Clinton y Barack Obama no pudieron levantar el embargo.

Es importante tener en cuenta que, si perdiésemos una mayoría del Congreso sobre el tema de Cuba, pero el Presidente está con nosotros, una amenaza de veto presidencial será suficiente para mantener el embargo. Vimos lo que las amenazas de vetos presidenciales pueden significar durante los primeros años de la Presidencia de George W. Bush, cuando habíamos perdido provisionalmente una mayoría del Congreso sobre los temas del financiamiento del comercio agrícola y el turismo masivo de Estados Unidos a Cuba, pero no fuimos derrotados.

[Este artículo de Lincoln Diaz-Balart fue publicado por El Instituto La Rosa Blanca el 11/17/2017]

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Cuba, La Habana de los 50

Madre confía en que carcelero que agredió a su hijo en el Combinado del Este será llevado a Tribunal Militar

Yoanky Báez Albornoz, prisionero político del 11J (Tomada del Facebook de Báez Albornoz)
Yoanky Báez Albornoz, prisionero político del 11J (Tomada del Facebook de Báez Albornoz)

Un guardia de la prisión del Combinado del Este, en La Habana, que agredió al preso político de las manifestaciones del 11 de julio de 2021, Yoanky Báez Albornoz, podría ser llevado a un tribunal militar.

Daimy Albornoz Rodríguez, madre del condenado a 14 años de privación de libertad por el delito de sedición, luego de que participara en las protestas pacíficas de La Esquina de Toyo, en el municipio capitalino de 10 de Octubre, explicó a Martí Noticias que la agresión tuvo lugar el día en que le correspondía a la compañía de su hijo salir al patio a tomar el sol.

“Le tocaba a la compañía de él el patio y, cuando abren la reja que le dicen ‘Compañía, patio’, mi hijo sale para el patio y el guardia, cuando le tocó salir a él, le dijo ‘tú no, tú no vas al patio, tú quédate aquí, ponte para acá’, y mi hijo le dijo que no, que él no se iba a detener en ningún lado”, dijo Rodríguez.

La señora explicó que, ante la negativa del joven, el oficial lo amenazó con llevarlo a la jefatura, a lo que el prisionero político contestó: “Bueno, tú me llevas para donde tú quieras porque yo no tengo miedo y yo no he cometido ningún delito”.

Madre de preso del 11J golpeado por guardia habla para Martí Noticias
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“Cuando mi hijo echó a andar, (el oficial) le cae atrás y un preso le dice (a su hijo) ‘¡Yoanky, cuidado!’, y cuando mi hijo se vira, el guardia le tira una galleta (bofetada). La primera galleta no le da y en la segunda, se meten los presos de por medio y, por encima de los presos, el guardia le dio la galleta en la cara a mi hijo y ahí empezaron a gritar los presos ‘¡Libertad, libertad!, ¡Patria y Vida, Patria y Vida!’ y ahí se unió en el coro todo el edificio completo cuando empezaron a oír los gritos del tercer piso”, explicó Albornoz Rodríguez.

La mujer declaró a Martí Noticias que su hijo no fue castigado por lo ocurrido ese día y que ella conversó con el mayor Leonelvis Hardy Baró, jefe del bloque donde está encarcelado su hijo.

“No lo castigaron porque el jefe del edificio Nº 1, que analizó el problema, me atendió, me dijo que mi hijo tenía la razón, que ellos no estaban ahí ‘para maltratar a ningún preso’ y eso ‘ellos no lo aceptan’ al punto de que, me dijeron, que él (guardia agresor) iba a ser sancionado y lo tenía ya hoy retenido y que ya eso lo sabía el jefe de ahí, del Combinado del Este y que lo iban a llevar a un Tribunal Militar”, concluyó Rodríguez.

Esto no es un caso aislado, el régimen de La Habana aseguró en el más reciente Examen Periódico Universal de Cuba, que "en los últimos cinco años, se había sancionado a 144 funcionarios de prisiones por extralimitarse en el ejercicio de sus funciones.

Los prisioneros, sus familiares y numerosas organizaciones defensoras de derechos humanos han denunciado múltiples casos de castigos, torturas y malos tratos cometidas por personal de centros penitenciarios cubanos. Además de abuso verbal, privación de atención médica, trabajos forzados, confinamientos en solitario, privación de sueño y de comida, ofensas y humillaciones constantes.

(Con reporte de Yolanda Huerga para Martí Noticias)

Turista rusa gasta cerca de un millón de rublos en Cuba en 16 días: “No quiero volver”

El régimen de La Habana ha apostado por los rusos para fortalecer el sector turístico / Foto de archivo - Ramón Espinosa (AP)
El régimen de La Habana ha apostado por los rusos para fortalecer el sector turístico / Foto de archivo - Ramón Espinosa (AP)
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Dieciseis días en Cuba le costaron a una turista rusa cerca de un millón de rublos y, luego de la experiencia, la mujer asegura que no quiere regresar.

Elena Liseykina contó en su blog "Viajar con una cámara" algunos de los obstáculos que enfrentó en la isla.

"A diferencia de los países normales, donde primero recibes un servicio y luego lo agradeces, en Cuba primero tienes que desembolsar unos dólares y luego esperar tener una toalla limpia en tu habitación. O no aparecerá", detalló.

Antes de irse de vacaciones, Liseykina valoró la opción de los particulares pero se dio cuenta que el gasto sería aún mayor. Entonces compró un paquete en un hotel todo incluido, donde ni siquiera disponía de agua caliente para hacer el te.

Cuba y su apuesta por el turismo ruso

El régimen de La Habana ha apostado por los rusos para fortalecer el sector turístico internacional, considerado como la “locomotora de la economía” en la isla pero que no ha logrado recuperarse tras la pandemia del coronavirus.

Entre enero y marzo de este año Cuba recibió 43 mil turistas rusos, según estadísticas oficiales. Cristina León, consejera de Turismo de la embajada de la isla en Moscú, dijo en abril pasado que el país estaba listo “para recibir al menos 200 mil huéspedes rusos" en 2024.

Rusia logró establecer líneas directas con los principales aeropuertos de los polos turísticos cubanos y este año se ha propuesto llegar “a 20 vuelos semanales”.

En 2023 arribaron al país 2.436.979 de turistaas, una caída de 43% del arribo de turistas al país en comparación con la alcanzada en 2019, que fue de 4.275.561.

Aunque Rusia representa un mercado importante, el país que más turistas aportó fue Canadá en ese periodo fue Canadá, con un total de 936.436. Este año el comportamiento es similar.

Las críticas de los turistas canadienses son cada vez más frecuentes

En las últimas semanas la prensa canadiense ha publicado varios testimonios de ciudadanos de ese país con malas experiencias en la isla. Uno de los casos más dramático fue el de Faraj Allah Jarjour.

El hombre, de origen sirio y residente en Canadá, falleció el pasado 22 de marzo durante unas vacaciones en Varadero. Sus restos fueron localizados en Rusia un mes después.

La familia, que pagó diez mil dólares para la repatriación del cuerpo, denunció lo ocurrido en medios locales tras recibir los restos de un ruso, unos 20 años menor.

Este año, el gobierno de ese país envío una alerta a sus ciudadanos. "Tenga mucho cuidado en Cuba", dijeron en un comunicado en el que detallan algunos de los riesgos a los que se enfrentan los turistas cuando viajan a la isla.

"Asegúrese de que sus pertenencias personales, incluido su pasaporte y otros documentos de viaje, estén seguras en todo momento. No lleves objetos de valor en su equipaje facturado, evite mostrar signos de riqueza, mantenga los dispositivos electrónicos fuera de la vista", explicaron.

En el documento hicieron referencia a las estafas, robos de tarjetas de créditos y a los servicios y productos multados. "Confirma siempre los precios antes de consumir o contratar un servicio. Las disputas sobre cobros excesivos pueden conducir a la violencia".

Esposa de manifestante de Nuevitas condenado a 14 años de prisión quedó desamparada con dos hijos (VIDEO)

Dayma Echavarría y su esposo, el preso político José Armando Torrente Muñoz. (Foto: Cortesía de la entrevistada)
Dayma Echavarría y su esposo, el preso político José Armando Torrente Muñoz. (Foto: Cortesía de la entrevistada)
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Dayma Echavarría, esposa del preso político José Armando Torrente Muñoz, condenado a 14 años de cárcel por su participación en la protesta popular de Nuevitas, denunció la precariedad en que se encuentra, con su esposo en prisión y dos hijos menores de edad a los que mantener.

“Estoy pasando en estos momentos una situación crítica y difícil con los niños. Al él ser el sostén de la casa me estoy viendo con serios problemas; no tengo recursos”, denunció la madre de Cristofer Yandel Torrente y Gerlyn Torrente en conversación con el Partido Demócrata Cristiano de Cuba.

Sobre la realidad que enfrenta esta familia, Jiordan Marrero Huerta, presidente de esa organización opositora, dijo a Martí Noticias que el propio Torrente, en comunicación desde el penal, le ha expresado su preocupación por su familia y reclama que cualquier ayuda disponible sea entregada a su esposa e hijos, que la necesitan más que él.

Dayma Echavarría denuncia la crítica situación que atraviesa su esposo en prisión
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“En el caso de José Armando, un joven de 36 años de edad, sancionado solamente por pedir libertad, por exigir un cambio, por pedir mejoras, casi todos estos jóvenes tienen hijos pequeños, tienen esposas y condiciones infrahumanas llenas de necesidades, porque el sostén de la casa, como lo dice Dayma, ha sido condenado, se encuentra en prisión", dijo Marrero Huerta.

El opositor lamentó la situación de Echavarría, una madre sola con dos hijos menores de edad, un niño de 11 años y una adolescente de 14.

"Según me estaba diciendo, con lágrimas en los ojos, el refrigerador se le rompió también. Entonces, para colmo, este escenario se va agravando y, realmente, no hay una institución, un estado de asistencia ninguna a estos familiares”, destacó Marrero Huerta.

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En una reciente llamada telefónica con el Consejo de Relatores de Cuba, desde el penal de Kilo 9, en la ciudad de Camagüey, Torrente Muñoz, que fue sentenciado por los delitos de sedición, atentado y resistencia, pidió que su caso y el de otros presos políticos en la isla se dé a conocer.

“Les habla José Armando Torrente, uno de los presos políticos de la causa 2 de 2023 de Nuevitas. Yo estoy avisando a todos los activistas de derechos humanos, para que se haga visible la situación que estamos viviendo nosotros, y la situación a la que nos estamos enfrentando”, dijo el prisionero político.

Las protestas populares del poblado de Nuevitas, ocurrieron entre el 18 y 19 de agosto de 2022, y los efectivos represivos del régimen, utilizaron fuerza excesiva contra los manifestantes, lo que quedo documentado en numerosos videos divulgados en las redes sociales.

Cuando se junta el apagón con el hambre y otros males: efectos colaterales que sufren los cubanos

Apagón en La Habana. (REUTERS/Alexandre Meneghini/Archivo)
Apagón en La Habana. (REUTERS/Alexandre Meneghini/Archivo)

Los apagones que afectan a toda la isla por estos días exacerban la crisis social que viven los cubanos, según testimonios recogidos por Martí Noticias.

La activista María Elena Mir Marrero, quien vive en la localidad costera de Guanabo, al Este de La Habana, habló sobre la repercusión que la falta de servicio eléctrico tiene sobre algunos sectores de la población.

“En los niños, después de esos apagones, mal alimentados, tener que llegar a la escuela, no pueden asimilar absolutamente nada. Lo mismo pasa con los trabajadores y lo mismo pasa con los adolescentes jóvenes: que coinciden apagones con mala alimentación”, apuntó la activista, añadiendo:

“Esto trae como consecuencia también el deterioro de los equipos electrodomésticos que tenemos en casa, que estos apagones son sin previo aviso; lo quitaron (la electricidad) y lo ponen y ya, y nadie se entera de cuándo lo quitan o cuando lo ponen”, dijo.

Esta circunstancia, en opinión de Mir Marrero, afecta “doblemente el trabajo de la mujer, que se pasa toda la noche abanicando al niño, sale para el trabajo mal alimentada también; no puede rendir en su trabajo”.

Según la sindicalista cubana, a consecuencia de la proliferación de los vertederos de basura, se incrementan los mosquitos, mucho más cuando falta la electricidad con lo cual aumenta el riesgo de las “picaduras de mosquitos, que te pueden ocasionar el dengue, se puede infestar una herida que, además, no hay cómo curarla ni con qué curarla”, señaló.

Cubanos padecen efectos secundarios de los apagones
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En Santiago de Cuba reside la opositora Lisandra Rivera, quien asegura que en esa ciudad ha aumentado la actividad delictiva con los apagones.

“Cada día peor: los ladrones, los asaltantes, los ‘arrebatadores’, cada día se aumentan más. ¡Ellos se aprovechan!”, lamentó Rivera.

Desde el mismo Santiago de Cuba, una persona vinculada a Salud Pública que pidió a Martí Noticias no ser identificada, habló del impacto de los apagones en ese sector:

“La cantidad de vectores que hay en una lavandería y cuando se va (la electricidad) no se puede lavar, toda la ropa de cama del Cuerpo de Guardia, toda esa ropa, eso no se puede lavar por falta de corriente; en materno también, las batas, las sábanas y en la Clínica Dental también, que usan batas los médicos”, explicó el hombre.

Desde la localidad de Cabañas, en la provincia Artemisa, el activista Moisés Leonardo Rodríguez se refirió a la interrupción de servicios básicos como el agua.

“Interrupción total del suministro del agua, que da inestabilidad en la producción por ejemplo del pan, hay días aquí que el pan llega al otro día; no se pudo hacer el anterior porque no tenían cómo hacerlo. Ya la gente no siente alegría ni siquiera porque venga la corriente, no la manifiestan”, aseguró Rodríguez.

En opinión de Moisés Rodríguez, “los cubanos han "llegado a un punto que parece ser un punto de no retorno, porque los ‘decisores’ (las autoridades) están como si nada, en sus vidas de multimillonarios, y no les importamos en lo absoluto”, concluyó el activista.

El pasado 8 de mayo, la Unión Eléctrica de Cuba reconoció que cuenta con escasos recursos para dar respuesta a la grave crisis energética que vive el país y alertó sobre más apagones. Además, indicaron que por falta de combustible 34 centrales de generación distribuida se encontraban fuera de servicio.

El estudio "Cuba colapsa y también se apaga", realizado por el investigador Emilio Morales, reconoce que los retos energéticos que enfrenta Cuba no tienen una solución inmediata y que el país "carece de recursos internos de petróleo o gas natural para satisfacer la demanda de la producción eléctrica, lo que obliga a depender de importaciones".

"La infraestructura de generación eléctrica en Cuba es obsoleta y en muchos casos resulta impracticable su reparación. Se requerirán de 6 a 8 años (algunos estiman que diez) y una inversión multimillonaria (10,000 millones de dólares) para reconstruir la capacidad de generación termoeléctrica", indicó el informe publicado por Cuba Siglo 21.

Morales plantea, además, que la única solución posible a los apagones es eliminar el modelo de centralización estatizado (totalitario) de la economía e ir a una economía de libre mercado.

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