El estelar serpentinero cubano de los Rojos de Cincinnati, Aroldis Chapman fue sometido a una operación máxilo-facial luego de recibir un pelotazo de rebote que lo sacó del juego, según reportó AP.
A Chapman le repararon un hueso roto sobre el ojo izquierdo, aunque sin lesiones graves. El Director médico del equipo, Dr. Timothy Kremchek, informó que “podría lanzar en un lapso de seis a ocho semanas” y lo consideró “un hombre afortunado”.
Sobre la cirugía el galeno explicó que se le había colocado una placa de metal permanente, ya que tiene una conmoción cerebral, que aunque leve está acompañada de una lesión cerebral y sin daños para el ojo.
Por parte de la dirección del equipo de los Rojos, su mánager Bryan Price, dijo sentirse contento con el resultado y le mostró su apoyo. “Vamos a asegurarnos de que seguimos el proceso a medida que pueda familiarizarse con la lesión. Vamos a hacerle saber cuánto apoyo tiene y que nos preocupamos por él. Ojalá, lo podamos verlo aquí muy pronto".
El receptor Brayan Peña, su coterráneo y amigo, quien lo golpeó con la línea que bateó, fue de los que los visitó en el hospital la misma noche del miércoles y le hizo una llamada telefónica luego de la operación, en la mañana del jueves. Esta acción ha sido muy bien vista, tanto por jugadores como por los fanáticos del béisbol.
Chapman bromeó con Peña y a través de éste envió un mensaje de agradecimiento “por las oraciones de los fans, a los compañeros de equipo y al personal de entrenamiento”, refirió el cátcher.
"Honestamente, cuando lo vi me entraron ganas de llorar ", dijo Peña. " Ese fue mi primer sentimiento porque estaba muy asustado. Me dio mucho miedo, pues vi la línea que fue directamente a la cara, y luego lo vi sangrando, pateando y moviéndose de dolor”.
Chapman fue sacado del campo en una camilla ante el silencio del público y la determinación general de suspender el juego.
A Chapman le repararon un hueso roto sobre el ojo izquierdo, aunque sin lesiones graves. El Director médico del equipo, Dr. Timothy Kremchek, informó que “podría lanzar en un lapso de seis a ocho semanas” y lo consideró “un hombre afortunado”.
Sobre la cirugía el galeno explicó que se le había colocado una placa de metal permanente, ya que tiene una conmoción cerebral, que aunque leve está acompañada de una lesión cerebral y sin daños para el ojo.
Por parte de la dirección del equipo de los Rojos, su mánager Bryan Price, dijo sentirse contento con el resultado y le mostró su apoyo. “Vamos a asegurarnos de que seguimos el proceso a medida que pueda familiarizarse con la lesión. Vamos a hacerle saber cuánto apoyo tiene y que nos preocupamos por él. Ojalá, lo podamos verlo aquí muy pronto".
El receptor Brayan Peña, su coterráneo y amigo, quien lo golpeó con la línea que bateó, fue de los que los visitó en el hospital la misma noche del miércoles y le hizo una llamada telefónica luego de la operación, en la mañana del jueves. Esta acción ha sido muy bien vista, tanto por jugadores como por los fanáticos del béisbol.
Chapman bromeó con Peña y a través de éste envió un mensaje de agradecimiento “por las oraciones de los fans, a los compañeros de equipo y al personal de entrenamiento”, refirió el cátcher.
"Honestamente, cuando lo vi me entraron ganas de llorar ", dijo Peña. " Ese fue mi primer sentimiento porque estaba muy asustado. Me dio mucho miedo, pues vi la línea que fue directamente a la cara, y luego lo vi sangrando, pateando y moviéndose de dolor”.
Chapman fue sacado del campo en una camilla ante el silencio del público y la determinación general de suspender el juego.
